Llegamos a un punto en el que el cansancio ya no es solo físico. La mente también arrastra peso. Y, sin darnos cuenta, ese desgaste se traduce en frases que repetimos como un eco: “no valgo”, “siempre fallo”, “nunca lo hago bien”. Son creencias negativas, ideas que nos repetimos tanto que acaban pareciendo verdad, aunque no lo sean.
El problema no es que aparezcan, sino que terminan condicionando nuestra manera de sentir, de actuar y de decidir.
Y aquí está la clave: no se trata de olvidar de golpe esas frases. El cerebro funciona creando rutas, caminos. Si llevas años alimentando un pensamiento, ese camino se vuelve fuerte y automático. Pero la buena noticia es que puedes crear nuevas rutas. Al principio serán débiles, pero cuanto más las alimentes, más fuerza tendrán… hasta que la antigua pierda peso y tu mente empiece a lanzarte pensamientos nuevos.
Ese es el verdadero poder de parar, escucharte y elegir de nuevo. Te invito a que esta semana dediques unos minutos al día a este ejercicio:
- Escribe una frase negativa que suelas repetirte.
Ejemplo: “Nunca lo hago bien”, “No valgo lo suficiente”, “Siempre fallo”. - Sustitúyela por una afirmación positiva y realista.
Ejemplo: “Confío en mí”, “Lo hago lo mejor que puedo cada día”, “Merezco descanso y amor”. - Repite tu nueva frase tres veces al día: al despertar, en una pausa y antes de dormir.
Es un gesto sencillo, pero al hacerlo estás entrenando a tu cerebro a crear un nuevo circuito. Poco a poco, esa nueva ruta se fortalecerá y empezará a transformar tu manera de sentir y de vivir.
- Recuperas confianza en ti mismo/a porque cambias la manera de hablarte.
- Refuerzas tu propósito, ya que tus pensamientos empiezan a alinear lo que haces con lo que deseas.
- Ganas calma y dirección, porque eliges a conciencia dónde pones tu energía.
- Creas un hábito poderoso, que poco a poco reemplaza la voz que te limita.
Y si quieres ir más allá…imagina lo que podrías lograr con un acompañamiento cercano, herramientas prácticas y un plan claro para sostener estos cambios.
Creemos que nos falta tiempo o fuerza de voluntad, pero en realidad lo que necesitamos es parar, mirarnos y reconectar con lo esencial.
No basta con empezar con ilusión, lo importante es mantener el rumbo cuando llegan el cansancio y las dudas.
Por eso he creado mis mentorías online: un espacio cercano y práctico para recuperar tu energía, volver a lo que importa y vivir con propósito.
Cuidarte no es un lujo, es la base de todo.
Si este es tu momento, escríbeme y te cuento cómo empezar.
“No podemos borrar lo que nos hirió, pero sí podemos elegir nuevas palabras que nos devuelvan a lo importante: volver a ti.”
PROPUESTA PRÁCTICA: para esta semana
Busca tu diario de sentimientos y escribe:
- Una frase negativa que quieras transformar.
- La nueva frase que vas a instalar.
- Cada noche, anota cómo te sentiste al repetirla durante el día.
Al final de la semana, revisa lo que escribiste y observa si algo ha cambiado en tu forma de mirarte o de sentirte.
