CREAR TU ISLA INTERIOR

Vivimos en un mundo en el que no paramos nunca. El reloj, las obligaciones, el papeleo, las expectativas… todo parece empujarnos hacia fuera, sin dejarnos apenas espacio para detenernos, escucharnos, mirarnos, preguntarnos, cuidarnos…. y si siempre estamos corriendo, ¿dónde queda el lugar al que volver cuando nos sentimos agotados o perdidos?

Ese lugar existe, y no está fuera. Está dentro de ti. Es tu isla emocional.
Un refugio propio al que acudir cuando el mundo pesa, un espacio interior que te recuerda quién eres y lo que realmente importa.


Por qué es importante tu isla interior. Tener un refugio emocional no es un lujo, es una necesidad para tu vida cotidiana. Te porque te permite:

  • Recuperar la calma en medio del ruido y el estrés.
  • Ganar claridad cuando no sabes hacia dónde vas.
  • Conectar contigo mismo y con las personas que de verdad te sostienen.
  • Reforzar tu propósito de vida, porque solo desde la pausa puedes recordar hacia dónde quieres caminar.

“No se trata de escapar del mundo, sino de aprender a habitarlo desde tu propia isla interior.”


PROPUESTA PRÁCTICA: para tu vida

Esta semana regálate un momento para diseñar tu isla interior.

  1. En un folio en blanco.
  2. Dibuja o escribe 3 elementos que no pueden faltar en tu refugio emocional (personas, recuerdos, objetos, hábitos). Decóralo y hazlo bonito.
  3. Colócalo en un lugar visible: tu escritorio, tu nevera, tu agenda…

Cada vez que lo mires, recuerda: puedes volver a ti en cualquier momento.

Este ejercicio es solo el comienzo. En mi libro En la Isla de las Emociones y en mis mentorías te acompaño a recorrer esta isla como un viaje de aventuras: a reconocer tus paisajes internos, a descubrir tus mareas emocionales y a construir un refugio real y práctico para tu día a día.

Si sientes que ha llegado el momento de dejar de sobrevivir y empezar a vivir con calma, claridad y propósito, te invito a dar este paso conmigo.
Porque tu isla no es un lugar de fantasía: es el espacio donde recuperas tu vida.

APRENDER A PARAR PARA RECONECTAR

Llegamos a un punto en el que el cansancio ya no es solo físico. La mente también arrastra peso. Y, sin darnos cuenta, ese desgaste se traduce en frases que repetimos como un eco: “no valgo”, “siempre fallo”, “nunca lo hago bien”. Son creencias negativas, ideas que nos repetimos tanto que acaban pareciendo verdad, aunque no lo sean.

El problema no es que aparezcan, sino que terminan condicionando nuestra manera de sentir, de actuar y de decidir.

Y aquí está la clave: no se trata de olvidar de golpe esas frases. El cerebro funciona creando rutas, caminos. Si llevas años alimentando un pensamiento, ese camino se vuelve fuerte y automático. Pero la buena noticia es que puedes crear nuevas rutas. Al principio serán débiles, pero cuanto más las alimentes, más fuerza tendrán… hasta que la antigua pierda peso y tu mente empiece a lanzarte pensamientos nuevos.

Ese es el verdadero poder de parar, escucharte y elegir de nuevo. Te invito a que esta semana dediques unos minutos al día a este ejercicio:

  1. Escribe una frase negativa que suelas repetirte.
    Ejemplo: “Nunca lo hago bien”, “No valgo lo suficiente”, “Siempre fallo”.
  2. Sustitúyela por una afirmación positiva y realista.
    Ejemplo: “Confío en mí”, “Lo hago lo mejor que puedo cada día”, “Merezco descanso y amor”.
  3. Repite tu nueva frase tres veces al día: al despertar, en una pausa y antes de dormir.

Es un gesto sencillo, pero al hacerlo estás entrenando a tu cerebro a crear un nuevo circuito. Poco a poco, esa nueva ruta se fortalecerá y empezará a transformar tu manera de sentir y de vivir.

  • Recuperas confianza en ti mismo/a porque cambias la manera de hablarte.
  • Refuerzas tu propósito, ya que tus pensamientos empiezan a alinear lo que haces con lo que deseas.
  • Ganas calma y dirección, porque eliges a conciencia dónde pones tu energía.
  • Creas un hábito poderoso, que poco a poco reemplaza la voz que te limita.

Y si quieres ir más allá…imagina lo que podrías lograr con un acompañamiento cercano, herramientas prácticas y un plan claro para sostener estos cambios.

Creemos que nos falta tiempo o fuerza de voluntad, pero en realidad lo que necesitamos es parar, mirarnos y reconectar con lo esencial.

No basta con empezar con ilusión, lo importante es mantener el rumbo cuando llegan el cansancio y las dudas.

Por eso he creado mis mentorías online: un espacio cercano y práctico para recuperar tu energía, volver a lo que importa y vivir con propósito.

Cuidarte no es un lujo, es la base de todo.
Si este es tu momento, escríbeme y te cuento cómo empezar.


“No podemos borrar lo que nos hirió, pero sí podemos elegir nuevas palabras que nos devuelvan a lo importante: volver a ti.”


PROPUESTA PRÁCTICA: para esta semana

Busca tu diario de sentimientos y escribe:

  • Una frase negativa que quieras transformar.
  • La nueva frase que vas a instalar.
  • Cada noche, anota cómo te sentiste al repetirla durante el día.

Al final de la semana, revisa lo que escribiste y observa si algo ha cambiado en tu forma de mirarte o de sentirte.


CUIDAR TU ENERGÍA: TU MAYOR TESORO

¿Alguna vez has sentido que empiezas el día con ilusión y, a mitad de la jornada, ya estás agotado como si hubieras corrido una maratón sin moverte de la silla?
No es falta de fuerza de voluntad, ni que “no sepas organizarte”. La verdadera razón es que no sabemos cuidar ni proteger nuestra energía. Y cuando la dejamos escapar sin darnos cuenta, llegan el cansancio, la frustración y esa sensación de que, por mucho que hagamos, nunca es suficiente.

La vida no se trata de hacer más y más. Se trata de aprender a gestionar dónde y cómo ponemos nuestra energía, porque ese es el recurso más valioso que tenemos.

Piensa en esto: puedes tener todas las ganas del mundo, pero si no sabes hacia dónde te diriges, te vas ahogando en mil tareas pequeñas, en exigencias ajenas, en distracciones constantes… y acabas con la batería vital bajo mínimos.

Cuando logras hacerlo, todo cambia:

  • Tu día deja de estar dominado por el cansancio.
  • Recuperas claridad para elegir lo que de verdad importa.
  • Empiezas a vivir con más calma, equilibrio y propósito.

Si sientes que necesitas acompañamiento para sostener este proceso y no volver a caer en el piloto automático, aquí estoy para ayudarte.

Mis mentorías online, tanto individuales como grupales, y mis talleres presenciales para equipos e instituciones están diseñados para que recuperes tu energía, claridad y motivación desde la experiencia real y herramientas prácticas.

Además, puedes unirte a mi grupo gratuito de WhatsApp “Energía & Equilibrio”, un espacio cercano para compartir estrategias y recordarte que no estás solo en este camino.

Porque cuidarte no es un lujo: es la base para vivir con propósito.

“Tu energía es tu mayor tesoro: cuídala, protégela y decide dónde ponerla.”

PROPUESTA PRÁCTICA: para tu vida cotidiana. Te invito a algo muy sencillo pero transformador:

  1. Haz dos columnas en tu Diario de Sentimientos. Una titulada “Me recarga” y otra “Me desgasta”.
  2. Escribe al menos cinco cosas en cada columna. Sé honesto contigo: no pienses en lo que “debería ser”, sino en lo que realmente sientes.
  3. Marca con un círculo lo que más te recarga y con una cruz lo que más te desgasta.
  4. Toma una decisión consciente:
    • Potencia una acción de las que te recargan.
    • Reduce o elimina una acción de las que te desgastan.
  5. Al final del día, escribe en tu Diario de Sentimientos cómo te has sentido al hacerlo.

Verás que estos pequeños gestos no son banales: son el inicio de un cambio profundo. Son las pistas que te señalan hacia dónde te lleva tu brújula interior. Y si sigues ese camino, poco a poco descubrirás lo que de verdad te mueve: tu propósito de vida.


EL MOMENTO DE VOLVER A TI ES AHORA

Cada año, por estas fechas, se repite la misma historia.
Muchos se dicen:
«En septiembre empiezo de nuevo.»
«Después del verano, me organizo.»
«Cuando pase todo esto, cambiaré….»

Pero la verdad es otra: septiembre no trae un reparto de propósitos mágicos junto con la vuelta al trabajo.
Si no haces nada distinto ahora, nada cambiará después.

El verano no es solo un paréntesis para descansar del trabajo.
Es una oportunidad perfecta para reconectar contigo, porque tienes más espacio mental, menos ruido y, a veces, la distancia suficiente para mirar tu vida desde fuera.

Y si sabes aprovecharlo, puede ser el inicio de un cambio que transforme tu energía, tu motivación y tu sentido de vida.

Por qué reconectar con tu propósito lo cambia todo

Vivir sin propósito es como remar sin brújula: puedes gastar toda tu energía, pero sin llegar a ningún puerto que realmente te importe.

Cuando reconectas con tu propósito:

  • Tu energía se multiplica, porque dejas de invertir en cosas que no te llenan.
  • Tu motivación se vuelve estable, porque sabes para qué te levantas cada mañana.
  • Tu mente se calma, porque priorizas lo esencial y sueltas el resto.
  • Tus decisiones son más claras, porque tienes un criterio profundo que te guía.

El propósito no es un lujo filosófico. Es combustible vital. Y cuando lo pierdes, te apagas… aunque tu vida, desde fuera, parezca “perfecta”.

Este verano puede ser un descanso más… o puede ser el punto de inflexión que estabas esperando.
La diferencia no la marca el calendario, la marcas tú, con una decisión: dejar de esperar y empezar a vivir con sentido.

Si quieres dar ese paso con guía y un plan claro, te acompaño en con un Reseteo Vital: 8 semanas para reconectar con tu propósito y recuperar tu energía real.

Tu propósito es la gasolina de tu alma: sin él, puedes avanzar… pero nunca disfrutar el viaje.

PROPUESTA PRÁCTICA: para estas vacaciones

Te propongo un ejercicio simple, pero profundamente revelador.
Durante una semana:

Cada mañana, antes de mirar el móvil, escribe en un papel:

“Hoy me sentiría vivo si…” y completa la frase con lo primero que te salga, sin filtros.

Cada noche, pregúntate:

“¿Qué he hecho hoy que me acerque a esa sensación?”
y anótalo, aunque sea algo pequeño.

Al final de la semana, revisa tus respuestas y busca patrones.
Ahí, escondidas entre líneas, están las pistas de lo que de verdad te importa.

No se trata de encontrar la respuesta completa en una semana,
sino de empezar a escuchar lo que tu vida te lleva tiempo pidiendo.

Este verano no viajes solo… llévate a quien más te necesita: a ti

Hay veranos en los que hacemos la maleta con cuidado: ropa fresca, protector solar, un buen libro, ganas de desconectar… pero nos olvidamos de lo más importante: llevarnos a nosotros mismos.

Te hablo de estar de verdad, no solo físicamente. Porque puedes irte a la otra punta del mundo y seguir cargando con la misma prisa, las mismas preocupaciones y la misma desconexión que te acompaña el resto del año. Y así, aunque cambie el paisaje, dentro no cambia nada.

En mi vida, he tenido vacaciones en las que el cuerpo descansaba, pero la mente seguía corriendo. Hasta que entendí que el verano no es solo para “desconectar del trabajo”, sino para reconectar conmigo.

Cuando el calor aprieta, nada sienta mejor que meterse en el agua. No solo porque baja la temperatura, sino porque todo parece más claro después: la vista, el cuerpo, la mente.

El autocuidado en vacaciones es algo parecido: refrescarse por dentro para ver con más claridad tu vida, tus emociones y tus necesidades. Es bajarle unos grados al estrés acumulado y darte el espacio para escucharte sin ruido.

Si no haces este “baño interior”, corres el riesgo de que tus vacaciones sean solo un paréntesis… y que, al volver, todo siga igual o peor.

Mis libros no son de autoayuda, son de autodescubrimiento. Están pensados para que tengas una brújula emocional a mano: ejercicios, reflexiones y retos que no solo llenan páginas, sino que te ayudan a llenarte a ti.

Si quieres un verano de verdad transformador, llévatelos contigo. Y si sientes que necesitas un acompañamiento más cercano, mis mentorías y talleres pueden ayudarte a bajar el ritmo, escucharte y reconectar con tu propósito… incluso en chanclas.

Este verano, llévate a ti. Mis libros y mentorías están aquí para ayudarte a reconectar con lo que eres y lo que quieres.
pedrolupi.es/mis-libros

«El mejor viaje de este verano no está en un mapa, está dentro de ti.»

PROPUESTA PRÁCTICA: para estos días de vacaciones y verano

  • Elige un momento del día y conviértelo en tu ritual de escucha: puede ser un café por la mañana, una ducha, o sentarte a mirar el mar.
  • Hazlo sin móvil, sin música, sin distracciones. Solo tú y ese instante.
  • Después, anótalo en tu Diario de Sentimientos: qué sentiste, qué pensaste, qué cambió en ti. Si puedes, añade una foto para recordarlo cuando vuelvas a la rutina.

Porque si entrenas este hábito en vacaciones, será mucho más fácil mantenerlo el resto del año.

¿EVALUAMOS EL PRIMER MES DE VERANO?

Julio se ha terminado y con él se va esa ansia inicial con el que empezamos las vacaciones. El entusiasmo por parar, por descansar, por reconectar. Pero la pregunta real es: ¿lo hemos conseguido?

El verano nos regala la posibilidad de un cambio de ritmo, sí, pero muchas veces también nos pone delante de un espejo. Porque no se trata solo de hacer planes o de desconectar. Se trata de conectarnos con lo que realmente importa. Y eso, muchas veces, se nos escapa en medio de las prisas, los viajes, el calor y los compromisos.

Quizá julio haya pasado más rápido de lo que pensabas. Quizá has estado rodeado de gente, pero no has podido estar contigo. Quizá aún no has parado de verdad. Hacer balance no es para fustigarse ni para reprocharse nada. Es para mirar dónde estás, cómo estás y qué podrías hacer diferente en agosto.

No dejes pasar agosto esperando a que pase. Haz que sea un punto de inflexión.
Regálate este espacio. Escríbeme y te cuento cómo empezar. Tu bienestar no puede esperar a septiembre. Y tú tampoco.

Y si no sabes por dónde empezar…Si sientes que necesitas ayuda para ordenar lo que sientes, para reenfocar, para darte prioridad, quiero decirte algo muy claro: no tienes que hacerlo solo. Pongo a tu disposición:

  • Mentoría individual, adaptada a ti y a tu momento vital.
  • Mentoría grupal, en un espacio de acompañamiento real y transformador.
  • El grupo privado de WhatsApp, donde cada semana compartimos herramientas, propuestas, apoyo y motivación para volver a ti.

Hacer balance no es mirar hacia atrás, es darte una nueva dirección.

PROPUESTA PRÁCTICA: Haz balance emocional de julio

Regálate quince minutos en calma, silencio y mucha paz. Busca un rincón tranquilo y respóndete por escrito en el diario de sentimientos, sin filtros, sin exigencias:

  • ¿Cómo he llegado emocionalmente a este punto del verano?
  • ¿Qué momentos me han hecho sentir bien? ¿Cuáles me han desconectado?
  • ¿Qué emociones han estado más presentes durante este mes?
  • ¿Qué me ha faltado? ¿Qué me ha sobrado?
  • ¿Qué me gustaría que fuera diferente en agosto?

Después, escribe tres decisiones pequeñas pero importantes para empezar agosto con más intención. Por ejemplo:

  • Reservar cada día un espacio para mí, sin pantallas ni distracciones.
  • Decir no a planes que me quitan energía.
  • Retomar un hábito que me conecte conmigo: caminar, escribir, escuchar música.

EN VACACIONES HAY QUE VIVIR A OTRO RITMO

No sé tú, pero yo he vivido muchos veranos en los que, aunque tuviera tiempo, mi cabeza no paraba. Me costaba relajarme. Era como si el cuerpo estuviera de vacaciones pero la mente siguiera corriendo. Hasta que un día lo entendí: no era cuestión de tiempo libre, era cuestión de ritmo.

Vivimos acelerados todo el año. Haciendo mil cosas, corriendo de un lado a otro, siempre con algo pendiente, sin espacio ni para respirar, para parar. Y lo peor es que nos acostumbramos. Creemos que eso es vivir. Pero sabes muy bien que no lo es.

A mí la vida me ha parado en seco varias veces. Y no con una señal suave, sino con un frenazo. Momentos en los que me sentía perdido, desconectado, sin ganas de nada. Lo que me salvó fue aprender a escucharme, a bajar el ritmo y a reconectar conmigo, a parar. No fue fácil, pero me transformó. Y por eso te digo hoy, sin rodeos: si en vacaciones, si en verano no bajas el ritmo, estás perdiendo una gran oportunidad.

El verano no es solo descanso, es aprendizaje. Las vacaciones no son solo para “desconectar del trabajo”. Son para reaprender a vivir. Para probar cómo sería moverse sin prisa, dormir sin culpa, hacer algo solo porque sí, porque te apetece, sin esperar nada a cambio. Si seguimos a tope incluso en verano, nos perdemos algo muy valioso: la posibilidad de descubrir un ritmo que sí se parece a la vida que queremos. Uno más humano, más presente, más en paz.

¿Y si lo pruebas? No te propongo grandes cambios. Solo esto: Elige una cosa al día y hazla lento. A conciencia. Sin móvil, sin ruido. Puede ser tomarte un café, tender la ropa, darte una ducha, mirar el cielo cinco minutos. Lo que sea. Hazlo como si fuera lo único que tienes que hacer. Porque, en ese momento, lo es. Y si notas que cuesta, que te aburres, que te pones nervioso… enhorabuena. Estás saliendo del piloto automático. Estás empezando a escucharte.

Y si necesitas una mano…A veces no basta con descansar. A veces lo que necesitamos es acompañamiento. Alguien que nos ayude a parar de verdad, a escuchar lo que hay dentro y a volver a conectar con lo que nos mueve. Eso es lo que hago con personas y grupos a los que acompaño: talleres, sesiones individuales, mentoría emocional y procesos creativos para volver a uno mismo y recuperar la motivación.

Si crees que este puede ser tu momento, escríbeme o entra al grupo de WhatsApp. Estoy aquí para ayudarte a bajar el ritmo… y subirle el sentido a tu vida.

Este verano no te limites a descansar. Aprovecha para entrenar otra forma de estar en el mundo. De sentir la vida. De vivir desde dentro.

PROPUESTA PRÁCTICA: para tu día a día en verano, vacaciones y todo el año

Elige una actividad sencilla del día y hazla de forma lenta y consciente. No pongas música. No mires el móvil. Solo haz eso. Estés donde estés, con quien estés, hazlo con atención.

Puede ser algo tan cotidiano como:

  • Ducharte
  • Caminar
  • Prepararte un café
  • Tender la ropa
  • Cocinar algo sencillo

Hazlo sin prisa. Como si fuera importante. Porque lo es. Es tu momento de estar. De habitar el presente. De darte permiso para sentir que estás vivo.

Y quizás, cuando llegue septiembre y todo vuelva a acelerarse, algo de ese ritmo aprendido en verano se quede contigo. No porque lo impongas, sino porque lo has elegido. Porque te hace bien. Escribe todo lo que sientes, vives, haces…durante esta práctica en el diario de sentimientos e incluso pon alguna foto, para recordarlo cuando comiences a acelerarte.

ESTAS VACACIONES…BUSCA UN MANTRA ANTES DE DE EL CAOS LO HAGA POR TI

El verano, las vacaciones tienen como objetivo ser tiempo de descanso, desconexión, viajes y cenas largas con amigos. Pero puede convertirse, sin darte cuenta, en una trampa de inercia, rutina y estrés que no te ayude a encontrar esa paz y descanso que necesitas urgentemente.

Hacer por hacer, ir a determinados lugares porque “toca”, decidir según lo que esperan los demás… Y cuando te das cuenta… ya es agosto y tú sigues sin haber respirado a gusto ni un solo día. Por eso, te propongo algo muy simple, pero con mucho poder:
Crear tu mantra. Una frase corta, pero con intención. Tu brújula personal para este verano.

Porque no se trata de hacer más. Se trata de no olvidarte de ti mientras vives las vacaciones.

¿Qué es un mantra y para qué sirve?

No es una frase de taza ni de cartel motivacional.
Un mantra es un recordatorio emocional.
Una frase que te recuerda, en medio del ruido, lo que tú has elegido vivir.

Un mantra no tiene que sonar bonito. Tiene que sonar auténtico.
Tiene que servirte como ancla para no perder el rumbo.

¿Y si no sabes ni por dónde empezar?

También eso forma parte del camino. Y para eso están mis acompañamientos.

Te ofrezco mis mentorías emocionales individuales para ayudarte a reconectar contigo, con tu ritmo y con lo que de verdad te mueve.
Y además, puedes sumarte gratuitamente al grupo de WhatsApp “Energía y Equilibrio”, donde cada semana comparto propuestas sencillas como esta, ejercicios prácticos y apoyo real para que este verano sea distinto.

Si quieres empezar, escríbeme a través del formulario de la web o entra en pedrolupi.es

Porque este verano, estas vacaciones no son para exigirte más. Son para sentirte más. Para vivir desde dentro, descansar sin culpa y con mucho propósito.

Y a veces, todo empieza con una frase. La tuya.

Si no eliges tu rumbo, el verano lo elige por ti. Y no siempre elige bien.

PROPUESTA PRÁCTICA para esta semana

  • Uno. Busca un momento tranquilo. Al despertar, después de caminar, mientras tomas un café o simplemente cuando tengas diez minutos sin distracciones.
  • Dos. Pregúntate con honestidad: ¿Qué quiero vivir este verano? ¿Qué necesito de mí?
  • Tres. Escribe una frase corta que resuma eso. Algunos ejemplos:

– Este verano es para mí
– Vuelvo a mi centro
– Descanso con sentido
– No me exijo más, me escucho
– Hoy también me elijo

  • Cuatro. Ponla en un lugar visible. Pantalla del móvil, espejo del baño, tu diario emocional o una nota en tu escritorio. Que te la recuerde cada día.
  • Cinco. Léela con calma. Cada mañana, cada vez que te despistes o cuando vuelvas a exigirte más de la cuenta.

No necesitas motivación artificial. Solo una dirección clara y un poco de compasión contigo.

CUIDARTE NO ES UN PREMIO. ES UNA PRIORIDAD

Durante años nos han hecho creer que el autocuidado es opcional, un lujo, algo que te ganas cuando ya lo has dado todo. Una especie de descanso merecido después de haber cruzado todos los límites.

Cuidarte no debería ser el final del camino. Debería ser el punto de partida. No es egoísmo. No es debilidad. Es una forma de respeto hacia ti mismo. Una manera de decirte: también importo.

Porque si tú no estás bien, nada lo está del todo. Porque sostener a todos mientras tú te apagas, no es fortaleza. Es desgaste. Porque nadie puede escucharte si tú no te escuchas primero.

Nos han enseñado a aguantar, a rendir, a llegar. Pero no nos han enseñado a parar. A revisar cómo estamos. A reconocer cuándo ya es suficiente.

Y entonces pasa lo que sabes bien: vas tirando, sobreviviendo, aparentando.
Hasta que un día te das cuenta de que no sabes ni cómo llegaste ahí. Solo que estás agotado, desconectado, en automático.

Ahí es donde empieza el cambio. Cuando eliges escucharte. Cuando entiendes que el cuerpo no te pide descanso por capricho. Te lo pide porque es urgente.

Si sientes que lo necesitas, que no sabes por dónde comenzar, o que lo has intentado todo menos escucharte de verdad, escríbeme.
Mis mentorías emocionales están pensadas para eso: ayudarte a recuperar tu energía, tu calma y tu dirección.

No para que hagas más. Para que vivas mejor.


No estás agotado porque haces mucho. Estás agotado porque te olvidas de ti.

PROPUESTA PRÁCTICA para los días de verano y vacaciones:

  • Haz una pausa de diez minutos. Sin móvil. Sin distracciones. Solo tú contigo.
  • Siéntate en silencio y hazte esta pregunta con sinceridad: ¿Qué estoy necesitando de mí en este momento?
  • No busques grandes respuestas. Solo escucha. A veces, un gesto pequeño, real y posible, puede ser el inicio de un cambio profundo.
  • Cuidarte es urgente. Y este puede ser un buen momento para empezar. ¿Qué se te ocurre que puedes hacer hoy mismo? ¿Ahora mismo?

Fin de curso: no comiences el verano como si nada

No sigas como si nada. No entres en el verano como si no pasara nada. La mayoría llegamos a este punto con la energía bajo mínimos: agotados, saturados, desbordados por dentro aunque por fuera sigamos funcionando. Y eso no es normal, aunque lo hayamos normalizado.

Hemos aguantado demasiado durante todo el curso y, sobre todo, en la recta final. Hemos estado en mil lugares y en con muy pocos momentos para nosotros. Y ahora, cuando por fin parece que toca descansar, ni siquiera sabemos cómo hacerlo.

Porque descansar sin sentido, sin propósito, sin saber qué necesitas de verdad… no sirve. No es raro sentir que algo no encaja. Que aunque todo parece estar bien, por dentro hay ruido, tensión, preguntas sin responder. Y eso no es debilidad. Es tu cuerpo, tu mente y tu corazón pidiéndote parar. Pidiéndote volver.

Porque no se trata solo de descansar. Se trata de cómo descansas. Y de para qué lo haces.

El verano no tiene por qué ser solo sol, playa y muchos planes.
Puede ser tu punto de inflexión. Un antes y un después.
Un espacio para reconectar contigo. Para mirarte sin prisa.
Y para decidir cómo quieres vivir lo que viene.

Este es el momento. Justo ahora. Antes de llenar tu agenda de cosas “para desconectar”, este es el momento para mirar hacia dentro y preguntarte con honestidad:

  • ¿Qué necesito de verdad?
  • ¿Qué me ha pasado por dentro estos meses?
  • ¿Cómo quiero vivir este verano?
  • ¿Qué quiero recuperar de mí que he dejado olvidado?

No hay vacaciones plenas si no sabes de qué necesitas descansar. No hay descanso real si no sabes qué te ha dolido, qué te ha faltado, qué necesitas sanar.

Este es el momento perfecto para parar y escucharte. Y si no sabes cómo, te lo pongo fácil:

He creado la Escuela de Verano Online: Un viaje para ti. No es un curso más.
Es una experiencia transformadora. 3 sesiones en directo, prácticas, profundas y cercanas para que este verano sea TU momento. Para que dejes de vivir en modo “aguanta” y empieces a vivir en modo “me cuido”.

Te acompaño paso a paso. Sin presión. Sin exigencias. Con herramientas que funcionan, con apoyo real y con mucho corazón.

¿Te animas? Escríbeme y te cuento cómo apuntarte. Porque no hay mejor inversión este verano… que en ti.

ENLACE para información y matrícula

Saber cómo estás no es un capricho, es el primer paso para vivir mejor lo que viene.

PROPUESTA PRÁCTICA: Para terminar el curso con más sentido

  • Escribe en el diario de sentimientos cómo llegas al final de este curso.
    Sé honesto. No maquilles nada. Solo escríbelo.
  • Pregúntate qué necesitas de verdad para este verano.
    Y no respondas con un “nada” o “ya descansaré”. Respóndete con lo que tu corazón lleva tiempo pidiendo.
  • Haz algo pequeño cada semana solo para ti.
    Un paseo sin móvil.
    Una mañana sin hacer nada.
    Una conversación contigo mismo/a.
    Algo que te devuelva tu ritmo, tu luz, tu dirección.