ESTAS VACACIONES…BUSCA UN MANTRA ANTES DE DE EL CAOS LO HAGA POR TI

El verano, las vacaciones tienen como objetivo ser tiempo de descanso, desconexión, viajes y cenas largas con amigos. Pero puede convertirse, sin darte cuenta, en una trampa de inercia, rutina y estrés que no te ayude a encontrar esa paz y descanso que necesitas urgentemente.

Hacer por hacer, ir a determinados lugares porque “toca”, decidir según lo que esperan los demás… Y cuando te das cuenta… ya es agosto y tú sigues sin haber respirado a gusto ni un solo día. Por eso, te propongo algo muy simple, pero con mucho poder:
Crear tu mantra. Una frase corta, pero con intención. Tu brújula personal para este verano.

Porque no se trata de hacer más. Se trata de no olvidarte de ti mientras vives las vacaciones.

¿Qué es un mantra y para qué sirve?

No es una frase de taza ni de cartel motivacional.
Un mantra es un recordatorio emocional.
Una frase que te recuerda, en medio del ruido, lo que tú has elegido vivir.

Un mantra no tiene que sonar bonito. Tiene que sonar auténtico.
Tiene que servirte como ancla para no perder el rumbo.

¿Y si no sabes ni por dónde empezar?

También eso forma parte del camino. Y para eso están mis acompañamientos.

Te ofrezco mis mentorías emocionales individuales para ayudarte a reconectar contigo, con tu ritmo y con lo que de verdad te mueve.
Y además, puedes sumarte gratuitamente al grupo de WhatsApp “Energía y Equilibrio”, donde cada semana comparto propuestas sencillas como esta, ejercicios prácticos y apoyo real para que este verano sea distinto.

Si quieres empezar, escríbeme a través del formulario de la web o entra en pedrolupi.es

Porque este verano, estas vacaciones no son para exigirte más. Son para sentirte más. Para vivir desde dentro, descansar sin culpa y con mucho propósito.

Y a veces, todo empieza con una frase. La tuya.

Si no eliges tu rumbo, el verano lo elige por ti. Y no siempre elige bien.

PROPUESTA PRÁCTICA para esta semana

  • Uno. Busca un momento tranquilo. Al despertar, después de caminar, mientras tomas un café o simplemente cuando tengas diez minutos sin distracciones.
  • Dos. Pregúntate con honestidad: ¿Qué quiero vivir este verano? ¿Qué necesito de mí?
  • Tres. Escribe una frase corta que resuma eso. Algunos ejemplos:

– Este verano es para mí
– Vuelvo a mi centro
– Descanso con sentido
– No me exijo más, me escucho
– Hoy también me elijo

  • Cuatro. Ponla en un lugar visible. Pantalla del móvil, espejo del baño, tu diario emocional o una nota en tu escritorio. Que te la recuerde cada día.
  • Cinco. Léela con calma. Cada mañana, cada vez que te despistes o cuando vuelvas a exigirte más de la cuenta.

No necesitas motivación artificial. Solo una dirección clara y un poco de compasión contigo.

CUIDARTE NO ES UN PREMIO. ES UNA PRIORIDAD

Durante años nos han hecho creer que el autocuidado es opcional, un lujo, algo que te ganas cuando ya lo has dado todo. Una especie de descanso merecido después de haber cruzado todos los límites.

Cuidarte no debería ser el final del camino. Debería ser el punto de partida. No es egoísmo. No es debilidad. Es una forma de respeto hacia ti mismo. Una manera de decirte: también importo.

Porque si tú no estás bien, nada lo está del todo. Porque sostener a todos mientras tú te apagas, no es fortaleza. Es desgaste. Porque nadie puede escucharte si tú no te escuchas primero.

Nos han enseñado a aguantar, a rendir, a llegar. Pero no nos han enseñado a parar. A revisar cómo estamos. A reconocer cuándo ya es suficiente.

Y entonces pasa lo que sabes bien: vas tirando, sobreviviendo, aparentando.
Hasta que un día te das cuenta de que no sabes ni cómo llegaste ahí. Solo que estás agotado, desconectado, en automático.

Ahí es donde empieza el cambio. Cuando eliges escucharte. Cuando entiendes que el cuerpo no te pide descanso por capricho. Te lo pide porque es urgente.

Si sientes que lo necesitas, que no sabes por dónde comenzar, o que lo has intentado todo menos escucharte de verdad, escríbeme.
Mis mentorías emocionales están pensadas para eso: ayudarte a recuperar tu energía, tu calma y tu dirección.

No para que hagas más. Para que vivas mejor.


No estás agotado porque haces mucho. Estás agotado porque te olvidas de ti.

PROPUESTA PRÁCTICA para los días de verano y vacaciones:

  • Haz una pausa de diez minutos. Sin móvil. Sin distracciones. Solo tú contigo.
  • Siéntate en silencio y hazte esta pregunta con sinceridad: ¿Qué estoy necesitando de mí en este momento?
  • No busques grandes respuestas. Solo escucha. A veces, un gesto pequeño, real y posible, puede ser el inicio de un cambio profundo.
  • Cuidarte es urgente. Y este puede ser un buen momento para empezar. ¿Qué se te ocurre que puedes hacer hoy mismo? ¿Ahora mismo?

Fin de curso: no comiences el verano como si nada

No sigas como si nada. No entres en el verano como si no pasara nada. La mayoría llegamos a este punto con la energía bajo mínimos: agotados, saturados, desbordados por dentro aunque por fuera sigamos funcionando. Y eso no es normal, aunque lo hayamos normalizado.

Hemos aguantado demasiado durante todo el curso y, sobre todo, en la recta final. Hemos estado en mil lugares y en con muy pocos momentos para nosotros. Y ahora, cuando por fin parece que toca descansar, ni siquiera sabemos cómo hacerlo.

Porque descansar sin sentido, sin propósito, sin saber qué necesitas de verdad… no sirve. No es raro sentir que algo no encaja. Que aunque todo parece estar bien, por dentro hay ruido, tensión, preguntas sin responder. Y eso no es debilidad. Es tu cuerpo, tu mente y tu corazón pidiéndote parar. Pidiéndote volver.

Porque no se trata solo de descansar. Se trata de cómo descansas. Y de para qué lo haces.

El verano no tiene por qué ser solo sol, playa y muchos planes.
Puede ser tu punto de inflexión. Un antes y un después.
Un espacio para reconectar contigo. Para mirarte sin prisa.
Y para decidir cómo quieres vivir lo que viene.

Este es el momento. Justo ahora. Antes de llenar tu agenda de cosas “para desconectar”, este es el momento para mirar hacia dentro y preguntarte con honestidad:

  • ¿Qué necesito de verdad?
  • ¿Qué me ha pasado por dentro estos meses?
  • ¿Cómo quiero vivir este verano?
  • ¿Qué quiero recuperar de mí que he dejado olvidado?

No hay vacaciones plenas si no sabes de qué necesitas descansar. No hay descanso real si no sabes qué te ha dolido, qué te ha faltado, qué necesitas sanar.

Este es el momento perfecto para parar y escucharte. Y si no sabes cómo, te lo pongo fácil:

He creado la Escuela de Verano Online: Un viaje para ti. No es un curso más.
Es una experiencia transformadora. 3 sesiones en directo, prácticas, profundas y cercanas para que este verano sea TU momento. Para que dejes de vivir en modo “aguanta” y empieces a vivir en modo “me cuido”.

Te acompaño paso a paso. Sin presión. Sin exigencias. Con herramientas que funcionan, con apoyo real y con mucho corazón.

¿Te animas? Escríbeme y te cuento cómo apuntarte. Porque no hay mejor inversión este verano… que en ti.

ENLACE para información y matrícula

Saber cómo estás no es un capricho, es el primer paso para vivir mejor lo que viene.

PROPUESTA PRÁCTICA: Para terminar el curso con más sentido

  • Escribe en el diario de sentimientos cómo llegas al final de este curso.
    Sé honesto. No maquilles nada. Solo escríbelo.
  • Pregúntate qué necesitas de verdad para este verano.
    Y no respondas con un “nada” o “ya descansaré”. Respóndete con lo que tu corazón lleva tiempo pidiendo.
  • Haz algo pequeño cada semana solo para ti.
    Un paseo sin móvil.
    Una mañana sin hacer nada.
    Una conversación contigo mismo/a.
    Algo que te devuelva tu ritmo, tu luz, tu dirección.

Este verano, vuelve a ti

«No hay verano fuera si no lo llevas dentro.»

Empieza el verano. Y con él, los planes, las vacaciones, el cambio de ritmo. Todo parece diseñado para que desconectemos, para que por fin descansemos. Pero muchas veces, detrás de esa desconexión, lo que realmente ocurre es otra cosa: seguimos funcionando. Solo que con ropa más ligera.

¿Y si este verano no se tratara de hacer más cosas, sino dedicar tiempo para ti?

No hace falta llenarse de actividades para que el verano tenga sentido. Lo que necesitamos, muchas veces, no es salir fuera, sino mirar hacia dentro. No necesitamos más estímulos, necesitamos tiempo de calidad para nosotros.

Por qué es importante dedicarnos tiempo

Porque llevamos meses cumpliendo, educando, cuidando, aguantando, dando más de lo que teníamos. Porque si no hacemos tiempo para nosotros, nadie va a venir a darnos permiso. Porque cuidarnos no es un lujo. Es necesidad. No lo olvidemos jamás.

Dedicarnos tiempo a cuidarnos, a descansar no es egoísmo. Es reconocer que también somos importantes. Que no podemos seguir postergándonos. Que no podemos ser el último plan. Que no podemos dejarnos para el final.

El cuerpo pide descanso, sí. Pero también lo piden la mente, las emociones, el alma. Y eso no se cura con una semana de playa ni con dormir un poco más. Se empieza a sanar cuando decidimos volver a nosotros.

Qué pasa cuando nos elegimos

  • Empezamos a sentirnos más ligeros, sin tanto peso interno
  • Tomamos decisiones más coherentes, más alineadas con nosotros
  • Recuperamos energía sin tener que demostrar nada
  • Nos escuchamos sin culpa, sin exigencias
  • Nos miramos con más amabilidad
  • Y, sobre todo, dejamos de vivir por inercia

Si no sabes por dónde empezar, no pasa nada

Estoy aquí para eso. Para acompañarte. Para que este verano no sea otro verano más.
Para que no solo descanses, sino que te reconectes.

Mentorías individuales, grupos emocionales, procesos de verdad y humanos para personas que están cansadas de fingir que están bien.

Escríbeme y te cuento cómo puedes empezar. Porque no hay mejor plan de verano que volver a ti.

«No necesitamos más tiempo libre. Necesitamos tiempo para nosotros.»

PROPUESTA PRÁCTICA para este verano, te propongo algo sencillo, posible y real. Un pasaporte emocional que no te lleve a otro lugar, sino que te devuelva a casa. A ti.

Coge el diario de sentimientos. Y cada día, responde a estas tres frases:

  1. Hoy me celebro por…
  2. Hoy me permito…
  3. Hoy voy a hacer por mí..

Hazlo sin filtros, sin presión, sin expectativas. Aunque sea una sola palabra. Lo importante no es hacerlo perfecto, es hacerlo.

CUANDO DECIDES TÚ, EL TIEMPO CAMBIA

¿De verdad no tienes tiempo, o simplemente no estás en tu propia lista de prioridades?

Vivimos convencidos de que no tenemos tiempo. Nos lo decimos en voz alta y también en silencio, como una justificación, una excusa, como un escudo o como actitud de resignación “es lo que hay”. Y sin darnos cuenta, convertimos esa idea en una forma de vida, ¿Vida?

Pero… ¿y si no fuera del todo cierto este de que «no tienes tiempo»? ¿Y si lo que ocurre no es que te falte tiempo, sino que has dejado de elegirte?
¿Y si lo que está ocurriendo es que estás funcionando al ritmo de los demás, de las circunstancias, de lo que crees que tienes que hacer sí o sí, y ya no recuerdas cómo suena tu propio ritmo?

Cuando dejamos de priorizarnos, lo urgente se come lo importante.
Y lo importante, casi siempre, eres tú. Tu bienestar. Tu calma. Tu energía. Tu equilibrio. Lo que necesitas para no solo vivir, sino disfrutar, saborear, devorar…cada momento de tu día a día.

La agenda se llena. Pero tú no estás en ella, ¿verdad? Y eso tiene consecuencias y lo sabes: cansancio crónico, sensación de vacío, pérdida de sentido, apatía emocional.

Hoy no quiero proponerte una tarea más. Ni que te organices mejor. Quiero proponerte algo más profundo: Que vuelvas a estar presente en tu vida. Que seas importante.

Se trata de una nueva mirada hacia ti: ¿quién decide mi tiempo?

Revisa cómo usas el tiempo no es solo como una cuestión de productividad, sino como una cuestión de identidad. Porque cuando tú no decides tu tiempo, alguien o algo lo hace por ti.

Y ahí es cuando el agotamiento no viene solo por las tareas, el papeleo, la agenda…
sino de sentir que no tienes el control de tu propia vida, de tu tiempo.

La buena noticia es que siempre puedes volver a tomar el timón. Y no hace falta hacerlo con un gran giro. A veces, basta con una decisión pequeña pero firme.

¿Cómo aplicar esto a tu vida cotidiana? Aquí tienes una propuesta sencilla, práctica y posible:

1. Observa tu tiempo con otra mirada
Durante un día, anota en bloques de media hora en qué se va tu tiempo. Hazlo sin juicio. Solo observa. Después, subraya o marca:

  • Lo que hiciste por obligación
  • Lo que hiciste por los demás
  • Lo que hiciste desde la inercia
  • Lo que hiciste de verdad por ti

Verlo en el diario de sentimientos, con sinceridad y sin censurarte, simplemente es lo que vives.

2. Elige algo para ti
No esperes a tener una hora libre o un día perfecto. Elige algo pequeño, cotidiano, que puedas hacer esta semana. Por ejemplo:

  • Dejar el ordenador a una hora concreta y descansar de forma consciente.
  • Tomar tu café o infusión sin móvil y sin culpa.
  • Decir no a una reunión o tarea innecesaria.
  • Escribir tres frases cada noche en tu diario de sentimientos por los que ha merecido la pena el día.

¿Sabes los beneficios de priorizarte, así, sin culpa?

  • Recuperas el sentido de lo que haces
  • Vuelves a conectar con tu energía natural
  • Tomas decisiones más alineadas contigo
  • Aprendes a soltar la culpa que aparece cuando te eliges
  • Construyes una rutina emocional que te sostiene
  • Te colocas, de nuevo, en el centro de tu vida (sin egoísmo, con responsabilidad)

¿Quieres avanzar en serio en tu vida y gestionar tu tiempo? Pues es hora de tomar decisiones de verdad para vivir con más calma, dirección y motivación, te invito a unirte a:

  • El grupo gratuito de WhatsApp “Energía y Equilibrio”: donde comparto propuestas semanales para reconectar contigo desde lo cotidiano.
  • O al grupo privado “Reinicia tu vida”: cuatro semanas de trabajo emocional profundo con acompañamiento personalizado en un grupo reducido.

Escríbeme y te cuento cómo puedes sumarte.

Tu bienestar no es una cuestión de tiempo.
Es una cuestión de decisiones.


PROPUESTA PRÁCTICA: La he titulado «Tu agenda emocional»

  1. Abre tu diario de sentimientos
  2. Escribe estas dos preguntas y respóndelas con sinceridad:
  • ¿Qué estás haciendo en tu día a día que no te permite dedicar ni un momento para ti?
  • ¿Qué podrías hacer esta semana, aunque sea diez minutos para recuperar tu tiempo, tu vida, tus pasiones?
  1. Elige algo concreto para ti. Escríbelo y comprométete al 100%.
  2. Pega una nota en un lugar visible que te lo recuerde:
    Hoy, yo también estoy en mi agenda.

Y SI NO TE FALTA MOTIVACIÓN SINO PROPÓSITO

Hay momentos en los que parece que lo tienes todo en orden.
Una vida estable. Un trabajo seguro. Un día a día más o menos predecible.

Y sin embargo, por dentro algo no encaja. No estás mal, pero tampoco estás bien.
Sientes que algo te falta, aunque no sepas bien qué.

No es falta de motivación. Es desconexión de tu brújula interior. Esa que da sentido a lo que haces. Esa que te conecta con tu deseo profundo de vivir con plenitud.

Qué es el propósito de vida. El propósito no es una meta lejana ni una gran misión por descubrir. Es algo que se construye cada día. Es el sentido que le das a lo que haces, a cómo vives, a lo que eliges. Cuando estás conectado con tu propósito, todo empieza a tener más sentido. Cuando no, cualquier camino te cansa, cualquier tarea te vacía.

En mi trabajo como mentor emocional acompaño a personas que se sienten en este punto. Que han seguido todas las “normas” pero que sienten que algo les falta.
Que quieren reencontrar el rumbo. Volver a sentir energía. Recuperar la ilusión.

Y lo hacemos desde un enfoque cercano, práctico y profundamente humano. Desde la escucha, la calma y el cuidado.

Beneficios de reconectar con tu propósito: Cuando vuelves a conectar con lo que de verdad te mueve:

– Recuperas energía
– Tienes más claridad para decidir
– Disminuyes el estrés y el malestar
– Te sientes más tú
– Vuelves a disfrutar lo que haces
– Das lo mejor de ti, sin agotarte

No necesitas grandes respuestas. Solo empezar a escucharte. Y desde ahí, ir dando pasos con sentido.

Te puedo acompañar. Ofrezco mentorías emocionales individuales y grupales online y talleres y curos presenciales. Te ayudo a parar, escucharte, reenfocar y construir un camino que tenga sentido para ti.

Si sientes que ha llegado el momento de reconectar con tu propósito, escríbeme.
Juntos podemos empezar ese viaje.

No necesitas un mapa perfecto. Necesitas una brújula. Y esa brújula está en ti.

Propuesta práctica: Hoy te invito a parar y preguntarte:

– Qué actividades te hacen sentir vivo o viva
– Qué temas te emocionan y te conectan contigo
– Cuándo fue la última vez que hiciste algo por puro deseo
– Qué parte de ti está esperando ser escuchada

Responde a estas cuestiones con calma, reflexionando y haciendo que calen y te motiven a dar el primer paso hacía tu propósito. Escribe todo en el diario de sentimientos.

No busques respuestas brillantes. Busca verdad. Y si sientes que necesitas ayuda para ordenar todo eso, estoy aquí para acompañarte.

El arte de hacer silencio: la herramienta de autocuidado emocional que no te enseñaron

Vivimos inmersos en una cultura del ruido. Un ruido constante que no solo se escucha, también se siente. Está en las notificaciones del móvil, en la lista de tareas que no se termina, en la voz interior que exige más y más.

Y sin darnos cuenta, entramos en piloto automático… hasta que algo dentro de nosotros empieza a gritar en silencio: “necesito parar”.

Pero detenernos hoy en día parece un lujo. ¿Cómo parar cuando todo gira tan rápido? ¿Cómo callar el mundo sin sentir culpa?
Tal vez la respuesta no esté en hacer más, sino en aprender a hacer menos… y mejor.
Tal vez lo que necesitas no es más fuerza de voluntad, sino más silencio.
Porque el silencio es ese espacio donde volvemos a nosotros. Donde dejamos de reaccionar y empezamos a responder.

¿Qué nos regala el silencio? El silencio bien practicado no es ausencia, es presencia. Y cuando lo incorporamos de forma consciente en nuestras rutinas, se convierte en una herramienta poderosa de autocuidado.
Aquí tienes algunos de sus beneficios:

  • Calma mental en medio del caos
  • Mayor claridad emocional para tomar decisiones sin prisa ni ruido
  • Conexión profunda contigo mismo y tus necesidades reales
  • Reducción del estrés y aumento de la capacidad de concentración
  • Espacio para la creatividad, la intuición y el propósito personal o profesional

Y lo más importante: el silencio nos devuelve el poder de escucharnos.

¿Y tú?
¿Cuándo fue la última vez que hiciste silencio de verdad?

¿Y si te acompañara en este proceso? Acompaño a personas que cuidan de otros y que han olvidado cómo cuidarse a sí mismas.
Mentores, docentes, profesionales del acompañamiento emocional o espiritual… personas como tú, que sienten que ya no pueden con todo.
En mis sesiones de mentoría emocional, trabajamos con prácticas sencillas, reales y sostenibles. Sin fórmulas mágicas. Solo con presencia, acompañamiento y herramientas que funcionan.

Si necesitas hacer silencio en tu vida y no sabes por dónde empezar, escríbeme.
Te contaré cómo funcionan mis programas individuales o grupales.
Estás a tiempo de volver a ti. Y esta vez, síguete.

El silencio no es vacío: es el lugar donde por fin puedes escucharte sin interrupciones.

Propuesta práctica: Cómo empezar a incorporar el silencio en tu día. No necesitas un retiro espiritual ni una montaña aislada. Solo necesitas intención. Aquí te dejo una práctica sencilla, pensada para personas con agendas reales:

Ritual de 5 minutos de silencio diario:

  1. Elige tu momento y tu lugar. Puede ser al despertar, al terminar el día o antes de entrar a una reunión importante.
  2. Deja el móvil fuera. Nada de música, ni notificaciones, ni relojes. Solo tú.
  3. Respira. Observa cómo entra y sale el aire. No tienes que hacer nada más.
  4. Deja pasar los pensamientos sin pelearte con ellos. No intentes controlar nada. Solo observa.
  5. Cuando termines, pregúntate: ¿Qué necesito hoy para estar bien? Escribe tu respuesta en el diario de sentimientos.

Repite este ejercicio cada día durante una semana. No esperes resultados inmediatos. Solo permanece. Lo demás llega solo.

El tiempo bien gestionado es energía recuperada y camino hacia la felicidad

La sensación de estar atrapado en la rutina. Hay días en los que sentimos que el tiempo no nos alcanza, que estamos en un ciclo infinito de responsabilidades sin descanso. La rutina nos atrapa y, sin darnos cuenta, el agotamiento se convierte en nuestro estado habitual. La sensación de no tener tiempo para nada más que las obligaciones y tareas, puede apagarnos poco a poco, afectando nuestro bienestar, motivación y, en última instancia, nuestra felicidad.

Pero, ¿y si la clave no fuera tener más tiempo, sino usarlo mejor? Gestionar nuestro tiempo con intención, con un propósito, nos permite no solo ser más eficientes, sino también recuperar nuestra energía, encontrar espacio para nosotros mismos y romper con la sensación de agotamiento. Cuando aprendemos a priorizar lo que realmente nos hace bien, comenzamos a construir una vida más plena y satisfactoria.

Por qué es necesario aprender a gestionar nuestro tiempo para ser más felices. Porque la felicidad no es un destino, sino el resultado de cómo vivimos nuestro día a día. Cuando no administramos bien nuestro tiempo, caemos en la trampa de sobrecargarnos, provocando el estrés y la falta de motivación. No es solo una cuestión de productividad, sino de calidad de vida y bienestar personal y emocional.

Cuando no gestionamos nuestro tiempo:

  • Nos sentimos agotados incluso después de cumplir con nuestras tareas.
  • Perdemos la capacidad de disfrutar los pequeños momentos que dan sentido a nuestra vida.
  • Nuestra motivación disminuye porque todo parece una obligación.
  • El estrés y la ansiedad aumentan al sentir que no avanzamos en lo que realmente nos importa.

Por el contrario, cuando organizamos nuestro tiempo de manera consciente:

  • Reducimos el estrés y ganamos claridad mental.
  • Creamos espacios para el autocuidado y el descanso, esenciales para nuestra felicidad.
  • Recuperamos la motivación y el sentido de propósito en nuestras acciones.
  • Volvemos a disfrutar de lo que hacemos, sin sentirnos constantemente presionados.
  • Aprendemos a estar más presentes y valorar los momentos de alegría cotidiana.

Gestionar tu tiempo no significa hacer más, sino hacer mejor y vivir con plenitud. Cuando priorizas tu bienestar y felicidad, todo lo demás empieza a encajar. Empieza con pequeños cambios y verás cómo tu energía y motivación se transforman.

Te ayudo a gestionar tu tiempo y a recuperar tu energía y motivación ¿Hablamos? No dudes en ponerte en contacto conmigo.

No se trata de hacer más cosas, sino de hacer lo que realmente importa para ser más felices.

PROPUESTA PRÁCTICA: Activa tu tiempo con la intención de vivir más plenamente tu vida diaria. Si sientes que la rutina y el agotamiento te han atrapado, prueba estas sencillas actividades para empezar a gestionar tu tiempo con más intención y recuperar tu bienestar:

  1. Crea tu momento de pausa obligatoria
    Elige una hora del día en la que, pase lo que pase, te regalarás un descanso real. Puede ser un café o infusión sin prisas, una breve caminata o simplemente cerrar los ojos y respirar profundo. Respetar este momento todos los días te dará más claridad y energía.

2. Desconéctate para reconectarte Prueba a reducir el tiempo de pantalla en momentos clave: Antes de dormir, en la comida o al empezar tu día, deja el móvil a un lado y dedica esos minutos a ti. Esto evitará que tu mente se sobrecargue con información innecesaria y mejorará tu concentración.

3. Pon un límite claro a tu jornada. Si sientes que el trabajo o las tareas nunca terminan, establece una hora concreta en la que cerrar el día. A partir de ahí, dedícate a actividades que te relajen o te motiven. El descanso es clave para ser productivo sin desgastarte.

¿ESTÁS VIVIENDO O SOBREVIENDO?

Si hoy tu vida se repitiera exactamente igual durante los próximos cinco años, ¿te sentirías feliz con ella? Es una pregunta sencilla, pero la respuesta puede ser más difícil de lo que parece.

Muchos de nosotros pasamos los días en una rutina casi automática: despertamos, cumplimos con nuestras responsabilidades, resolvemos problemas, intentamos llegar a todo… y al final del día, apenas nos queda energía para algo más. La vida avanza, pero ¿realmente la estamos viviendo o solo sobreviviendo?

Es fácil caer en la inercia. Nos acostumbramos a los «debería», a las listas interminables de pendientes y al peso de la productividad como único indicador de éxito. Pero, ¿qué pasa con el sentido y el disfrute de la vida? ¿Qué lugar tiene el entusiasmo, la curiosidad y la plenitud en medio de nuestras jornadas laborales y personales?

De la supervivencia a la vida plena

Vivir conscientemente no significa ignorar responsabilidades ni dejar de planificar, sino aprender a encontrar sentido en lo que hacemos y darnos el espacio para disfrutar el presente. No se trata de hacer cambios drásticos de la noche a la mañana, sino de pequeños ajustes en nuestra mentalidad y acciones diarias que pueden transformar nuestra experiencia de vida.

En el ámbito laboral, esto puede marcar la diferencia entre una persona que simplemente cumple con su trabajo y otra que siente pasión por lo que hace. En la vida personal, significa salir del modo automático y volver a conectar con lo que nos motiva y nos hace sentir vivos.

Pequeños cambios pueden generar grandes transformaciones. A veces, salir del piloto automático comienza con algo tan simple como detenerse a observar nuestra vida y preguntarnos si estamos donde queremos estar.

¿Qué pequeño cambio podrías hacer hoy para empezar a vivir de manera más plena? Si este tema te resuena y quieres profundizar más, te invito a conocer mis servicios de formación en educación emocional, diseñados para ayudar a profesionales, educadores y equipos de trabajo a vivir con mayor equilibrio y conciencia.

Además, si quieres seguir reflexionando y compartiendo experiencias con otras personas interesadas en vivir con más plenitud, puedes unirte a nuestro grupo de WhatsApp, donde compartimos ideas, recursos y desafíos para aplicar en el día a día.

«La vida no se trata solo de existir, sino de realmente vivir.»

PROPUESTA PRÁCTICA: Te propongo una pequeña reflexión, utiliza el diario de sentimientos. Piensa en tu día a día y responde:

  1. ¿Cuáles son tus herramientas de «supervivencia»? Puede ser el café para mantenerte despierto, la rutina como única forma de organización, o las distracciones que te ayudan a sobrellevar el cansancio.
  2. ¿Cuáles son los obstáculos que más te desgastan? Estrés, monotonía, exceso de responsabilidades, falta de tiempo para ti.
  3. Si tuvieras un «kit de vida plena», ¿Qué incluirías? Tal vez más momentos de descanso, nuevas experiencias, tiempo de calidad con personas importantes o actividades que te conecten con tu propósito.
  4. Saca tus propias conclusiones y ponte en acción.

Eres el protagonista de tu vida: Escribe el guion que quieres vivir

Imagina por un momento que tu vida es una película. Si tuvieras que verla desde afuera, ¿sería una historia emocionante llena de cambios y crecimiento o una trama repetitiva donde cada día parece igual al anterior? Muchas veces nos sentimos atrapados en una rutina que no nos llena, esperando que en algún momento todo cambie por sí solo. Pero la realidad es que nadie va a escribir esta historia por ti.

Esperar el momento perfecto, la oportunidad ideal o la motivación que aparece de la nada solo nos mantiene en pausa. La vida sigue avanzando, con o sin nosotros. Lo que hoy llamamos rutina, dentro de unos años se convertirá en nuestra historia de vida. Y la pregunta es: ¿Queremos que sea una historia de conformismo o de transformación?

Los protagonistas no esperan a que alguien más les diga qué hacer, toman decisiones, enfrentan desafíos y crean su propio camino. Si queremos cambiar algo en nuestra vida, tenemos que dejar de actuar como personajes secundarios y asumir la responsabilidad de nuestro propio destino.

En el grupo de WhatsApp Energía y Equilibrio trabajamos juntos para que vuelvas a sentir ilusión y ganas de seguir adelante con tus proyectos y con tu vida.

No dejes que tu historia se escriba sola. Escríbeme y empieza hoy a ser el protagonista de tu vida. Porque las grandes historias comienzan con una sola decisión. ¿Estás listo para escribir la tuya?

Las grandes historias no se escriben con excusas, sino con decisiones

PROPUESTA PRÁCTICA: Para comenzar a realizar desde HOY mismo:

  1. Escribe tu propio guion: Tómate unos minutos para reflexionar sobre qué historia estás viviendo en este momento. Escribe en el diario de sentimientos las respuesta a estas preguntas:
  • Si mi vida fuera una película, ¿Qué título tendría ahora mismo?
  • ¿Cómo quiero que sea el próximo capítulo de mi historia?
  • ¿Qué pequeña acción puedo hacer hoy para cambiar el rumbo?

2. Toma una decisión realista: No es necesario hacer cambios drásticos de un día para otro, pero sí empezar con algo concreto. Puedes probar con:

  • Dedica al menos 30 minutos a algo que realmente te motive
  • Di no a una obligación que no te aporta nada
  • Da el primer paso hacia un cambio importante, como enviar un mensaje, pedir información o comenzar algo que llevas tiempo postergando.

3. Rodéate de las personas adecuadas

Los protagonistas de las mejores historias no caminan solos. Siempre tienen aliados que les ayudan a avanzar. Si sientes que necesitas recuperar tu motivación y energía, busca apoyo.

Para seguir trabajando ENLACE