CÓMO CUIDAR NUESTRA SALUD EMOCIONAL DURANTE EL INVIERNO

El invierno nos invita a parar, reflexionar y descansar. Las bajas temperaturas, el mal tiempo y las largas noches nos llevan a mirar hacia nuestro interior y a buscar momentos de soledad y silencio. Durante esta temporada, es importante recuperar nuestro espacio interior y reflexionar sobre aspectos limitados de nuestro ser, como la inseguridad, la distracción o la inconstancia.

El clima puede afectar nuestro estado emocional. Es común experimentar síntomas de falta de energía o concentración. Sin embargo, podemos aprovechar el invierno para revisar nuestros objetivos y planificar cómo alcanzarlos. Recuerda que es importante dedicar tiempo a la reflexión y cuidar nuestra salud emocional siempre, pero especialmente en temporadas en las que parece que todo se ralentiza, oscurece y nos invade la melancolía.

El invierno es una época que nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre nuestras vidas, trabajos y compromisos. Es una buena época del año para la tranquilidad y el reposo, que nos permite enfocarnos en lo que realmente importa: nosotros mismos. Aunque no todos tengamos la habilidad de hacerlo, es importante tomarse el tiempo para meditar y estar en silencio. Durante el invierno, podemos aprovechar la invitación de la naturaleza para descansar, relajarnos y procesar todos los desafíos de nuestra vida. Es una oportunidad para revitalizar nuestro espíritu y nuestra pasión por la vida, para sincronizarnos con esta estación y conectarnos con la energía invernal. Reconocer el descanso como un derecho y una necesidad, en lugar de un lujo, es crucial para nuestra salud física, mental, emocional y espiritual. Es en invierno cuando podemos empezar o continuar nuestro camino hacia el silencio y la quietud, que son las formas más elevadas del descanso.

El invierno es la estación del “descenso”; pero no sólo del descenso de las temperaturas sino también del “abismamiento interior”. El invierno es la estación de la profundidad porque el dinamismo energético ocurre dentro, en lo hondo, en las profundidades de la tierra, en los espacios no visibles.

José María Toro

PROPUESTA DE TRABAJO: Aquí una sugerencia para fomentar la introspección y la calma durante el invierno: (Ayuda a tu clase, equipo, familia…a vivir el invierno)

Sigue estos consejos para cuidar tu bienestar emocional siempre, pero especialmente en invierno, es la estación en la que la naturaleza nos invita a parar:

  • Haz una pausa en tus actividades.
  • Presta atención a tu estado emocional y mental. Reconoce si alguna emoción te está afectando.
  • Recuerda tus metas y lo que valoras en la vida.
  • Dedica un momento para concentrarte en tu respiración y no actúes hasta que te sientas tranquilo, calmado.
  • Regresa a tus actividades diarias, pero ahora con una mente más clara.

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LO QUE NOS ENSEÑA EL INVIERNO

Somos cuerpo, mente y sentimientos que están en continua relación y todos ellos cambian como el clima y las estaciones. Por este motivo dedicaremos esta práctica a entender y vivir la estación del invierno emocionalmente.

El invierno es la estación para encontramos y reencontramos con nosotros mismos, con nuestro ser interior. Es la estación para parar, descansar, recargar esa fuerza vital que nos impulsa a seguir adelante con nuestra vida, proyectos y metas. Por eso, debemos disfrutar de un tiempo con nosotros mismos y cuidarnos.

El invierno es la estación del descanso en profundidad, el más radical antídoto para el estrés, la angustia y la prisa…Se nos invita, una vez más, a vivir sin prisas… y con pausas, a retomar nuestro «descanso» como un «descenso», a abismarnos en lo profundo, como la semilla

José María Toro «Descanser, descansar para ser» (Desclée de Broumer, 2010)

La naturaleza nos enseña que en invierno todo se ralentiza, se acalla, reposa…y por ese motivo en nuestra vida emocional tenemos que hacer lo mismo. Parece que todo está muerto, sin vida y, sin embargo, lo que la naturaleza nos enseña es que simplemente descansa en silencio; es la pausa para descender a lo profundo y:

  • Tomarse la vida y las cosas con más calma. Descansar, recargar fuerzas. Buscar los espacios y tiempos para simplemente estar en soledad. Aprender a sentir la soledad como un valor, como algo importante para nuestro crecimiento personal y emocional. Aprender a escuchar en soledad nuestro diálogo interno, esos pensamientos, creencias, miedos, sentimientos, anhelos, etc. que mueven nuestra vida.
  • Dedicar tiempo a la reflexión, a mitrar hacia nuestro interior y preguntarnos ¿Quién soy siendo? ¿Cómo estoy? ¿Por dónde voy? etc… El diario de sentimientos es una herramienta que facilitará este espacio.

PROPUESTA DE PRÁCTICAS PARA VIVIR EL INVIERNO EMOCIONALMENTE

  • Parar. Practicar y vivir con intensidad momentos de parar y respirar. De consciencia del SER.
  • El silencio. Solamente en silencio escuchamos nuestra voz interior.

Lo más bello del invierno es el silencio que nos obliga a adentrarnos en nosotros mismos y reconocernos.