Explorando la educación emocional: El poder de la gratitud

En el camino hacia el bienestar emocional, es fundamental aprender a reconocer y gestionar nuestras emociones. La educación emocional nos brinda las herramientas necesarias para construir una vida equilibrada y satisfactoria. Les propongo una práctica, el diario de gratitud, como una herramienta eficaz para mejorar nuestra salud emocional y bienestar personal. La educación emocional implica adquirir conocimientos y habilidades para identificar, comprender y regular nuestras emociones de manera efectiva. Este aspecto es esencial para nuestro desarrollo personal, ya que nos ayuda a cultivar una mayor conciencia emocional, empatía y mantener relaciones saludables, tanto con nosotros mismos como con los demás.

¿Cuál es la finalidad de la educación emocional? Esta nos permite fortalecer nuestra inteligencia emocional, lo que se traduce en una mejor capacidad para manejar el estrés, resolver conflictos, tomar decisiones adecuadas y fomentar relaciones positivas. Además, nos ofrece la oportunidad de promover la autoaceptación, el amor propio, la resiliencia y el bienestar emocional en general.

La gratitud es una de las herramientas más efectivas en la educación emocional para alterar nuestra perspectiva sobre la vida, las situaciones y sobre nosotros mismos, adoptando una visión más positiva desde el amor.

Una práctica simple pero poderosa dentro de la educación emocional es llevar un diario de gratitud. Se trata de dedicar unos minutos cada día a reflexionar sobre las cosas por las que nos sentimos agradecidos. Este ejercicio nos ayuda a centrarnos en lo positivo, cultivar una actitud de gratitud y fortalecer nuestro bienestar emocional. Es una herramienta valiosa para mejorar nuestra calidad de vida y salud emocional. Incorporar prácticas como el diario de gratitud en nuestra rutina diaria puede tener un impacto significativo en fortalecer nuestra salud emocional, promover la positividad y aumentar nuestra satisfacción en la vida.

¡Comienza hoy mismo a potenciar tu bienestar emocional a través del poder de la gratitud!

PROPUESTA DE TRABAJO: Cómo Trabajar con un Diario de Gratitud:

1. Lo primero y fundamental es incorporar en nuestro diario de sentimientos una nueva pregunta ¿Por qué y a qué tengo que dar las gracias?

2. Dedica un momento tranquilo al final del día para escribir en tu diario y dar las gracias por al menos tres cosas.

3. Expresa tus sentimientos y emociones al describir por qué te sientes agradecido por cada elemento mencionado.

4. Haz de esta práctica un hábito diario para cosechar sus beneficios a largo plazo.

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¡Te invito a explorar y descubrir cómo juntos podemos trabajar en el desarrollo de tu inteligencia emocional para que puedas disfrutar de una vida más plena y en equilibrio entre tu vida personal y profesional desde la gratitud y el amor! Entra en este ENLACE y descubre mi oferta de formación individual y grupal.

Fomentando un ambiente de calma y autocuidado.

En el mundo actual, donde la presión y el estrés son comunes, es fundamental el autocuidado del educador y trabajar para mejorar el bienestar personal y emocional. Al hacerlo, no solo proporcionamos un espacio donde poder dar lo mejor de nosotros mismos, sino que, además, ponemos en práctica herramientas que enseñan a nuestro alumnado la importancia de cuidar su salud mental y emocional.

Al fomentar un ambiente positivo y emocionalmente inteligente, construimos una comunidad educativa más resiliente y empática. Cada individuo se siente valorado y apoyado en su camino de crecimiento personal y académico. Estas pausas no solo mejoran la concentración y el rendimiento académico, sino que también promueven un sentido de comunidad y conexión entre todos los miembros del entorno educativo.

Implementar momentos de reflexión y relajación, aunque sean breves, puede ayudar a reducir el estrés y aumentar la felicidad general. Esto hace que mejore el bienestar y la salud emocional. Recordemos que la educación es un viaje compartido. Al cuidar de nosotros mismos, estamos mejor preparados para inspirar y guiar a las futuras generaciones en su propio camino de aprendizaje y autodescubrimiento.

Al fomentar un ambiente de calma y atención plena, no solo estamos mejorando el rendimiento académico, sino también cultivando un espacio donde cada estudiante se siente valorado y apoyado. Juntos, podemos construir una comunidad educativa que prioriza el bienestar emocional y mental, preparando a nuestros estudiantes para enfrentar los desafíos del futuro con resiliencia y empatía.

¡El presente es como la receta mágica que mezcla todo lo del pasado y se convierte en el ingrediente secreto del futuro!

PROPUESTA DE TRABAJO: Algunas ideas prácticas para implementar la calma y el autocuidado en nuestra vida y en el aula:

1. Momentos de silencio, relajación, concentración Breves: Dedica unos minutos al inicio o al final de la clase para realizar ejercicios de respiración y relajación guiada. Esto ayuda al alumnado a centrarse y a calmar su mente y su corazón.

2. Pausas activas: Incorpora pausas cortas durante la jornada para que el alumnado se levante, estire y se desconecte nuevamente consigo mismo. Esto puede revitalizar su energía y mejorar su concentración.

3. Diario de sentimientos: Anima al alumnado a llevar un diario donde puedan expresar sus pensamientos y emociones. Esto no solo fomenta la autoconciencia, sino que también les permite procesar sus experiencias.

4. Actividades de grupo: Organiza dinámicas que promuevan la conexión entre el alumnado, como círculos de diálogo o actividades de colaboración. Esto fortalece el sentido de comunidad y apoyo mutuo.

5. Integración de la naturaleza: Si es posible, realiza actividades al aire libre. La conexión con la naturaleza puede ser muy beneficiosa para la salud mental y emocional de los estudiantes.

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¡Descubre mi nuevo libro: «En la isla de las emociones»!

¿Alguna vez te has detenido a explorar tu propia «Isla interior»? Mi nuevo libro, «En la isla de las emociones», te invita a un viaje transformador hacia el autoconocimiento y la inteligencia emocional.

Este libro no es solo una lectura; es una aventura que te lleva a conectar profundamente contigo mismo. En el bullicio de la vida moderna, a menudo olvidamos la importancia de pausar y reflexionar. Este viaje interior no necesita mapas ni equipaje, solo requiere de tiempo y valentía.

Imagina recorrer caminos que representan tus pensamientos y emociones. Esta travesía te anima a escuchar y sentir, revelando partes de ti que quizás han estado ocultas. Al explorar tus emociones, puedes colorear y dar sentido a tu vida, mejorando tu bienestar emocional y creciendo personalmente.

El desarrollo de la inteligencia emocional es un viaje continuo. Conectar con tu interior te ayuda a descubrir que eres un tesoro único, llevándote hacia la felicidad, la paz y el amor propio. Este proceso te permite salir del piloto automático y gestionar tus experiencias de una manera más consciente. No solo enriquece tu vida personal, sino que también mejora tu salud emocional.

¿Estás listo para descubrir la riqueza de tu ser? La aventura te espera. ¡Comienza hoy a vivirla en «En la isla de las emociones»!

Además, puedes extender esta experiencia con una mentoría individual online. Tu bienestar no puede esperar más. Es tu momento para volver a disfrutar de lo que amas. 

 ¡Te espero en la isla! 

LA MAGIA DEL HUMOR Y LA RESILIENCIA

¿Qué pasa cuando la vida nos da limones y parece que todo se desmorona? ¿Cómo nos enfrentamos a la desesperación, cuando el caos toca a nuestra puerta? En esos momentos de locura, ¡es vital reconocer y gritar lo que sentimos! Nombrar nuestras emociones es como ponerle una etiqueta a un frasco de mermelada: ¡nos ayuda a entender lo que hay dentro! Pero ojo, sentir no significa tirarnos al dramatismo; hay que observar cómo nuestras emociones hacen su magia y el efecto que tienen en nuestro comportamiento. Con una pizca de tolerancia y flexibilidad, confiemos en que tenemos las herramientas para surfear esas olas de sentimientos, siempre en sintonía con la realidad. ¡Hablemos de resiliencia! Sin perder la fe, busquemos las oportunidades escondidas en cada experiencia, aprendiendo y creciendo, levantándonos con más fuerza después de cada tropiezo.

La negatividad no es un monstruo; a veces, es como ese amigo incómodo que aparece en momentos difíciles. Es normal sentir que el mundo se tiñe de grises, pero el verdadero problema es cuando hacemos de la negatividad nuestra compañera de vida, aislándonos y perdiendo la perspectiva. Eso nos convierte en unos pesimistas que contagiamos a los demás con nuestra tristeza.

¡Aquí radica nuestra responsabilidad! Sí, usar esa palabra poderosa porque es nuestra misión traer luz y alegría a quienes nos rodean. Hay un montón de personas que necesitan ese empujón de energía y vitalidad, ¡y ahí es donde entramos nosotros!

El primer paso para salir del atolladero es identificar qué nos está frenando, lo que nos hace ser y estar de ese modo y observar la vida con una lente optimista, sin perder de vista la realidad.

¿La buena noticia? ¡La resiliencia se puede aprender! En medio de la tormenta, esos sentimientos de ansiedad y confusión pueden volverse abrumadores, pero recordemos: no controlamos lo que pasa, ¡pero sí cómo respondemos! Cuando la vida nos lanza una curva, debemos decidir si es un desastre o una oportunidad de crecimiento.

El buen humor es una herramienta poderosa que nos ayuda a ser más resilientes frente a las adversidades de la vida. Cuando enfrentamos situaciones difíciles, la capacidad de reírnos, incluso de nosotros mismos, nos permite ver las cosas desde una perspectiva diferente. El humor actúa como un mecanismo de defensa que aligera la carga emocional, reduce el estrés y nos ayuda a mantener una actitud positiva. Además, el buen humor fomenta la conexión con los demás, creando lazos sociales que son fundamentales en momentos de crisis. Compartir risas con amigos o familiares no solo fortalece nuestras relaciones, sino que también nos brinda apoyo emocional, lo que es esencial para superar obstáculos. Cultivar el buen humor no solo mejora nuestro bienestar general, sino que también nos dota de la resiliencia necesaria para enfrentar los desafíos de la vida con una sonrisa, recordándonos que, a pesar de las dificultades, siempre hay espacio para la alegría

Cuando la realidad cambia sin avisar, es hora de ponernos las pilas y ser activos en el cambio, usando todos nuestros recursos, sobre todo el buen humor. Seamos agradecidos, incluso cuando las cosas se pongan difíciles, y no temamos al cambio. Después de todo, ¡ya hemos superado tormentas en el pasado y esta podría ser otra oportunidad para brillar y crecer!

El humor es la mejor medicina, y la risa es el mejor antídoto para la adversidad.

PROPUESTA DE TRABAJO:

Con sentido del humor:

El sentido del humor es uno de los recursos más valiosos que tenemos para enfrentar cualquier adversidad. Tienes la opción de vivir lo que te sucede como víctima o como protagonista; la decisión es tuya y el humor tiene mucho que aportar en este proceso. No se trata de restarle importancia a lo que causa sufrimiento o desesperación, sino de abordarlo desde una perspectiva diferente, enfocándote en lo positivo de manera realista. Esto se logra a través del sentido del humor, ya que, a pesar de las dificultades, el humor nos permite ver las crisis desde un ángulo distinto.

  • Cada vez que enfrentes uno de esos momentos y surjan pensamientos negativos, cámbialos por una
  • sonrisa
  • y notarás cómo esto transforma tu visión pesimista y oscura de la vida. En clase, en grupo o de manera personal, ríe a carcajadas. Sentirás la diferencia.
  • Dale la vuelta a la situación complicada y conviértela en una comedia; observa cómo cambian tus sentimientos, aunque la historia permanezca igual. ¿Qué le sucede al argumento de la película de la vida si la vemos a través del humor? Prueba y descubrirás que se abren nuevos caminos que antes ni imaginabas.
  • Practica el humor de forma consciente, comenzando por reírte de ti mismo, siempre con respeto hacia quien eres, pero sin dejarte limitar por tus miedos. No se trata de un mecanismo de defensa, sino de una estrategia que nos libera de la tensión y el estrés ante las situaciones. Te invito a pararte frente al espejo y practicar tu risa:
  • Ríe como si la risa brotara de tu garganta…
  • Ríe con entusiasmo…
  • Ríe sin abrir la boca…
  • Ríe usando las 5 vocales por turno…
  • Ríe mirándote a los ojos…
  • Ríe…

¿Qué sientes? ¿Cómo te sientes? Imponte la tarea de reír mucho durante el día. Recuerda que la resiliencia se entrena y, cuando llegue el momento, sabrás reír incluso ante las adversidades.

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UNAS FIESTAS LLENAS DE EMOCIONES

¿A quién no le gusta una buena fiesta? Es en esos momentos de fiestas y celebración donde encontramos una fuente inagotable de emociones y bienestar. Las fiestas no solo son esenciales para nuestra vida social, sino que también nos proporcionan un remedio efectivo para mejorar nuestro estado emocional. Los expertos explican que nuestros ancestros fortalecían sus lazos y garantizaban su supervivencia al unirse y moverse en su grupo de forma rítmica. Y es que, las celebraciones no solo tienen un propósito comunicativo, sino también uno instintivo y esencial: mantener el equilibrio personal y entregarse al compás de la fiesta.

Una «fiesta» es mucho más que una simple reunión; es la oportunidad ideal para dejar salir nuestro lado alegre y bailar. La atmósfera festiva se siente y se contagia. Compartir momentos festivos nos llena de sonrisas y nos conecta con los demás, aumentando nuestra felicidad. Un paso fundamental en nuestro crecimiento personal y emocional es encontrar la felicidad en todos los aspectos de nuestra vida. Cuando valoramos cada oportunidad, cada éxito, cada momento y lo celebramos, hacemos que la vida, nuestra vida se llene de luz, color e ilusión.

Cuando las fiestas son en nuestros barrios, pueblos, ciudades, nos conectan con nuestras raíces culturales, fomentando la socialización y fortaleciendo el sentido de pertenencia, de «comunidad».

Las fiestas pueden reducir el estrés y crear experiencias inolvidables que enriquecen nuestra vida personal y emocional. Nos encanta una buena fiesta, ya sea en la calle, en la plaza o en el recinto ferial. La música, el ambiente festivo y la alegría nos invitan a disfrutar del momento. Porque, compartir alegrías nos une y es a través de encuentros, conversaciones, recuerdos y risas a carcajadas cuando conectamos con los demás. Las miradas cómplices mientras se baila crean momentos especiales, incluso cuando algunos hablan de sus problemas o penas, lo hacen con una copa en la mano y una sonrisa en el rostro.

Participar en tradiciones, celebraciones y fiestas es una fuente de felicidad, emociones intensas y recuerdos eternos que nos hacen sentir vivos y parte de un pueblo. No lo pienses más, ¡disfruta de las festividades y únete a algo único! Las fiestas son mucho más que eventos sociales; son momentos que nos permiten reconectar con nosotros mismos y con los demás, celebrando la vida en su máxima expresión.

¡Que nunca falten las razones para festejar!

PROPUESTA DE TRABAJO: Algunos propuestas para vivir plenamente los días de fiesta y celebración:

  • ¿Por qué celebrar? Elige al menos una razón para festejar durante las festividades.
  • ¿Cómo hacerlo? Decide de qué manera celebrar las fiestas para reflejar tu personalidad y forma de divertirte.
  • ¿Con quiénes compartir? Selecciona con quiénes deseas pasar las festividades, evitando actividades no deseadas. Es esencial rodearte de personas con las que realmente desees compartir estos momentos.
  • ¿Qué actividades realizar? Las fiestas son una oportunidad perfecta para celebrar y preservar la rica cultura local, donde se expresan tradiciones, patrimonio cultural y religioso.
  • Un detalle importante. Aunque no seas un bailarín, la música es esencial en las festividades, ya que agrega alegría y entretenimiento a la celebración.
  • ¿Qué prefieres? Bailes populares, conciertos de artistas locales o reconocidos, espectáculos variados con números musicales y verbenas, entre otros.
  • Pero sobre todo, comparte momentos, vive con intensidad los actos, ríe y baila, agradece y disfruta junto a otros.

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CUIDAR NUESTRA SALUD EMOCIONAL

La importancia de poseer una sólida inteligencia emocional es fundamental para preservar nuestro bienestar y salud emocional. En la actualidad, muchos problemas están estrechamente relacionados con la gestión de nuestras emociones y cómo vivimos cada una de las situaciones de nuestro día a día. Al valorar el papel de la inteligencia emocional, adquirimos las herramientas necesarias para comprender, regular y expresar nuestras emociones de manera saludable.

¿Por qué es tan Importante la Inteligencia Emocional? Porque nos permite:

  • Comprender y clasificar nuestras emociones.
  • Crear un entorno afectuoso y enriquecedor.
  • Aumentar nuestro desarrollo personal.
  • Alcanzar la felicidad y el éxito.
  • Beneficiar a nuestro entorno y a la sociedad en su conjunto.

Y todo esto nos afecta en nuestra vida diaria afrontando la vida con las habilidades necesarias que nos permiten identificar y gestionar las emociones tanto propias como las de los demás con naturalidad y sin provocarnos ansiedad o estrés. Además, nos permite comprender a los demás con la empatía: habilidad de ponerse en el lugar del prójimo, en diversas situaciones y afrontarlas de manera apropiada.

Contar con las competencias emocionales que nos permitan reconocer y reconocernos en lo que sentimos. Comprender que las emociones nos transmiten mensajes sutiles sobre nuestra situación actual, ayudándonos a realizar los ajustes necesarios. Y entendiendo que no podemos controlar las emociones, pero sí gestionarlas y aprender que no podemos resistirnos a ellas, que hay que manejarlas de manera eficaz.

Nuestra salud emocional mejora con algunas estrategias de Inteligencia Emocional:

  1. Identificación de emociones: Detectando las emociones que aparecen en situaciones abrumadoras.
  2. Reconocimiento y clasificación: Explorando el origen de estas emociones para manejarlas mejor.
  3. Escucha activa: Prestando atención al mensaje que cada emoción nos transmite y actuando en consecuencia.
  4. Gestión de errores y frustraciones: Identificando oportunidades en los fracasos y errores para aprender y crecer.

¡Invirtamos en nuestra salud emocional! Recuerda, invertir en tu salud emocional es una inversión que no solo nos beneficia a nosotros, sino también a todos a nuestro alrededor. Una persona emocionalmente inteligente puede enfrentar los desafíos de la vida con mayor resiliencia y optimismo. ¡Hagamos de la inteligencia emocional una prioridad en nuestras vidas!

¡Entender y entendernos en nuestras emociones es clave! Así podremos detectar cuando algo anda patas arriba, reconocerlo y buscar ayuda.

PROPUESTAS DE TRABAJO: No te sientas obligado a hacerlo diariamente, pero dedica tiempo a estas actividades y notarás como mejora tu salud emocional:

  1. Reflexiona con preguntas clave y escribe todo en el diario de sentimientos:
    • ¿Por qué me siento así?
    • ¿Qué trata de enseñarme esta emoción?
    • ¿Cuál puede ser el mensaje escondido?
    • ¿Está siendo adaptativa o desadaptativa?
    • ¿Cómo estoy gestionando ahora mismo esta emoción?
    • ¿Cuál es la mejor manera de gestionar mis emociones ahora mismo?
    • ¿Estoy repitiendo algún patrón?
    • ¿Qué es lo que puede estar manteniendo la aparición de una experiencia emocional desagradable?
  2. Explora actividades motivadoras: Encuentra actividades que te generen felicidad y bienestar. Actividades para promover el bienestar emocional
  • Practicar deporte
  • Ir al cine o ver series
  • Pintar
  • Escuchar podcasts
  • Disfrutar de tiempo en familia
  • Pasear a tu mascota
  • Desconectarse de las redes sociales

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EL AUTOUIDADO: ¿UNA PRIORIDAD?

Sabemos de la importancia del autocuidado para mantener una buena salud física, mental, emocional y espiritual, pero a menudo no lo llevamos a cabo argumentando la falta de tiempo. Sin embargo, esto suele ser más una excusa que una realidad. A lo largo de la jornada buscamos tiempo para comer de forma saludable o hacer algo de ejercicio, pero rara vez reservamos un espacio para hacer reflexión interna y evaluar cómo nos encontramos, hacia dónde nos dirigimos, qué necesitamos… ¿Qué se esconde realmente detrás de la justificación de la falta de tiempo?

No se trata tanto de decir «no tengo tiempo«, sino más bien «no tengo tiempo para qué«. Cuando respondemos a la pregunta ¿Para qué? comenzamos a ser nuestra prioridad, este es el primer paso hacia nuestro bienestar. Tomar el tiempo para sentirnos y escucharnos es fundamental si queremos lograr cuidarnos, comprendernos, valorarnos y respetarnos.

En numerosas ocasiones, el pretexto de la falta de tiempo es una manera de conformarse, de no organizarse de forma más efectiva y de eludir responsabilidades, evitando así tomar ciertas decisiones. A menudo no hacemos todo lo posible para cambiar la situación, lo intentamos, pero flojito. Detrás de la excusa de ‘no tengo tiempo’, en realidad se esconde un ‘no quiero’ disfrazado de un ‘no me apetece’, ‘no me interesa’ o ‘no me gusta’…. En definitiva “no es una prioridad”, y si no somos nuestra propia prioridad ¿Qué ocurre? Que dejamos de ser los protagonistas de nuestra vida, por lo tanto, nuestra felicidad y salud, también la emocional, están principalmente determinadas por el entorno, las circunstancias, los demás.

Tomemos las riendas de nuestra vida y busquemos momentos para cuidarnos en nuestra rutina diaria. No justifiquemos nuestra falta de autocuidado con la excusa de no tener tiempo, porque esto no es nada más que miedo: a enfrentarnos con nuestra realidad, a tomar decisiones que nos lleven al cambio, a la falta de disciplina, porque cuidarse supone cierto esfuerzo, a reconocer que no somos quienes deseamos ser o a sentir decepción por nuestra situación actual. En resumen, se trata del miedo a aceptarnos tal como somos y, desde esta realidad, comenzar a dedicar tiempo para nosotros. Con lo cual, seguimos igual, hasta que llega el momento en que nos convertimos en robots que simplemente cumplen funciones sin ser conscientes de su desgaste personal y emocional. Un día estallamos y lo psicomatizamos, enfermamos. Nuestra dimensión corporal nos advierte que necesitamos urgentemente tiempo para cuidarnos. Pongámonos manos a la obra antes de que sea muy tarde.

¿Cómo vencer la excusa de ‘no tengo tiempo’?

  • Actuar es la clave principal y fundamental. Cambiar nuestra actitud frente a las cosas, comenzar a cuidarnos conscientemente con pequeñas acciones, dedicar un tiempo para nosotros todos los días y, sobre todo, querer encontrar formas de lograrlo. Lo motivacional es fundamental. Buscar la razón del para qué cuidarnos.
  • Priorizar: Identificar lo verdaderamente urgente en lugar de abrumarnos con todo lo pendiente, para evitar ansiedad. Algunos asuntos pueden esperar, mientras que otros son esenciales. Porque nuestro bienestar también pasa por dejar cosas sin hacer. Nuestra salud y bienestar son primordiales y, en ocasiones, urgentes.
  • Organizarse: Aceptar nuestras limitaciones, el autoconocimento es imprescindible. No podemos llegar a todo, el tiempo es limitado, y hay que planificar nuestras tareas diarias centrándonos en lo crucial. Reservando tiempo para uno mismo.
  • Evitar la automatización: Tomarse un descanso, ser conscientes del momento presente y de nuestras necesidades. Buscar la manera para estar presentes en lo que hacemos y buscar tiempos y espacios para parar.
  • Realizar tareas de manera ordenada y planificada: Con conciencia y enfoque, una a la vez. Obtendremos mejores resultados y disfrutaremos del proceso. Nos sentiremos mejor.
  • Recompensarnos al completar una tarea difícil. Estimulará nuestra automotivación.
  • Ser honestos: No obligarnos a hacer cosas que no nos interesan o para las que no estamos listos. Si no soy capaz o no puedo, decirlo. Es fundamental decidir lo qué podemos y queremos y qué no.
  • Evitar sobrecargarse con tareas que generen malestar. Recordemos siempre que la salud mental y emocional son prioritarias. Busquemos ayuda si es necesario y deleguemos tareas.

En resumidas cuentas. Cuando nos damos un tiempo para cuidarnos, ¡es como darle un abrazo a nuestro propio ser! Esto no solo nos hace sentirnos bien, sino que también es una inversión a medio y largo plazo en nuestra salud y bienestar. ¡Y no es solo eso! Cuidarnos es un acto de puro amor propio que se nota en nuestro entorno, contagiando positividad a nuestro alrededor. Aprender a cuidarnos es mucho más que satisfacer nuestros antojos del momento, es nutrir cada parte de nuestro ser: cuerpo, mente, corazón y alma. Preguntas como «¿Qué necesito hoy?», «¿Qué me falta?» o «¿Qué me haría feliz?» son las clave para impulsar nuestro bienestar diario. Así que, ¡dediquemos tiempo para nosotros, que nos lo merecemos!

El bienestar emocional debe formar parte de nuestra rutina diaria. Cuidarse es preguntarnos “¿qué necesito?” y actuar sin esperar para “cuando tenga tiempo”.

PROPUESTA DE TRABAJO: ante la excusa del tiempo que te pones para no cuidarte. Haz este ejercicio de reflexión y acción:

  • Frente a la falta de tiempo, la pregunta que surge es: ¿Dónde encontrarlo? ¿Es posible que no encuentres un momento en las 24 horas diarias y las 168 semanales para el autocuidado? ¡Es difícil de creer! ¿Vale la pena posponer tu cuidado? La respuesta es no, por lo que te pregunto ¿Qué acción concreta y alcanzable tomarás para reservar tiempo para ti cada día?
  • Habitualmente te saboteas y negocias contigo mismo diciéndote: Mañana empiezo, estoy cansado, no es el momento…Al final te estás autoengañando. Tienes que conocer tus debilidades, no olvides que tu principal enemigo eres tú. Sé firme en las decisiones que tomes. ¿Qué vas a hacer cuando pongas la excusa del tiempo?
  • Nunca debes compararte con otros. Por mucho que te esfuerces, tu vida y circunstancias son únicas. Debes cuidarte basándote en tu propia realidad, sin compararte con nadie. A menudo, abandonamos por no aceptar nuestras limitaciones. Tu tiempo es el que es. ¿Con qué cuantas para comenzar autocuidarte?
  • Por último, es importante superar los obstáculos emocionales: durante los días estresantes y agotadores, es normal que intentes justificarte. Sin embargo, en esos momentos cuando realmente necesitas mantener la fortaleza y recordar que cuidarte te traerá beneficios, ayudándote a relajarte y desconectar. Al hacerlo, liberarás endorfinas y adrenalina, proporcionándote la energía y bienestar que necesitas. Ten confianza en ti mismo. ¿Se te ocurre algún ejercicio para esos días difíciles y complicados? Te propongo dos: la relajación – concentración y un buen paseo por un entorno natural.

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LA MAGIA DE CONECTAR CORAZONES

La empatía se podía definir como la capacidad que tiene una persona para ponerse en el lugar de otra. Es decir, para entender su situación y los sentimientos que está viviendo. Por eso, ser empático no es nada sencillo. Lo primero que tenemos que entender es que si yo no soy capaz de reconocer mis emociones, si no soy consciente de mis pensamientos, etc. difícilmente podré empatizar. La empatía es también una habilidad poderosa que nos permite construir relaciones más profundas, fomentar la conexión comunitaria y mejorar nuestro bienestar emocional. Para fortalecer esta habilidad, es importante practicar la escucha activa, reconocer las emociones propias y ajenas, ser tolerante y comprensivo, cultivar la empatía en todas las áreas de la vida y realizar actos de bondad y generosidad. Al hacerlo, podremos mejorar nuestra capacidad empática y contribuir a la creación de un mundo más tolerante y comprensivo.

Solemos ser , normalmente, simpáticos, compasivos…pero no empáticos. La empatía es como el arte de ser un explorador de sentimientos, ¡un aventurero de corazones! Implica ponerte en los zapatos de los demás, interpretando sus emociones, pensamientos y circunstancias. Después, conviertes esas pistas en acciones con el objetivo de lograr comprender al otro. Es como ser un guía que, desde la comprensión, acompaña a los demás. Porque la empatía supone el ponernos en la situación de la otra persona con el fin de comprenderla. Por eso, requiere que seamos muy respetuosos y tolerantes respetando las decisiones de los demás, aunque nosotros no hubiésemos tomado esas mismas decisiones. Se trata de apoyar, acompañar, respetar y comprender. Entender que cada persona somos diferentes y tenemos unas necesidades acordes a las circunstancias de cada uno.

¿Cómo es y actúa una persona empática?

  • Con el corazón y la mente siempre abiertos que le permite entender las emocionales que generan algunas situaciones en nuestra vida.
  • Entienden (aunque no tienen por que estar de acuerdo) el motivo que lleva a la otra persona a reaccionar tal y como lo hace, intentando comprender el verdadero motivo por lo que la otra persona se siente así, lo que está viviendo, etc.
  • Acompañan desde el corazón a las personas están experimentando un episodio difícil. complicado, injusto… y son capaces de vislumbrar lo que necesitan en ese momento.
  • Calman, sosiegan y acompañan. Rara vez aconsejan, porque saben que ellos no es tienen la solución.
  • Su empatía viene de sus propias experiencias vividas y sentidas a lo largo de su vida. Hablan desde lo que ya han sentido.
  • Son personas humildes y compasivas.

Una de las principales ventajas de practicar la empatía es que comprendemos las razones que hay detrás de ciertos comportamientos que a veces nos resultan desconcertantes. Al hacerlo, podemos percibir que la hostilidad, falta de interés, desgana… de algunas personas en realidad es miedo e inseguridad, y que la aparente fragilidad de otros revela humildad y timidez. Y es que, la empatía tiene el poder de transformar las relaciones humanas. Al mostrar un interés por los demás y comprender lo que sienten, se fomenta la confianza y el respeto mutuo. Esta cualidad brinda la posibilidad de crecer y aprender a nivel personal, que en la vida nos encontramos con diferentes perspectivas y vivencias que enriquecen nuestra visión del mundo.

En las relaciones interpersonales, es crucial distinguir entre ser empático y ser simpático. Ser empático implica comprender a fondo los sentimientos y perspectivas de los demás, mientras que ser simpático se refiere a ser amable y agradable. Aunque ambas cualidades son positivas en las relaciones, es fundamental encontrar un equilibrio entre ambas para establecer relaciones saludables y significativas. Esta armonía nos permite cultivar conexiones que fomentan nuestro crecimiento personal y desarrollo personal.

La empatía crea una sensación de cercanía con quienes nos rodean, fortaleciendo la confianza en relaciones personales y profesionales. Además, aporta credibilidad y bienestar. Aunque implica alejarse un poco de nosotros, es crucial empezar practicando la empatía hacia uno mismo, ya que a menudo descuidamos nuestras propias necesidades y nos enfrentamos al agotamiento emocional. Concluimos, los beneficios de cultivar la empatía son incalculables y recordemos que la empatía es esencial para construir un mundo en el que todos nos necesitamos.

El primer paso para la compasión es darse cuenta de la necesidad de otra persona. Todo comienza con el simple acto de atención. (Daniel Goleman)

PROPUESTA DE TRABAJO: Algunas ideas para ser un poco más empáticos.

  1. El primer paso para ser verdaderamente empático es entenderte a ti mismo. Intenta entenderte, conocerte y ser empático, primero contigo mismo, con tus propios sentimientos, pensamientos y acciones.
  2. Lo segundo, vive sin prejuicios. Esto te facilitará el poder ser respetuoso, tolerante y no juzgan a los demás. Porque aunque no estés de acuerdo con las decisiones de los otros, tienes que entenderles y tomar distancia.
  3. Te propongo un ejercicio muy práctico para vivir los pasos anteriores. Recuerda un problema de alguien cercano a ti y lo escribes en un papel. Ahora haz este mismo ejercicio como si fuera tu problema. Finalmente, vuelve a redactarlo pero sabiendo que el problema es el otro. Podríamos llamar a este ejercicio: “Yo” tengo “tu” problema. Relee los tres textos ¿Qué ha sucedido? ¿Qué notas? ¿Cómo te sientes?
  4. Para saber más ENLACE

SIMPLEMENTE RESPIRA

La respiración es un proceso automático que iniciamos al nacer y perdura hasta nuestro último aliento. Con la respiración llevamos oxígeno a todas las células de nuestro cuerpo, llevamos vida a todos los rincones de nuestro ser. ¿Puede la respiración influir en nuestro estado de ánimo y emociones? Efectivamente, no solo que influye, no si no que, cuando estamos mal, nuestra respiración también cambia. Por ese motivo tenemos que aprender a respirar, a hacerlo de manera consciente.

¿Qué es la respiración consciente?

Una de las técnicas de gestión emocional más eficaces y poderosas para afrontar algunas situaciones complejas, capaz de aportarnos bienestar emocional y mental. Es una técnica que se centra en hacer presente nuestra respiración: cómo estamos respirando y la sensación del aire que entra y sale de nuestros pulmones. Es una técnica muy sencilla que puede ayudarnos a relajarnos, concentrarnos y a regular nuestras emociones. La Respiración consciente afecta a nuestro estado de ánimo porque nos facilita gestionar adecuadamente lo que sentimos reduciendo el estrés y la ansiedad y así, nos permite actuar con más calma y serenidad ante algunas situaciones.

Ser conscientes implica asumir la responsabilidad de nuestra existencia. En la sociedad actual, estamos constantemente bombardeados con distracciones y preocupaciones que nos impiden estar verdaderamente presentes en nuestras vidas. Sin embargo, si somos conscientes asumimos la responsabilidad de nuestra existencia, nuestro ser y nuestra vida. La consciencia nos hace responsables de nuestras acciones y comprendemos su impacto en el mundo que nos rodea. Estar presentes significa estar conectados con nuestro interior y nuestro entorno de manera profunda. Ambos aspectos son cruciales para fomentar nuestro bienestar, ya que la unión entre sentimientos, cuerpo, mente y espíritu es fundamental para una vida saludable. Y la respiración consciente nos hace estar presentes.

¿ Qué beneficios puede aportarnos la respiración consciente para la salud mental y emocional?

  • Reducir el estrés y la ansiedad: La respiración nos ayuda a relajar nuestro cuerpo, eliminar tensiones, a conectar con nuestra mente y así poder calmarnos, serenarnos, tranquilizarnos y lograr anclarnos en el presente y afrontar el momento.
  • Mejorar la concentración: Nos ayuda a conectar con nosotros mismos, a vivir el momento. La respiración tiene la capacidad de enviar señales a nuestro cuerpo y mente que cambian la manera en que ambos funcionan y reaccionan. Centrar nuestra atención en la respiración nos ayudará a concentrarnos y calmar nuestros pensamientos, causantes de nuestros sentimientos.
  • Regular las Respuestas Emocionales: Facilita la buena gestión de nuestras reacciones ante los sentimientos y emociones que en ocasiones nos resultan abrumadoras. Lo emocional se manifiestan a través de la respiración: no respiramos igual cuando estamos alegres o tristes, con rabia o asco. Las emociones cambian la respiración y viceversa, la respiración puede cambiar las respuestas emocionales.

La práctica de la respiración consciente es simple pero muy poderosa. Tenemos que integrar esta técnica en nuestra vida diaria como un hábito más, una rutina. para logar tener un impacto positivo en nuestra salud mental y emocional. Al practicar esta técnica, no solo mejoraremos físicamente, sino también emocional y mentalmente. Recordemos, la clave está en la constancia, en practicar. Dedicar unos minutos cada día para parar, respirar, vivir y sentir.

Y ¿Qué nos enseña la respiración consciente de nuestro ser emocional en la vida?

Inhalar es recibir. Nos permite conectarnos con el mundo. Tomar el aire que nos rodea. Un significado emocional que nos indica que nos dejamos ayudar, que aceptamos lo que viene de fuera y que puede alimentarnos y hacernos el bien. Significa acogida y, al mismo tiempo, en el movimiento de aspiración, el esfuerzo que debemos hacer para recibir activamente el bien que nos rodea y que nosotros mismos atraemos. En cierto sentido, implica dos cosas: asumir que necesito algo y tomarlo.
Exhalar es soltar. Nos permite descubrir que hay cosas que no nos hacen bien, que nos entorpecen y dificultan la vida. Implica soltar, aceptar que algo ya no es saludable para nosotros, que algo puede que ya no sea suficiente, puede que esté vacío y carente de sentido en nuestra vida actual. Significa vaciar los pulmones y, al mismo tiempo, en el movimiento de soltar, hay un esfuerzo que hacemos conscientemente para deshacernos de lo que ya no queremos, de lo que alejamos. Nuevamente, en cierto modo, esto implica dos cosas: asumir que hay algo que ya no necesito y aprender a dejarlo ir.

Cuando algo te duela, cuando estés triste, cuando alguien te enfade, cuando estés bien…respira

PROPUESTA DE TRABAJO: Estos son algunos ejercicios sencillos para practicar la respiración consciente:

1. Busca un lugar cómodo para sentarte o recostarte. Puede ser un lugar tranquilo en tu casa o un espacio aislado en la naturaleza.

2. Concéntrate en tu respiración. Observa como estás respirando. Siente como el aire entra y sale de tu cuerpo. Nota cómo el aire llena tus pulmones, y sale por tu boca o nariz. Simplemente observa.

4. Ahora, comienza a hacer esa respiración más lenta y pausada, sin forzar, simplemente deja que pase. Siente como cada vez es más lenta y profunda. Lleva el aire hasta el último rincón de tu cuerpo.

5. Busca tu propio ritmo de respiración lenta y profunda que que tranquilice, te serene, te calme.

6. Permanece así durante el tiempo que necesites. Practica todos los días. Abre los ojos, sonríe, desperézate, estírate y siente el momento.

6. Cuando lo necesites, vuelve a enfocarte en tu respiración consciente.

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BIENESTAR EMOCIONAL PARA VIVIR BIEN Y MEJOR

Hablar de bienestar es hablar de tener salud, pero ¿Qué es tener salud? Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la salud es un estado completo de bienestar físico, mental y social, por lo que no basta con no tener ninguna enfermedad. No se puede estar sano sin tener una buena salud mental y emocional. La salud psicosocial es importante en todas las etapas de la vida, desde que somos pequeños hasta que nos hacemos mayores, e igual que pasa con la salud física, puede ir variando a lo largo de la vida. Hablamos de bienestar psicosocial para referimos al bienestar emocional, psicológico y social. Lo entendemos desde su multidimensionalidad y desde una perspectiva de desarrollo integral del ser humano. En cuanto al bienestar emocional, también conocido como bienestar mental o psicológico, nos referimos al estado que nos permite sentir, pensar y actuar plena y adecuadamente en nuestras rutinas diarias. Va más allá de no padecer una enfermedad mental, es vivir cada momento y situación de nuestra vida con naturalidad, equilibrio y optimismo realista.

¿Por qué es tan importante tener bienestar emocional? porque al ser consciente de lo que sentimos, podemos regular lo que hacemos y sus consecuencias. Esto nos capacita para afrontar algunas situaciones de manera más eficaz en la vida cotidiana. En general, si experimentamos un estado de bienestar emocional, nos sentiremos más cómodos tanto mental como físicamente. Asimismo, mantendremos una conexión positiva con nosotros mismo, nuestra familia, amigos y entorno laboral.

Cada vez más personas están tomando conciencia de la importancia de cuidar su salud emocional. Poco a poco estamos aprendiendo a considerar nuestro bienestar emocional al tomar decisiones, especialmente en relación con nuestros hábitos y rutinas. Priorizar nuestras necesidades sobre las obligaciones o deseos de los demás puede contribuir a mejorar nuestra salud mental y emocional. ¿Cómo? manejando adecuadamente el estrés, manteniendo relaciones saludables, tomando decisiones acertadas y disfrutando de una vida plena y significativa siendo conscientes de cada momento, cada instante. Implica sentirnos en armonía y tranquilo, buscando equilibrio y felicidad tanto en uno mismo como en el entorno.

La buena salud emocional no significa estar constantemente feliz o experimentar solo emociones positivas. También sentir y vivir las negativas gestionándolas adecuadamente y buscando ayuda cuando sea necesario. Mejorar la salud mental y emocional es un proceso personal y gradual. Ponemos mejorar cambiando algún aspecto específico de nuestra vida. Por eso es tan importante el autoconocimiento, conocernos y reconocernos, también en lo emocional, recordando que lo que funciona para alguien. no necesariamente funcionará para nosotros. ¡Empecemos hoy a sentirnos mejor con nosotros mismos y a vivir plenamente!

Bienestar emocional es principalmente sentirse bien, en armonía y tranquilidad

PROPUESTA DE TRABAJO: Algunas actividades y prácticas para mejorar tu salud emocional:

  1. Algunas ideas para tu rutina diaria y semanal que tienes que anotar y responder en el diario de sentimientos:
  • Mantener la salud física: Es crucial seguir una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente y descansar lo suficiente para mantener una buena salud física, esencial para el bienestar emocional. ¿Qué se te ocurre que puedes hacer, además de lo que ya haces?
  • Priorizar un buen descanso: Al dormir las horas adecuadas, se restaura tanto la mente como el cuerpo. Lo ideal es acostarse a la misma hora todos los días y adoptar hábitos que fomenten un sueño reparador, evitando sentirse cansado, ansioso o confundido al día siguiente. ¿Cómo llevas el sueño? ¿tendrías que mejorarlo? Ideas.
  • Practicar el autocuidado: Dedica tiempo a actividades que te hagan sentir bien, como compartir momentos con tus seres queridos, practicar aficiones o simplemente relajarte, parar, descansar. ¿Dedicas tiempo de calidad para ti? ¿Buscas momentos y espacios para disfrutar de la vida y de ti mismo?
  • Desarrollar habilidades de afrontamiento: Aprende a manejar el estrés y los desafíos de la vida de manera saludable, evitando extremos. Te recomiendo la práctica de técnicas de relajación o el yoga o la respiración consciente para prevenir problemas emocionales. ¿Eres consciente de la importancia de estar preparado (proactividad) para afrontar los retos del día a día? ¿Qué haces o vas a comenzar a hacer?
  • Pedir ayuda profesional si es necesario: Si estás experimentando dificultades con tu bienestar emocional, no dudes en buscar asistencia profesional o un coach, mentor…
  • La experiencia «En la Isla de las Emociones» es un buen recurso para trabajar todo lo anterior con todo tipo de herramientas emocionales y acompañados por un guía (Mentor) experto en Inteligencia Emocional.

2. El optimismo es un sentimiento que se relaciona con el bienestar emocional porque tiene una mayor influencia de emociones y sentimientos agradables (ilusión, alegría, entusiasmo, gratitud, etc.) También nos aporta energía, fuerza y eficacia, etc. Se trata de expresar todas las emociones y sentimientos positios de tu día a día para mejorar tu salud emocional. Al final de cada jornada, anota todo lo bueno, positivo, agradable y divertido de ese día y te preguntas: con todo esto ¿Ha merecido la pena el día de hoy? Lo escribes en el diario de sentimientos.

3. Otras propuestas ENLACE