¿POR QUÉ EN PRESENTE?

Lo primero es preguntarnos: ¿Qué es el presente? El presente es el aquí y ahora en el que estamos viviendo: un saludo, un aroma, una sonrisa, una caricia, en definitiva, una emoción (porque las emociones se viven y sienten en presente). Y es que el es el único tiempo que se puede ver con claridad, es real.

Por eso, hay que vivir el presente siendo conscientes de cada momento, de cada experiencia y acontecimiento para valorar lo que somos y tenemos. Solamente existe el presente. Para nosotros tiene que ser una prioridad vivir en el aquí y el ahora. ¿Cómo? Al principio no es sencillo, se trata de dirigir nuestro pensamiento hacia lo que está realmente sucediendo y llegar a ser cada día más “conscientes”, no perder nada de lo que estamos viviendo. La vida es demasiado importante como para no disfrutarla, llena de momentos increíbles que hay que vivirlos intensamente y jamás olvidarlos, porque es gracias a ellos por lo que somos como somos y estamos donde estamos. Ayudamos, compartimos, reímos, vivimos y amamos en presente.

Vivir en el momento presente es uno de los secretos para lograr nuestro bienestar. ¿Cómo podemos aprender a vivir el presente? Pasamos mucho tiempo entre el pasado y el futuro, perdiendo de vista lo único que realmente importa y existe: el ahora. Llenamos el presente con culpas y remordimientos del pasado, y añadimos incertidumbres y preocupaciones del futuro. Esta mezcla peligrosa puede llevarnos a altas dosis de angustia, ansiedad e insatisfacción. Comparamos nuestras sensaciones actuales con experiencias pasadas o nos imaginamos las futuras, lo que nos impide disfrutar del presente plena y conscientemente. Cada momento es único, hay que vivirlo de este modo. Enfocarse en las tareas de hoy, tomando el tiempo necesario. La clave para disfrutar cada instante radica en hacer menos, pero disfrutarlo al máximo.

No podemos anticipar cuántos momentos felices experimentaremos. Mañanas como las vividas hace un tiempo, conversaciones con viejas amistades o saborear un plato delicioso, todo esto no está garantizado, pero, ¿Y si nos enfocamos en disfrutar de lo que tenemos hoy? A veces olvidamos que las experiencias positivas son limitadas cuando nos pasamos la vida planeando el próximo capítulo. Es importante hacer planes cuando sea necesario, pero no a expensas de sacrificar el momento presente. Porque es en el hoy, desde lo que tengo y soy desde lo que puedo marcarme objetivos y metas. Avancemos siempre y que nuestra historia sea solamente un recurso, no un lastre, para crecer y aprender. Y el futuro un lugar para soñar y marcar esos objetivos y metas…pero es el PRESENTE lo realmente importante.

Cuando aprendemos a vivir en PRESENTE vemos como la vida cotidiana comienza a tener sentido y a convertirse en un regalo porque todo nos hará sentirnos vivos. Seremos más optimistas y felices. Esto generará a muestro alrededor un ambiente acogedor y seremos también un regalo allá donde nos encontremos.

Te estás bañando y piensas en el desayuno.
Estás desayunando, piensas en el trayecto.
Estás en el trayecto, piensas en el trabajo.
Estás en el trabajo, piensas en la salida.
Vas saliendo, piensas en la llegada.
Llegas a casa y piensas en mañana.
Hoy no has estado presente.
Hoy no has vivido el «AHORA».
Te estas perdiendo la vida misma.

Eckhart Tolle

Somos en presente continuo y recorremos el camino de nuestra vida paso a paso, experiencia a experiencia.

PROPUESTA DE TRABAJO: en esta ocasión te propongo que trabajas la conciencia plena, que vivas el momento sintiendo cada instante, experiencia, encuentro, avance… PARA y dedica un buen rato para hacer los siguientes ejercicios.

  1. Vivir el presente sabiendo que la mayoría de las situaciones no son positivas ni negativas, son tus expectativas, experiencias y percepciones las que inclinan la balanza en uno u otro sentido. ¿Cómo estás en este momento? ¿Qué sientes? ¿Cómo te sientes?
  2. Recuerda que cada momento es único e irrepetible, que jamás volverás a vivir, sea agradable o desagradable, vívelo como si fuera el primero y el último. El truco para saborear cada instante consiste en hacer menos pero disfrutando más. ¿Dedicas tiempo en tus actividades para saborear lo bueno? ¿En las dificultades o problemas eres capaz de vivir el momento con serenidad?
  3. La vida es un instante, un suspiro, un parpadeo…vivir en presente es darle a la vida y a nuestros días la importancia que se merecen. Somos en presente continuo.
  • Saluda a todo el mundo, si es posible con un buen apretón de manos, un abrazo, una sonrisa… Hazte presente para los demás, eres un regalo.
  • Agradece cada cosa, persona o acontecimiento que vaya sucediendo por muy pequeño e insignificante que sea. Es otra forma de ser presente y de hacerte presente.
  • ESCRIBE EN EL DIARIO, el diario de sentimientos.
  • En el enlace tienes más actividades ENLACE
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La Gestión Emocional: Un viaje al mundo de las emociones

Las emociones, además de ayudarnos a estar atentos a nuestro entorno, también nos permiten conocernos mejor al identificar como reaccionamos a diferentes estímulos tanto internos como externos. La memoria retiene la experiencia a esas respuestas y nos ayuda a anticipar nuestro comportamiento en situaciones similares. Por eso, el primer paso para la gestión emocional es el reconocernos en lo que sentimos y cómo actuamos.

La gestión emocional es un aspecto fundamental en nuestra vida cotidiana. Aprender a manejar nuestras emociones de manera efectiva puede marcar una gran diferencia en cómo nos sentimos, cómo interactuamos con los demás, cómo manejamos las situaciones estresantes y que decisiones tomamos. Algunas ideas que nos pueden ayudar a mejorar la gestión emocional:

Identificar la emoción. El primer paso para una buena gestión emocional es reconocer lo que estamos sintiendo. Esto puede parecer muy simple, pero a menudo es lo más complicado. Podemos confundir nuestras emociones o, en muchos casos, intentar ignorarlas. Por eso, es fundamental e imprescindible contar con un amplio vocabulario emocional que nos ayude a desarrollar una mayor conciencia de las emociones y a identificar cómo somos cuando sentimos determinadas emociones.

Explora la Emoción. Una vez que hayamos identificado lo que estamos sintiendo, es importante explorar esa emoción. ¿Qué nos quiere decir? ¿De qué nos está advirtiendo? Las emociones tienen una determinada función para adaptarnos, advertirnos, protegernos… A menudo, nos están diciendo algo sobre nosotros mismos, nuestras necesidades o nuestro entorno. Al explorar las emociones, podemos empezar a entender lo que necesitamos para afrontar determinadas situaciones.

Respondemos a la Pregunta: ¿Qué Necesito? Después de reconocer y explorar las emociones, el siguiente paso es responder a la pregunta: ¿Qué necesito? Esto puede implicar necesidades físicas, como descansar o comer, necesidades emocionales, como consuelo o apoyo, o necesidades mentales, como necesitar un cambio de perspectiva o de pensamiento. Al identificar y atender las necesidades, podemos empezar a gestionar lo que sentimos de manera más efectiva.

Actúa en Consecuencia. El siguiente paso es actuar en consecuencia. ¿Qué podemos hacer para cuidar nuestra salud física, mental y emocional? Es uno de los momentos de la gestión emocional que nos aporta diferentes formas de afrontar lo que sentimos. Puede implicar hablar con un amigo, hacer ejercicio, practicar la meditación o buscar la ayuda de un profesional. Recordemos, que pedir ayuda y tomar medidas para cuidar de uno mismo, es parte de una sana gestión emocional. Las emociones también nos «hablan» de necesidades vitales y tenemos que escucharlas.

En definitiva. Tenemos que experimentar todas y cada una de las emociones. De hecho, es normal y saludable hacerlo. Lo importante es el cómo respondemos a estas emociones. Al afrontar y comprender lo que sentimos, estamos mejor equipados para gestionar cualquier situación que se nos presente, tendremos las herramientas necesarias. Así que recordemos, cuidar de nuestra salud emocional es fundamental para llevar una vida plena y equilibrada.

Imaginemos que desde pequeños nos hubieran enseñado a gestionar adecuadamente lo que sentimos, ¡imaginemos cómo sería la vida! Pero nunca es tarde para empezar. Con un poco de paciencia y practicar, practicar, practicar, todos podemos ser maestros de nuestras emociones y vivir en plena armonía con nosotros mismos y con los demás. Si además, contamos con un guía que nos acompañe en el proceso, esas emociones serán una fuente de información en nuestro crecimiento personal.

Cuanto más atentos estemos a nuestros sentimientos, mejor podremos gestionarlos

PROPUESTA DE TRABAJO: La Inteligencia Emocional y la gestión de emociones son como un espejo que te muestra tu verdadero yo.

1. Aprende a diferenciar lo que puedes controlar de lo que no, ¡y céntrate en lo que realmente importa! Te propongo crear un «emocionario», una especie de diario emocional donde anotas lo que estás sintiendo y por qué. Poner nombre a lo que sientes, cómo te hace sentir y cómo actuar ante este sentimiento. ENLACE

2. Pon toda tu atención en el aquí y el ahora, ¡es una receta infalible para encontrar la calma! para ello cuentas con la respiración consciente como una técnica siempre a mano, fácil de utilizar y muy barata. ENLACE

3. Reserva un ratito al día para lidiar con tus preocupaciones y evita que te roben la paz. Trabaja el diario de sentimientos como una herramienta muy poderosa de gestión emocional. ENLACE

4. ¡Encuentra tu escape emocional en la meditación, el yoga o cualquier hobby sano que te haga vibrar! ENLACE

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DE IDENTIDAD Y AUTOESTIMA. Lo más importante es SER.

A lo largo de nuestra vida obligatoriamente hay que hacerse la pregunta: ¿Quién soy? La respuesta que demos a esta pregunta será el principio, el comienzo hacia nuestra realización personal y emocional. No es una pregunta nueva, claro que no, pero lo que sí sabemos es que nunca es definitiva, porque jamás dejamos de crecer, cambiar y madurar como personas. El autoconocimiento lleva toda la vida y nunca dejamos de sorprendernos de lo que somos capaces de hacer, sentir, imaginar.

Nuestro ser nos da la auténtica identidad de quienes somos, por ese motivo es tan importante aprender a ser y desde ahí hacer, pensar, sentir, en definitiva, vivir coherentemente con aquello que realmente somos. La pregunta es ¿Alguien nos enseña a ser? En casa, en el centro educativo, en la iglesia, etc… nos educan , con muy buena voluntad, para ser «alguien» en la vida, pero ¿Qué alguien? esa es la cuestión. Entender que ya somos alguien en la vida es el primer paso, ahora, el siguiente es definir quiénes somos para poder aceptarnos, valorarnos y querernos, mejorar, crecer, cambiar o, simplemente, vivir desde lo que realmente somos para lograr aquello que queremos SER. De este modo pasaremos del ¿Quién digo que soy? al ¿Quién soy? para poder responder a la pregunta ¿Quién quiero llegar a ser? que nos afirme y reafirme en la persona que somos.

Cuando descubrimos la importancia de nuestra identidad, nuestro SER, formaremos un autoconcepto que nos llevará a crear nuestra “autoestima” con todo lo que somos y tenemos, nuestra virtudes y defectos, pero al fin y al cabo, lo que somos y por lo que nos queremos. La autoestima es fundamental para el equilibrio personal y emocional, pero una autoestima sana. Por el contrario, una autoestima mal entendida causa prepotencia y una falsa imagen de nosotros mismos y hace crecer nuestro ego. Tenemos que trabajar mucho para conocernos y reconocernos, cuanto más lo hagamos, más cerca estaremos de lograr una autoestima positiva (Maslow, 1954), para crecer como personas y afrontar las dificultades y los éxitos disfrutando de lo que somos y vivimos. Tenemos que ser capaces de sustituir al “yo crítico” que nos centra en los errores y defectos, por el “yo guía” que busca soluciones y aprendizaje.

Recuerda, debajo de una falsa modestita hay una autoestima muy baja. El autoconocimiento y la formación de la identidad son la base de una alta autoestima, esencial para lograr el éxito en la vida. ¿Cómo se relacionan la autoestima y la identidad? El autoconcepto está estrechamente vinculado a la autoestima, ya que un autoconcepto negativo conlleva una baja autoestima, mientras que un autoconcepto positivo promueve una autoestima elevada.

La identidad se forma a partir de nuestras creencias, valores, posesiones y experiencias, influenciada por la familia, personas cercanas y el entorno en el que nos desenvolvemos. Cada individuo percibimos la vida según estas influencias, adoptando conductas del entorno y aspirando a otras. Esto puede motivar el desarrollo de conductas, positivas o negativas, que impactan significativamente en la identidad y autoestima.

¿Cuál es el fundamento de la autoestima? La autoestima se sustenta en dos pilares: nuestra historia personal y los mensajes recibidos sobre nosotros mismos, y una decisión personal: aceptarnos o no, para iniciar un nuevo camino.

PROPUESTA DE TRABAJO: Como siempre te invito a trabajar todas estas actividades personalmente e interiorizarlos para después poderlas llevar al ámbito que desees. Pero te pregunta ¿Verdad que no hay mayor regalo que poder ayudar a nuestro alumnado a conocerse, valorarse y descubrir la persona que son y quieren llegar a ser?

  1. El MAPA de mi vida: Se trata de confeccionar un mapa mental con todas los aspectos de mi ser. En el centro pones tu nombre o una foto (Si eres creativo te dibujas) y desde este centro sacamos tantas ramas o brazos como creamos necesario (Familia, trabajo, físico, forma de pensar, sentimientos, ocio, pasiones, logros, etc…) Una descripción de la visión que tengo de mi mismo. Aquí tienes las instrucciones ¿CÓMO HACER UN MAPA MENTAL? NOTA: Si lo haces con niños trabaja con imágenes, dibujos sencillos, pero potentes. Si es con preadolescentes, adolescentes y jóvenes deja que la creatividad fluya y no censures nada.

2. REVISAR LA AUTOESTIMA: Haz una radiografía de lo que eres y piensas de ti desde los diferentes aspectos que has dibujado en el mapa mental. ¿Te atreves?

  • Físicamente: ¿Qué opinas de tu salud, aspecto, cuidado, etc.? Puntúate del 1 al 10 y explícalo.
  • Emocionalmente: ¿Qué opinas de las emociones que predominan en tu vida?¿Las aceptas y gestionas adecuadamente? Puntúate del 1 al 10 y explícalo.
  • Mentalmente: ¿Qué opinas de tus pensamientos, creencias, mie- dos, etc.? Puntúate de la misma manera.
  • Socialmente: ¿Cómo me relaciono con los demás? ¿Cómo actúo en grupo? ¿Qué comportamientos tengo habitualmente? ¿Qué dicen los demás de mí?
  • Si estás por debajo del 6 en alguno de estos aspectos, debes mejorar tu autoconcepto y preguntarte: ¿Qué necesito para mejorarlo?¿Qué puedo hacer?

3. MI YO CRÍTICO

CRÍTICO INTERIORGUÍA INTERIOR
Mete miedo, pero en realidad te quiere ayudar.  Se centra en el error y la culpabilidad. No es una amenaza, en el fondo te está protegiendo.Te hace consciente de lo que realmente necesitas para solucionar el error y aprender de él y te pone en acción.
  • Cazar al crítico
    Sensaciones, sentimientos, distorsiones que te generan tus fallos, errores, etc.
    ¿Qué pensamientos tengo cuando me equivoco, cometo un error, etc.?¿Qué me digo a mí mismo?¿Cuál es mi autocrítica?
  • Separarte
    Reconoce que esa “voz” no es tu esencia, Puede que sea algo mío o no.
    Obsérvate desde fuera y mira si realmente esto es algo propio de ti o solo en esta ocasión. Simplemente es la etiqueta que te pones en ese momento, en esa ocasión.
  • Comprender
    Esto es lo realmente importante: de qué te quiere proteger el crítico con estos pensamientos.
    ¿Qué necesito? ¿Qué emociones estoy bloqueando?
  • Escuchar al guía
    ¿Cómo puedo gestionar esas emociones? Debo cambiar los mensajes Y pensamientos y el lenguaje conmigo mismo y actuar en consecuencia.
    ¿Qué puedo hacer diferente para cambiar los pensamientos y sentimientos negativos? Por ejemplo, cambia la frase que te dice el yo crítico por otra positiva, esto es, en lugar de “soy tonto”, decirte: “no soy tonto, simplemente tengo que aprender más”.
  • Ahora, PONLO EN PRÁCTICA

4. ¿Cómo podemos fortalecer la identidad y autoestima?

  • Autoconocimiento: Debemos ser amigos de nosotros mismos para ser amigos de los demás. Conocernos, dedicarnos tiempo, comprender nuestras necesidades, deseos, valores y creencias.
  • Aceptación: Focalizarnos en las fortalezas y habilidades, aceptándonos tal como somos y potenciando nuestros talentos para ser más seguros y trabajar para mejorar como personas.
  • Momentos: Valorar los momentos que compartimos con los demás, pero, sobre todo, con nosotros mismos.
  • Empatía: Conocer y comprender nuestras emociones nos facilitará el hacerlo con los demás para comprender y respaldar sus vivencias cotidianas.

Conocerse bien es el primer
y más importante paso para poder ser los protagonistas de nuestra vida.

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GUARDA SILENCIO

Es en silencio cuando se produce el encuentro íntimo con nosotros mismos, es el espacio en el que estamos frente a frente con lo que somos realmente. Nos podemos mirar sin máscaras, sin ruidos y sin distorsiones .En el silencio también se encuentran los miedos, pero también las respuestas. Leí en una ocasión: “Escucharnos para comprendernos, reconocernos y querernos solamente se hace en silencio”, en esa conexión con lo que realmente somos y sentimos, donde somos capaces de decidir y responder. Aprender a querer y buscar el silencio es una tarea que deberíamos hacer desde muy pequeños y para toda la vida. El truco para lograrlo es practicar, practicar, practicar.

Llenamos nuestra vida de tantos ruidos que es imposible escuchar nuestro interior, escucharnos a nosotros mismos y a nuestro ser. En cierto modo no nos gusta el silencio porque nos asusta y en el ruido evitamos descubrir algunas de las cosas de nosotros mismos que no nos gusta y hacemos que la felicidad no es más que “mucho ruido y pocas nueces” pero es muy cómoda, sin esfuerzos ni pretensiones. Necesitamos silencio exterior e interior porque el ruido nos aturde y dispersa. Callar, parar…Tenemos que calmar nuestra mente, cuerpo y sentimientos para descubrir en lo más profundo de nosotros la tan ansiada felicidad.

El silencio es una herramienta muy poderosa en nuestra vida diaria, que nos brinda bienestar personal y beneficios para nuestra salud. Conectar con el silencio implica conectarnos con nosotros mismos, con nuestro interior y tomar conciencia de cómo estamos emocionalmente, físicamente, mentalmente y reconocer todas las señales que nuestro ser nos envía. Es muy complicado desconectarse del ruido exterior en esta sociedad en la que nos invaden tantos estímulos auditivos que nos impiden explorar nuestro mundo interno. Buscar momentos y espacios de silencio para hacer surgir emociones, sensaciones, pensamientos y recuerdos que nos ayuden a vivir plenamente. Evitamos el silencio por miedo a descubrirnos y reconocernos en nuestro mundo interior, no sea que que nos ocasione inestabilidad emocional, por eso, guardar silencio nos facilitará enfrentarnos a todo lo que nos provoca malestar y problemas, para alcanzar una mayor paz interior venciendo todos esos miedos.

Aprendamos a disfrutar del silencio, porque a pesar de su aparente sencillez, requiere tiempo, algo que nos falta.

Observar en silencio nos enseña a mirar más allá de las apariencias y lo superficial de las cosas para ir a lo verdaderamente importante de la vida.

PROPUESTA DE TRABAJO: Te invito a buscar espacios y tiempos para hacer silencio, pero silencio de verdad con dos actividades que tendríamos que hacer todos los días.

  1. Guarda silencio, haz silencio. Prepara el espacio, el lugar, la situación que más te facilite este ejercicio. Ahora, prepárate tú, utiliza la respiración y la postura para facilitarte el buen desarrollo del ejercicio. Ten paciencia, no te agobies y simplemente guarda silencio, calla, siente y disfruta de este momento, de este presente, de este regalo. Al principio serán apenas unos minutos, pero con el tiempo y mucha práctica lograrás el deseado silencio que nos renueva y repara. AQUÍ TIENES ALGUNAS HERRAMIENTAS
  2. En casa o en el aula tener un rincón para el SILENCIO y cerramos de los ojos, buscamos el ritmo de respiración lenta y profunda que nos tranquilice, nos serene y calme y en absoluto silencio escucharnos. Este lugar será nuestro refugio en los momentos en los que necesitemos un RESPIRO y el silencio será nuestro aliado, nuestra herramienta emocional para lograrlo.
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LA VIDA COMO UN CARNAVAL

¡La fiesta más grande del año está a la vuelta de la esquina! El Carnaval es pura magia, llena de música, color y fantasía. Además, es una celebración con mucha historia y tradición, ¡una oportunidad perfecta para disfrutar! Potenciemos nuestra creatividad con disfraces originales, interpretando personajes y siempre con los demás ¡Qué fiesta tan emocionante! Así que no lo pienses más, ¡es hora de poner manos a la obra y comenzar el carnaval!

Pero, ¿Qué sucede cuando termina el carnaval y seguimos utilizando máscaras, representando personajes? Es una realidad, que por desgracia ocurre y nos ocurre ¿Es todo lo que vemos verdadero? En la mayoría de las veces nos presentamos al mundo como las personas que queremos que vean, pretendiendo que todo en nuestras vidas es perfecto. Utilizamos máscaras para ocultar nuestras debilidades y carencias, y para obtener la aprobación y aceptación de los demás y de nosotros mismos. Pero, ¿realmente necesitamos usarlas? Muchas de estas máscaras las usamos sin darnos cuenta, son casi parte de nuestra personalidad, pero no de nuestra identidad. Y cuando se rompen, descubrimos nuestro verdadero «yo», desenmascarándonos ante los demás y también ante algunos aspectos de nuestra vida que desconocíamos.

La propuesta es que en lugar de ocultar nuestros miedos y carencias detrás de nuestras máscaras, aprendamos a expresarnos con confianza y libertad, sin temor a ser vulnerables. ¿Por qué es importante ser auténtico y no usar máscaras en nuestra vida? Pero, ¿por qué creemos que tenemos que ponernos máscaras ante los demás y nos cuesta mostrar lo maravillosos que somos? Porque no dedicamos tiempo a autoconocernos, a conocer nuestros talentos, dones y capacidades que nos definen y nos hacen ser nosotros mismos. Tenemos que aprender a quitarnos las máscaras para vivir nuestras vidas con autenticidad. No hay nada más valioso que ser nosotros mismos y mostrar nuestra identidad sin ningún tipo de filtro.

A menudo, disfrazamos nuestras emociones reales detrás de una máscara, protegiéndonos de las miradas, opiniones y juicios de los demás. Es nuestra manera de ocultar nuestros verdaderos sentimientos y nuestra forma natural de comportarnos. ¡Pero no más! Es hora de que dejemos caer la máscara y dejemos que brille nuestra verdadera personalidad. ¿Qué nos frena para no quitarnos las máscaras? El miedo, por eso, el primer paso que debemos dar es entender por qué nos ponemos una máscara y comprender los miedos que hay detrás de ella. Y lo segundo es conocer las consecuencias del uso de máscaras, sobre todo emocionales, porque cuando utilizamos máscaras emocionales, nos estamos engañando al pensar que somos los personajes que representamos y perdemos nuestra verdadera esencia y debilitamos nuestro ser auténtico.

¡Es hora de quitarse la careta y dar un paso hacia la autenticidad! El camino hacia la verdadera identidad comienza por escucharnos y escuchar nuestro interior y reflexionar sobre quiénes somos. Se trata de un auténtico viaje hacia el autoconocimiento. Y cuando descubrimos a nuestro «yo» verdadero y las máscaras que lo ocultan, todo cambia drásticamente. Necesitamos permitir que nuestro «yo» se tambalee de vez en cuando para reconocernos. Ser conscientes de nuestro verdadero yo y evitar caer en una vida en la que todo es apariencia y postureo. La transformación comienza cuando buscamos nuestra verdadera identidad y, aunque pueda ser angustioso, experimentar la vida sin personajes como una oportunidad para encontrar la autenticidad y descubrir quiénes somos realmente. Aceptar nuestras emociones, pensamientos y valores es el primer paso hacia la coherencia y el final de un carnaval permanente.

Ay, no hay que llorar
Que la vida es un carnaval
Y es más bello vivir cantando
Oh-oh-oh, ay, no hay que llorar
Que la vida es un carnaval
Y las penas se van cantando

PROPUESTA DE TRABAJO: ¿Cansado de llevar una máscara emocional? ¡Es hora de desenmascararnos! No nacemos con ellas, así que podemos deshacernos de ellas. ¿Cómo hacerlo? Te presento un ejercicio fácil para empezar:

  • Piensa en las máscaras de tu día a día. Haz una lista de todo lo que te dices en negativo o por miedo y te hace ocultarte tras esas máscaras.
  • ¿Es verdad eso que piensas? Probablemente no. Reflexiona sobre los por qué de esas máscaras y escríbelo en tu diario de sentimientos.
  • Si no es verdad, pregúntate: ¿por qué llevo estas máscaras, cómo me siento? Si me quito esas máscaras ¿Qué sucederá? Probablemente comiences a vivir con autenticidad y con muchos menos miedos. Reflexiona las respuestas y ayúdate del siguiente texto:

Pero, ¡cuidado! El mayor riesgo es la reacción de los demás. Ser auténtico puede asustar a los demás o incluso no gustarles, pero también puede inspirarlos a replantear sus propias vidas. Al final, se darán cuenta de que también tienen el poder de cambiar. Puedes ser un verdadero ejemplo.

Eso sí, cuando te quites alguna máscara recuerda que es para siempre y que las máscaras son para el carnaval. Es una lucha difícil, pero lograrás ser quien eres y no la versión que el mundo quiere que seas.

En definitiva ¡Desenmascárate! Las máscaras emocionales solo nos alejan de nosotros mismos y de los demás, evitando que vivamos plenamente. Piensa en las máscaras que usas y comprométete a quitártelas. Ofrece tus fortalezas y debilidades al mundo sin vergüenza ni arrepentimiento. ¿Te atreves a hacer este ejercicio de autoconocimiento aprovechando estas fechas de carnaval?

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SALIR DE LA ZONA DE CONFORT: EL SECRETO PARA UNA VIDA PLENA

¿Estás atrapado en tu zona de confort? Es ese lugar donde hacemos las cosas sin pensar, como un robot, y enfrentamos cada día sin emoción. Parece fácil y cómodo, ¿verdad? Pero déjame decirte, ¡vivir en este estado mental puede alejarte del bienestar que mereces!

Y ¿Cómo afecta la zona de confort a nuestra vida? Imaginemos comer lo mismo todos los días, o pasar tiempo solo con las mismas personas, o hacer las mismas tareas en el trabajo. Sí, podríamos hacerlo, porque en realidad lo hacemos, pero también sabemos lo poco estimulante que es. Lo peligroso de estos hábitos y rutinas diarias e incluso los fines de semana, es que los adquirimos de forma paulatina y nos acomodamos, creamos nuestra zona de confort y nos convencemos de que es «nuestra vida» la que hemos creado y en la que estamos muy cómodos. Pero a menudo no lo estamos, es una falsa comodidad, tan solo es que estamos cómodos, solo que estamos en terreno conocido. Y como tenemos una tendencia natural a quedarnos en nuestro status quo y por naturaleza somos seres que tenemos resistencia al cambio, lo dejamos estar y así pasan los días, semanas, meses y años…con esto no quiero decir que las rutinas diarias y los hábitos no sean importantes ni necesarios, tan solo quiero decir que tenemos que ser conscientes de ellos y aprender a romper con la rutina cuando sea necesario. Vivir el presente continuo disfrutando de cada paso y haciendo que nuestra zona de confort no sea una prisión.

El peligro de la zona de confort es que de repente un día despertamos por cualquier causa y descubrimos que esta vida no es la vida que soñé, que estar bien no significa no hacer nada, seguir anclados en «lo de siempre» no es el estado ideal. Nos sentimos insatisfechos y con la sensación de no llevar las riendas de nuestra vida. La zona de confort y la procrastinación son nuestras peores enemigas y nos impiden avanzar más de lo que pensamos. Vivir con ellas puede llevarnos a tener una vida en blanco y negro, chata y aburrida.

¿Por qué nos cuesta tanto salir de la zona de confort? Porque enfrentarnos a nuevas situaciones del día a día, a los retos y posibilidades que van surgiendo, pone en juego nuestros recursos personales, nuestras resistencias y nuestro miedo al cambio. Sin ser conscientes que somos cambio y en el cambio. ¡Salgamos de la zona de confort! asumiendo que la vida y nuestro día a día son como son, pero que nosotros podemos transformarla, aprender de cada problema, de cada acontecimiento externo que nos obligue a cambiar, aunque nos cueste un mundo hacerlo. Salgamos de esa falsa seguridad en la que nos encontramos inmersos, en la que vivíamos autoengañados, instalados y procrastinando, para disfrutar de la vida que merecemos vivir. Aunque el miedo al cambio es el principal factor, existen otros elementos que nos impiden avanzar:

  • La costumbre: Al ser personas de hábitos, tendemos a organizar nuestras vidas en torno a rutinas que no deseamos cambiar o no somos conscientes que las hacemos.
  • El miedo al fracaso: Tememos experimentar cosas nuevas por miedo a fracasar.
  • La pereza: Las actividades que requieren esfuerzo nos parecen tediosas, ya que nos encontramos muy cómodos en nuestra situación actual.
  • La falta de confianza en nosotros mismos: Si no confiamos en nuestras habilidades, nos resultará difícil dar un paso adelante o correr riesgos, ya que si fracasamos, nuestra autoestima sufrirá un duro golpe.

Aunque podamos sentirnos cómodos en la zona de confort, es importante reflexionar sobre nuestra vida, nuestro trabajo y sobre todo, de nosotros mismos. Si descubrimos algo que no nos gusta, tal vez sea el momento de dar un paso hacia el cambio.

Salir de nuestra zona de confort no significa perder lo que somos y tenemos, sino todo lo contrario: expandir nuestros horizontes y aprender, experimentar. El cambio es sinónimo de crecimiento, por lo que nosotros somos los únicos responsables de nuestro éxito o fracaso. Para alcanzar el éxito, debemos ser capaces de gestionar nuestros miedos y asumir los retos. Para lograrlo, es importante cultivar herramientas como la perseverancia, la dedicación, la constancia y la pasión. Además, debemos mantener siempre la visión de nuestros objetivos.

«Tienes que aprender a sentirte incómodo. Tienes que estar dispuesto a salir de tu zona de confort y superar tus límites». Jesse Itzler.

PROPUESTA DE TRABAJO: algunos consejos para abandonar la comodidad y enfrentarte nuevos desafíos. Si deseas dejar atrás tu zona de confort o ayudar a otros a hacerlo, aquí te presento algunos consejos que te pueden ayudar:

  • Enfócate en los beneficios que puedes obtener al tomar riesgos

En lugar de dejarte abrumar por el miedo, intenta adoptar una actitud motivadora para afrontar los riesgos y aprovechar las oportunidades que surjan. Siempre aprendemos y crecemos cuando nos arriesgamos. ¿Cuáles son tus miedos habituales para hacer algo nuevo?

  • Rompe la monotonía y cuestiona tus hábitos

Comienza por experimentar pequeños cambios en tu rutina diaria para salir de la monotonía y adquirir nuevas experiencias. ¿Qué se te ocurre que podrías hacer hoy?

  • Analiza tu día a día

Haz una lista de tus actividades cotidianas y reflexiona sobre el tipo de persona que eres y la que deseas ser. Si las decisiones que tomas no te acercan a tus objetivos, es hora de realizar algunos ajustes y caminar hacia tus metas. ¿Te atreves a cambiar?

  • Identifica tus excusas

No te engañes con excusas que te impiden avanzar. Habla con esa parte de ti que siente miedo o pereza y demuéstrale que se puede estar seguro a pesar de las nuevas experiencias. ¿Cuáles son tus excusas más corrientes? ¿Cómo podrías superarlas?

  • Busca apoyo en tu entorno

Busca rodearte de personas que te apoyen y te den confianza para enfrentar nuevos desafíos. Personas que no te juzguen ni presionen, pero que estén a tu lado en las duras y en las maduras. ¿Con quién o quiénes cuentas en estos momentos de tu vida?

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CÓMO CUIDAR NUESTRA SALUD EMOCIONAL DURANTE EL INVIERNO

El invierno nos invita a parar, reflexionar y descansar. Las bajas temperaturas, el mal tiempo y las largas noches nos llevan a mirar hacia nuestro interior y a buscar momentos de soledad y silencio. Durante esta temporada, es importante recuperar nuestro espacio interior y reflexionar sobre aspectos limitados de nuestro ser, como la inseguridad, la distracción o la inconstancia.

El clima puede afectar nuestro estado emocional. Es común experimentar síntomas de falta de energía o concentración. Sin embargo, podemos aprovechar el invierno para revisar nuestros objetivos y planificar cómo alcanzarlos. Recuerda que es importante dedicar tiempo a la reflexión y cuidar nuestra salud emocional siempre, pero especialmente en temporadas en las que parece que todo se ralentiza, oscurece y nos invade la melancolía.

El invierno es una época que nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre nuestras vidas, trabajos y compromisos. Es una buena época del año para la tranquilidad y el reposo, que nos permite enfocarnos en lo que realmente importa: nosotros mismos. Aunque no todos tengamos la habilidad de hacerlo, es importante tomarse el tiempo para meditar y estar en silencio. Durante el invierno, podemos aprovechar la invitación de la naturaleza para descansar, relajarnos y procesar todos los desafíos de nuestra vida. Es una oportunidad para revitalizar nuestro espíritu y nuestra pasión por la vida, para sincronizarnos con esta estación y conectarnos con la energía invernal. Reconocer el descanso como un derecho y una necesidad, en lugar de un lujo, es crucial para nuestra salud física, mental, emocional y espiritual. Es en invierno cuando podemos empezar o continuar nuestro camino hacia el silencio y la quietud, que son las formas más elevadas del descanso.

El invierno es la estación del “descenso”; pero no sólo del descenso de las temperaturas sino también del “abismamiento interior”. El invierno es la estación de la profundidad porque el dinamismo energético ocurre dentro, en lo hondo, en las profundidades de la tierra, en los espacios no visibles.

José María Toro

PROPUESTA DE TRABAJO: Aquí una sugerencia para fomentar la introspección y la calma durante el invierno: (Ayuda a tu clase, equipo, familia…a vivir el invierno)

Sigue estos consejos para cuidar tu bienestar emocional siempre, pero especialmente en invierno, es la estación en la que la naturaleza nos invita a parar:

  • Haz una pausa en tus actividades.
  • Presta atención a tu estado emocional y mental. Reconoce si alguna emoción te está afectando.
  • Recuerda tus metas y lo que valoras en la vida.
  • Dedica un momento para concentrarte en tu respiración y no actúes hasta que te sientas tranquilo, calmado.
  • Regresa a tus actividades diarias, pero ahora con una mente más clara.

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EN LA ISLA DE LAS EMOCIONES

¿Qué es EN LA ISLA DE LAS EMOCIONES?

Un proyecto educativo emocional para exploradores valientes que desean crecer y mejorar como personas y profesionales con herramientas de Inteligencia Emocional.

Una mentoría totalmente práctica, para lograr, en cada etapa, un avance en el crecimiento y conocimiento de las propias capacidades y competencias emocionales integrándolas en la vida y en el ámbito educativo

80 días de una apasionante aventura en la que se trabaja desde el interior, desde lo profundo de nuestro SER para descubrirnos y redescubrir todo nuestro potencial como personas y profesionales.

Ante los nuevos retos de la educación, necesitamos contar con las herramientas necesarias para afrontarlos con éxito. Esta aventura emocional nos ofrece la posibilidad de adquirir lo necesario para tener la seguridad e ilusión necesarias en nuestro día a día en el aula.

Este es tu momento para comenzar la AVENTURA DE TU VIDA toda la información en el ENLACE

Totalmente online y adaptado a las circunstancias personales de los participantes.

Basado en el juego de la búsqueda del tesoro y el aprendizaje por retos.

Necesitamos personas valientes que desde su propia experiencia, sean capaces de convertirse en maestros del corazón, se dediquen a lo que se dediquen.

Esta experiencia se apoya en el AUTOCONOCIMIENTO y la GESTIÓN EMOCIONAL, siempre desde el AUTOCUIDADO y buscando la MOTIVACIÓN que nos impulse a continuar con la ilusión y la energía necesaria para transformar el ámbito en el que nos movemos en primera persona.

Y ¿Qué te llevas de esta increíble aventura emocional?

  • Algunas propuestas muy prácticas para vivir en primera persona una experiencia auténtica de Inteligencia Emocional
  • Una oportunidad única para afrontar con seguridad los retos de la sociedad actual desde el autocuidado
  • Muchísimos recursos herramientas para aplicar en tu vida y en el ámbito que desees de manera eficaz
  • Estrategias para tu desarrollo personal y profesional desde lo emocional

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UN AÑO ENTERO PARA DISFRUTAR

¡Un año entero lleno sus días y sus horas por delante para disfrutar! ¡Es hora de saborear cada momento, aprovecharlo y hacer de este año nuevo uno para recordar! Primero, debemos buscar en nuestro interior y, también, a nuestro alrededor, recopilando todo lo que necesitamos para lograr nuestras metas y propósitos para este año. Comenzar con planificación, con un plan sólido es clave para convertir esos propósitos en acciones reales, posibles y alcanzables. La motivación no viene sola, hay que trabajarla. Estar motivado significa tener una razón para actuar. Ese impulso se logra con objetivos claros y grandes metas que nos impulsan desde adentro, nuestros sueños más profundos se convierten en realidad al emprender acciones. Pero ¿Cómo nos motivamos ante la rutina diaria, los reveses y los fracasos?

La siguiente actividad nos ayudará a mantener esa chispa de motivación para seguir adelante con ilusión. Será un refuerzo positivo, un empujón en el camino. ¡A por todas!

PROPUESTA DE TRABAJO: Te propongo una tarea que puedes llevar a la familia, al grupo, a la tutoría, la clase, la catequesis, etc… (Actividad 31 «Más emociones creativas»)

Descarga un calendario de este año, ya sea completo o mes a mes para hacer esta tarea o también lo puedes hacer en tu agenda personal marcando los días señalados con la tarea. ¡Adelante!

  1. Se trata de señalar en el calendario un día al menos de cada mes con una intención que lo convierta en un día especial, un día positivo de esos que nos animan. Lo podemos hacer personalmente o con un grupo, equipo, clase, tutoría…
  2. Elegimos los días y pensamos una actividad: ir al cine, salir de compras, quedar con “alguien”, comer algo en concreto, hacer un postre, etc…una vez terminada la lista de meses y días, conseguimos un calendario y lo decoramos a nuestro gusto, que sea original, divertido y muy llamativo, una vez terminado el calendario pensaremos en un lugar visible y a mano de nuestra habitación, casa o trabajo para no olvidarnos que contamos con esos días POSITIVOS que nos animan y motiven (Reforzamos la actividad con una alarma en el teléfono, en la agenda digital, en el calendar de Google, etc…)
  3. Por último, ponemos una pegatina o dibujo de un smile en cada uno de esos días. Se puede hacer uno para tutorías utilizando sesiones completas o los primeros o últimos minutos de la sesión (Hacer un juego, un desayuno, un baile, etc) que sea el grupo quien después de hacer una gran lista se decida el qué) Tamaño grande
    Adjunto ficha de trabajo para clase (Es necesario buscar un calendario tamaño folio para entregar a cada alumno/a) https://drive.google.com/file/d/0B9w-U-mfrNQRN24yN29LSmRlUU0/view?usp=sharing
    Ejemplo:
    Día 20 de enero: Ir al cine
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BALANCE DEL AÑO DESDE LA GRATITUD

Termina un año y tenemos que hacer balance, mirarnos y descubrirnos en este momento desde la perspectiva de todo un periodo de nuestra vida. Recordemos que el conocimiento, incluso desde nuestros errores y tropiezos, sigue siendo el cimiento de nuestro bienestar emocional y felicidad, por eso es tan importante aprovechar estos días para revisar nuestro propósito de vida, nuestras metas y objetivos. Con el fin de cada año, emergen demandas internas que nos obligan a revisar nuestra vida. Este es el momento tan esperado (o temido) del balance: una evaluación directa de lo que ha sido el año y la influencia que nuestras acciones han tenido en los resultados.

Podemos seguir algunos pasos para afrontar el fin del año de forma objetiva sin perder nuestro ser emocional y espiritual (sentido de nuestra vida)

Primero: desde lo negativo. Enfocándonos en lo que no pudimos alcanzar o cumplir. No se trata de castigarnos y frustrarnos, sino de identificar las áreas donde es necesario mejorar y crecer, aprender y buscar soluciones posibles.

Segundo: desde lo positivo. Centrándonos en todo lo que sí logramos. Es importante no subestimar nuestras propias victorias y éxitos en este año, por pequeñas que sean. Cada logro es un paso adelante en nuestro camino, en nuestra vida.

Y por último: desde una visión alternativa. Analizando lo que sentimos y lo que podemos mejorar. Este es un paso vital para entender nuestros sentimientos y comportamientos, y para planear acciones constructivas para el año que va a comenzar.

Quédate, al menos, con un momento de este año que termina por el que ha merecido la pena y alégrate.

PROPUESTA DE TRABAJO: Algunas propuestas para reflexionar sobre el año que termina y el que viene.

  • ¿Cuáles fueron tus logros en 2023?
  • ¿Qué errores cometiste en 2023?
  • ¿Qué cosas salieron diferentes a lo esperado o deseado?
  • ¿Qué has aprendido de tus experiencias de este año? (Analízalo desde las respuestas de las preguntas anteriores).
  • ¿Qué acciones realizaste en 2023 que quieres seguir potenciando en 2024?
  • ¿De qué estás agradecido en el año 2023?
  • ¿Cómo describirías el 2023 en una frase en un titular? ¿Y en una palabra?
  • ¿Qué esperas del 2024? (Descríbelo con todos los propósitos y objetivos.

Algunas actividades:

  1. Haz balance del año desde la gratitud. Consiste en destacar todas las cosas por las que estás agradecido, comenzando por lo más simple. Si lo haces con la ayuda de las fotos de tus redes sociales, entradas a tu blog, agenda, diario de sentimientos…podrás observar un mayor equilibrio y una mayor perspectiva lo que ha sido tu año. La gratitud puede ser una herramienta poderosa para mantener un estado de ánimo positivo y para apreciar los pequeños detalles que a menudo pasan desapercibidos. Recuerda, no importa cuán desafiante haya sido el año, siempre hay algo por lo que estar agradecido. Y a veces, esos pequeños momentos de gratitud pueden convertirse en la luz que necesitas para encontrar el camino hacia un nuevo año más brillante y satisfactorio.
  2. Balance del año que termina. En un folio, en una hoja del diario de sentimientos…haz una cuadrícula con 12 espacios, uno por cada mes y de forma creativa y original, pon dos cosas por las que ese mes mereció la pena: qué aprendiste, sentiste, viviste, avanzaste…le puedes poner un adjetivo, un título a cada mes y, al final, mira el cuadro y saca tus propias conclusiones. Pon un titular a este año que termina.
  3. Ahora, te propongo que confecciones un collage con los momentos de este año que termina. Sé creativo y utiliza todo los medios y recursos que tengas. Será un buen «retrato» del año.

Para seguir trabajando ENLACE

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