GUARDA SILENCIO

Es en silencio cuando se produce el encuentro íntimo con nosotros mismos, es el espacio en el que estamos frente a frente con lo que somos realmente. Nos podemos mirar sin máscaras, sin ruidos y sin distorsiones .En el silencio también se encuentran los miedos, pero también las respuestas. Leí en una ocasión: “Escucharnos para comprendernos, reconocernos y querernos solamente se hace en silencio”, en esa conexión con lo que realmente somos y sentimos, donde somos capaces de decidir y responder. Aprender a querer y buscar el silencio es una tarea que deberíamos hacer desde muy pequeños y para toda la vida. El truco para lograrlo es practicar, practicar, practicar.

Llenamos nuestra vida de tantos ruidos que es imposible escuchar nuestro interior, escucharnos a nosotros mismos y a nuestro ser. En cierto modo no nos gusta el silencio porque nos asusta y en el ruido evitamos descubrir algunas de las cosas de nosotros mismos que no nos gusta y hacemos que la felicidad no es más que “mucho ruido y pocas nueces” pero es muy cómoda, sin esfuerzos ni pretensiones. Necesitamos silencio exterior e interior porque el ruido nos aturde y dispersa. Callar, parar…Tenemos que calmar nuestra mente, cuerpo y sentimientos para descubrir en lo más profundo de nosotros la tan ansiada felicidad.

El silencio es una herramienta muy poderosa en nuestra vida diaria, que nos brinda bienestar personal y beneficios para nuestra salud. Conectar con el silencio implica conectarnos con nosotros mismos, con nuestro interior y tomar conciencia de cómo estamos emocionalmente, físicamente, mentalmente y reconocer todas las señales que nuestro ser nos envía. Es muy complicado desconectarse del ruido exterior en esta sociedad en la que nos invaden tantos estímulos auditivos que nos impiden explorar nuestro mundo interno. Buscar momentos y espacios de silencio para hacer surgir emociones, sensaciones, pensamientos y recuerdos que nos ayuden a vivir plenamente. Evitamos el silencio por miedo a descubrirnos y reconocernos en nuestro mundo interior, no sea que que nos ocasione inestabilidad emocional, por eso, guardar silencio nos facilitará enfrentarnos a todo lo que nos provoca malestar y problemas, para alcanzar una mayor paz interior venciendo todos esos miedos.

Aprendamos a disfrutar del silencio, porque a pesar de su aparente sencillez, requiere tiempo, algo que nos falta.

Observar en silencio nos enseña a mirar más allá de las apariencias y lo superficial de las cosas para ir a lo verdaderamente importante de la vida.

PROPUESTA DE TRABAJO: Te invito a buscar espacios y tiempos para hacer silencio, pero silencio de verdad con dos actividades que tendríamos que hacer todos los días.

  1. Guarda silencio, haz silencio. Prepara el espacio, el lugar, la situación que más te facilite este ejercicio. Ahora, prepárate tú, utiliza la respiración y la postura para facilitarte el buen desarrollo del ejercicio. Ten paciencia, no te agobies y simplemente guarda silencio, calla, siente y disfruta de este momento, de este presente, de este regalo. Al principio serán apenas unos minutos, pero con el tiempo y mucha práctica lograrás el deseado silencio que nos renueva y repara. AQUÍ TIENES ALGUNAS HERRAMIENTAS
  2. En casa o en el aula tener un rincón para el SILENCIO y cerramos de los ojos, buscamos el ritmo de respiración lenta y profunda que nos tranquilice, nos serene y calme y en absoluto silencio escucharnos. Este lugar será nuestro refugio en los momentos en los que necesitemos un RESPIRO y el silencio será nuestro aliado, nuestra herramienta emocional para lograrlo.

BUSCAR LA SOLEDAD

¿Cómo qué buscar la soledad? Pues sí, pero la soledad positiva, la buscada y la productiva.

La soledad tiene muy mala fama porque la entendemos como sentirse solos y/o aislados. La soledad nos produce mucho miedo porque nos faltan los demás. Necesitamos a los otros para vivir, para realizarnos plenamente como personas y por eso, la soledad no deseada es tan dolorosa. Algunos de los sentimientos que origina el miedo a la soledad es la ausencia, el vacío, la nostalgia, etc… y tendremos que preguntar ¿Qué necesito? ¿Qué puedo hacer? porque podemos estar con mucha gente y, aun así, sentirnos muy solos.

La soledad que tenemos que buscar es la de estar con uno mismo. Sentirse dueños de nosotros mismos. Ser conscientes de quiénes somos. Porque solamente en soledad podremos responder a las grandes preguntas de la vida. Tenemos que aprender a estar con nosotros mismos. Un encuentro con nuestro yo profundo para disfrutar de lo que somos, tenemos, pensamos, sentimos y, también, a enfrentarnos a nosotros mismos y aprender de los errores, a respetarnos y querernos. Necesitamos tiempo de silencio y soledad para nuestro «mantenimiento» diario de nuestro ser.

La soledad buscada nos hace más creativos, potencia nuestra concentración y la búsqueda del sentido de nuestra vida ¿Dónde estoy? ¿por dónde voy? ¿hacía dónde voy?

La soledad es la prueba de que estás buscando el ser la mejor versión de ti mismo

PROPUESTA DE TRABAJO: Una herramienta que llevo mucho tiempo ofreciendo. El diario de sentimientos para que la soledad sea más productiva. Además, una serie de recomendaciones para no temer la soledad:

  • Busca la soledad para conocerte mucho mejor. Para mirar hacia adentro y descubrir tus virtudes, tus pasiones, talentos…
  • En soledad trabaja la gestión emocional. Practica técnicas de respiración consciente, relajación, contemplación…crea una verdadera la paz interior
  • Disfruta de la mejor compañía del mundo, tú mismo/a y genera un diálogo interno positivo hacia ti mismo/a
  • Sé agradecido con lo que tienes y cuentas en tu vida, aprovecha los ratos de soledad para darte cuenta de todo lo hermoso y valioso que tienes.
  • Refuerza tu autoconcepto mirando también las cosas que debes mejorar, cambiar o eliminar de tu vida siendo responsable de tus decisiones y actos.

Para seguir trabajando ENLACE

TIEMPO PARA EL SILENCIO

Algunas herramientas emocionales que nos pueden ayudar estos días y siempre son las que tienen que ver con el silencio. Contamos con tiempos, épocas, fiestas…que se prestan a hacer silencio, exterior, pero sobre todo interior. Es bastante difícil mantener silencio en nuestras vidas, ni siquiera para los que en algún momento de nuestra vida nos ha tocado estar solos . El silencio tiene muy mala fama y lo consideramos incluso incómodo; y no debería ser así. Necesitamos el silencio para aprender a vivir, sentir y valorar nuestra vida. En un mundo lleno de ruido y distracciones, nuestro cerebro y nuestra vida se llenan de ellos y no nos permitimos comprobar los beneficios que obtendremos si somos capaces de silenciar nuestros pensamientos y sentimientos y descansar, eliminar tensiones, tranquilizar nuestra mente, estar atentos a lo importante, ser conscientes o simplemente estar presentes.

Aprender a mirar y mirarnos desde el silencio y en silencio es una tarea para toda la vida y para cada uno de nuestros días, es conectar con la brújula interior que nos orienta y facilita nuestro ser en el aquí y el ahora. En silencio descubrimos lo esencial y lo que realmente merece la pena. Guardemos silencio.

COMENZAMOS: Nuestro reto es descubrir la forma de permanecer en silencio interior. Callar y escuchar, sentir y descansar. Tenemos que preparar un lugar, un espacio en casa, será nuestro rincón del silencio al que iremos cada vez que necesitemos parar, callar, descansar. Decora el lugar de manera acogedora y cómoda, con velas, cojines, etc. Te ofrezco estas herramientas para trabajar el silencio:

1º Ya lo conocemos, es la técnica de relajación concentración que planteé hace unos días y que es la actividad 1 de mis manuales emocionales. En esta ocasión, sigamos estos pasos, si lo hacemos con otros, uno puede hacer de guía del ejercicio, pero realmente lo importante es hacer silencio.

  • Vas a intentar hacer silencio durante al menos 15 minutos disfrutando al máximo del momento. Si lo hacemos con los más pequeños comenzar por unos pocos minutos y con el tiempo ir aumentado el tiempo.
  • Comienza sintiendo la respiración y haciéndola cada vez más lenta, profunda y tranquila.
  • Una vez sereno y relajado, sé consciente de tu postura, de tu cuerpo, recorre con la mente cada una de las partes de tu cuerpo comenzando por la cabeza.
  • Lento y sin agobio, sin tensión, guarda silencio; escucha a tu cuerpo, a tu mente y a tu corazón. Disfruta en SILENCIO..

El juego del silencio. Consiste en pintar mandalas. Buscamos diferentes mandalas y vamos a dedicar un buen rato (Entre 15 y 20 minutos) a, en total silencio, pintar y decorar un mandala. Seamos totalmente conscientes del momento, de los sonidos, del espacio y el entorno…disfrutar del silencio. El juego consiste en ver quién aguanta más tiempo en silencio, si lo hacemos solos poner un tiempo y repetir tantas veces como sea quiera. Si lo hacemos con otros, en total silencio y por turnos vamos pasando un mandala para que uno lo pinte durante un minuto y se pasa al siguiente, el resto observan en silencio. Sentir el silencio. Colocamos los mandalas en lugares visibles para recordar la importancia del SILENCIO.

3º Para los que celebramos y vivimos la Semana Santa, dediquemos algunos ratos a lo largo del día para:

  • Hacemos la propuesta primera de relajación.
  • Una vez tranquilos y seremos, vamos a meditar sobre el sentido del día con la ayuda de las lecturas o algunas reflexiones que podemos encontrar y después hacer SILENCIO.
  • Leer el Evangelio del día y hacer SILENCIO.
  • Hacer oración-contemplación en total silencio frente a una Cruz o imagen y hacer SILENCIO.
  • Cualquier otra actividad que nos ayude a estar en silencio y a hacer SILENCIO.

Lo verdaderamente importante es VIVIR y SENTIR el SILENCIO para ser y estar mejor. Que no nos de miedo, el silencio es reparador y necesario en nuestras vidas. Busquemos tiempos, espacios y momentos a lo largo de estos días para estar en SILENCIO.

Cuanto más aprendamos a estar en silencio, menos serán los ruidos que nos alejen de nuestra felicidad.

LO QUE NOS ENSEÑA EL INVIERNO

Somos cuerpo, mente y sentimientos que están en continua relación y todos ellos cambian como el clima y las estaciones. Por este motivo dedicaremos esta práctica a entender y vivir la estación del invierno emocionalmente.

El invierno es la estación para encontramos y reencontramos con nosotros mismos, con nuestro ser interior. Es la estación para parar, descansar, recargar esa fuerza vital que nos impulsa a seguir adelante con nuestra vida, proyectos y metas. Por eso, debemos disfrutar de un tiempo con nosotros mismos y cuidarnos.

El invierno es la estación del descanso en profundidad, el más radical antídoto para el estrés, la angustia y la prisa…Se nos invita, una vez más, a vivir sin prisas… y con pausas, a retomar nuestro «descanso» como un «descenso», a abismarnos en lo profundo, como la semilla

José María Toro «Descanser, descansar para ser» (Desclée de Broumer, 2010)

La naturaleza nos enseña que en invierno todo se ralentiza, se acalla, reposa…y por ese motivo en nuestra vida emocional tenemos que hacer lo mismo. Parece que todo está muerto, sin vida y, sin embargo, lo que la naturaleza nos enseña es que simplemente descansa en silencio; es la pausa para descender a lo profundo y:

  • Tomarse la vida y las cosas con más calma. Descansar, recargar fuerzas. Buscar los espacios y tiempos para simplemente estar en soledad. Aprender a sentir la soledad como un valor, como algo importante para nuestro crecimiento personal y emocional. Aprender a escuchar en soledad nuestro diálogo interno, esos pensamientos, creencias, miedos, sentimientos, anhelos, etc. que mueven nuestra vida.
  • Dedicar tiempo a la reflexión, a mitrar hacia nuestro interior y preguntarnos ¿Quién soy siendo? ¿Cómo estoy? ¿Por dónde voy? etc… El diario de sentimientos es una herramienta que facilitará este espacio.

PROPUESTA DE PRÁCTICAS PARA VIVIR EL INVIERNO EMOCIONALMENTE

  • Parar. Practicar y vivir con intensidad momentos de parar y respirar. De consciencia del SER.
  • El silencio. Solamente en silencio escuchamos nuestra voz interior.

Lo más bello del invierno es el silencio que nos obliga a adentrarnos en nosotros mismos y reconocernos.

DESDE EL SILENCIO

Comenzamos esta semana con las prácticas de silencio con el alumnado de 2º de Bachillerato y aprovecho para animar a hacer silencio en nuestra vida. Busquemos momentos a lo largo de la semana para hacer silencio interior y exterior. En silencio nos encontramos con nosotros mismos, vemos por dónde vamos y cómo vamos, lo que necesitamos y podemos hacer, pero sobre todo escucharnos desde lo más profundo de nuestro ser. Comencemos con pequeños momentos de silencio. No tengamos miedo, el silencio nos cura y ayuda. Prácticas 21 «Más emociones creativas»

Lo más bello del silencio es que nos obliga a adentrarnos en nosotros mismos y reconocernos

ES TIEMPO DE PARAR

Siempre es un buen momento para parar, mirar por dónde vamos y hacia dónde nos dirigimos, pero hay épocas del año que favorecen el poder dedicar tiempo a detenerse y reflexionar sobre las cosas realmente importantes de la vida. Conocerse y reconocerse en el silencio y la soledad. Las vacaciones pueden ser un buen momento. En el manual, las prácticas 4 te ayudarán a trabajar. Comienza por las actividades comunes.

Necesitamos parar, callar, descansar, buscar en silencio nuestra esencia y volver con más fuerza