MENOS AUTOEXIGENCIA, MÁS MOTIVACIÓN: Cómo dejar de machacarte y empezar a cuidarte de verdad

Vivimos en una cultura que valora el esfuerzo constante, la productividad sin descanso y la perfección como estándar. Una cultura que nos hace sentir que parar es rendirse, que descansar es para los que no pueden con todo y que si no llegas a todo, es que no lo estás intentando lo suficiente.

Y aunque durante un tiempo esto puede funcionar y hasta parecer admirable, la verdad es que a largo plazo no motiva, sino que desgasta. Nos desconecta del propósito, de lo que de verdad nos importa. Nos arrastra hacia una forma de vivir donde el miedo a no ser suficiente manda más que nuestras verdaderas ganas.

Esta presión no nos empuja hacia una vida plena, nos arrastra hacia el agotamiento. Y la consecuencia es clara: perdemos la motivación, las ganas, la alegría de hacer las cosas porque sí. Cuando la voz que escuchas todo el día en tu cabeza no te apoya, sino que te critica, es difícil mantener el entusiasmo.

Por que necesitamos parar de machacarnos

  • En educación emocional lo tenemos claro. El primer paso para cambiar esto es muy sencillo: mirar cómo nos hablamos a nosotros mismos.
  • Si tu mente fuera tu entrenadora personal, ¿te estaría cuidando con respeto o te estaría gritando sin parar?
  • La mayoría de nosotros no necesitamos más exigencia, necesitamos más cuidado. Más equilibrio. Más amabilidad interna.
  • Porque la autoexigencia mal gestionada no te hace avanzar más rápido, te hace avanzar más cansado. Y tarde o temprano, te detiene.

Cuando cambias tu voz interna, cambia tu motivación

La autoexigencia consciente, la que nace del deseo de mejorar y no del miedo a fallar, sí motiva.
No te empuja a toda costa. Te acompaña, te guía, te cuida.

Por eso es fundamental construir una nueva forma de tratarnos:

  • Donde el descanso no sea una recompensa, sino parte necesaria del camino
  • Donde los pequeños avances se reconozcan y se celebren, no se ignoren
  • Donde decir hoy no puedo con todo no sea un fracaso, sino un acto de honestidad emocional

Cuando aprendes a hablarte con más cuidado, recuperas el foco, las ganas y la energía. Y sobre todo, la motivación deja de depender de si lo haces todo perfecto y empieza a construirse sobre el compromiso de cuidarte.

¿Te cuesta hacerlo solo/a? En mis programas de mentoría emocional trabajamos precisamente esto: cómo salir del bucle de la autoexigencia que desgasta y empezar a construir una motivación más equilibrada, más amable y más sostenible. Lo hacemos con herramientas prácticas, apoyo grupal y mucho sentido del humor.

Si quieres saber más, escríbeme. Estás a tiempo de entrenar tu mente con cuidado, no con castigo. Porque no necesitas más fuerza. Necesitas más cuidado.

La motivación no nace de gritarte más fuerte, sino de hablarte con más amor.

PROPUESTA PRÁCTICA: Algunos actividades para entrenar tu mente con amabilidad

Paso 1: Detecta las frases de tu entrenadora exigente

Cuando sientas que te estás desmotivando, detente un momento. Escribe tres frases que sueles repetirte cuando no te sientes a la altura, cuando estás cansada o cuando algo no te sale como esperabas. Algunas frases habituales pueden ser:

  • «Lo he hecho fatal, siempre igual»
  • «Si no lo hago perfecto, no sirve»
  • «Descansar ahora sería rendirse»

Este tipo de mensajes no ayudan. No te motivan, te desgastan. Son como entrenamientos forzosos sin final, sin pausa y sin sentido.

Paso 2: Reescribe esas frases con una voz más amable

Ahora, convierte cada una de esas frases en una versión más cuidadosa, realista y sostenible. Imagina que eres tu propia entrenadora emocional y que tu objetivo no es exigirte más, sino ayudarte a avanzar con equilibrio. Por ejemplo:

  • «Estoy aprendiendo. No tiene que salir perfecto»
  • «Me permito parar sin culpa»
  • «Hoy avanzo poco, pero sigo avanzando»

Escoge una de estas nuevas frases y escríbela en un lugar visible: la pantalla del móvil, una nota en tu escritorio o un post-it. Cada vez que aparezca un pensamiento negativo durante el día, respira y reemplázalo por tu afirmación.

Este gesto sencillo puede ayudarte a reprogramar tu diálogo interno y recuperar una motivación más sana.

CELEBRARSE TAMBIÉN ES AUTOCUIDARSE

Logras algo y… nada. Ni una sonrisa, ni un respiro de satisfacción, ni siquiera un “bien hecho” en tu cabeza. Simplemente pasas a la siguiente tarea pendiente como si fueras una máquina de hacer cosas.

Y luego, llega la sensación de agotamiento, la desmotivación y la pregunta recurrente: “¿De qué sirve tanto esfuerzo si nadie lo reconoce?” Porque claro, si tú mismo no le das importancia a lo que logras, tu cerebro asume que no cuenta.

Pero aquí está la verdad: Celebrarte no es exagerado ni innecesario, es autocuidado. Es una forma de recordarte que cada paso que das importa, que tu esfuerzo tiene valor y que mereces sentirte bien contigo mismo.

La importancia de celebrar nuestros logros

En una sociedad que premia la productividad y la rapidez, muchas veces olvidamos que el bienestar no se encuentra solo en los grandes éxitos, sino en el reconocimiento diario de nuestros pequeños avances. Celebrar lo que logramos, por pequeño que sea, refuerza la conexión con nuestra autoestima y nos ayuda a mantenernos motivados.

Cuando reconocemos nuestro esfuerzo, estamos enviando un mensaje claro a nuestra mente: “Estoy avanzando, estoy logrando cosas, y eso es importante.” En cambio, cuando ignoramos nuestros progresos y solo nos enfocamos en lo que falta por hacer, la sensación de insatisfacción y agotamiento crece, afectando nuestra salud emocional.

Los beneficios de celebrarte a diario

  • Aumenta tu motivación. Cada vez que te reconoces, refuerzas la idea de que cada paso suma y eso te impulsa a seguir adelante.
  • Reduce el estrés y la ansiedad. Celebrar los logros evita que vivas en una constante sensación de carrera sin meta.
  • Fortalece tu autoestima. Cuando validas tus esfuerzos, aprendes a valorarte más allá del reconocimiento externo.
  • Mejora la productividad. Un estado emocional positivo te ayuda a trabajar con más energía y enfoque.
  • Fomenta el bienestar emocional. Te sientes más satisfecho con tu vida y menos frustrado con el proceso.

Transforma tu forma de vivir tu propio proceso

No esperes a que alguien más valide tu esfuerzo para sentirte bien. Aprende a ser tu propio apoyo, tu mejor motivador y la persona que más celebra cada paso que das.

Si sientes que te cuesta encontrar ese equilibrio, recuerda que no tienes que hacerlo solo. Acompaño a personas como tú en el proceso de fortalecer su bienestar emocional, mejorar su autoestima y aprender a motivarse cada día.

Si quieres aprender a cuidarte mejor y sentirte más en equilibrio, escríbeme y trabajemos juntos en ello. Porque sí, mereces sentirte bien contigo mismo.

No esperes a un gran logro para celebrarte. Cada pequeño paso cuenta. Y mereces disfrutarlo

PROPUESTA PRÁCTICA: Cómo empezar a celebrar tus logros de manera consciente y que te ayuden a aumentar tu motivación:

  1. Reconoce cada pequeño avance. No necesitas esperar a grandes triunfos. Si lograste organizar tu día mejor, si te diste un momento para respirar, si tomaste una decisión importante, celébralo.
  2. Crea un ritual de celebración. Puede ser darte un pequeño descanso consciente, escribir tu logro en un diario, compartirlo con alguien que te motive o simplemente sonreír y decirte a ti mismo “lo hice bien”.
  3. Asocia tus logros con algo positivo. Cada vez que hagas algo que te acerque a tu bienestar, permítete disfrutarlo. Puede ser escuchar tu canción favorita, tomarte un café sin prisas o darte un pequeño gesto de autocuidado.
  4. Evita minimizar tus progresos. Deja de pensar que lo que haces es «poco» o «insuficiente». Cada paso cuenta y merece reconocimiento.
  5. Rodéate de personas que celebren contigo. Un grupo de apoyo emocional puede ayudarte a reforzar la importancia de valorar cada avance. Compartir tus logros con otros y celebrar los suyos genera una energía positiva que se contagia.
  6. Anota todo en tu diario de sentimientos para tener constancia de tus progresos y avances y CELEBRA

LA PRIMAVERA UNA NUEVA OPORTUNIDAD DE RENOVACIÓN

La primavera no solo transforma el paisaje con su explosión de colores y vida, sino que también nos invita a renovarnos por dentro. Es el momento perfecto para detenernos, respirar y preguntarnos: ¿Cómo me estoy cuidando? En medio del ritmo acelerado del día a día, el autocuidado suele quedar en segundo plano, pero sin él, nuestra energía y equilibrio se resienten.

Así como la naturaleza florece después del invierno, nosotros también necesitamos momentos de pausa para nutrirnos, recuperar fuerzas y permitirnos crecer. El bienestar emocional no es un lujo, es una necesidad. La primavera nos ofrece la oportunidad de resetearnos, establecer nuevas rutinas y reconectar con lo que realmente nos hace bien.

Mi gran mentor y amigo, José María Toro, nos recuerda que para que la vida surja, algo ha de abrirse. Los brotes se abren para que nazcan las flores; De la misma manera, debemos abrirnos para permitir el florecimiento de nuestro bienestar. Y aquí es donde entra en juego el autocuidado: sin espacios de pausa, sin atender nuestras propias necesidades, es difícil sostener el ritmo y mucho menos disfrutar del camino.

La primavera no solo es el momento de la creatividad, el cambio y la ilusión, sino también de la conexión con uno mismo. Es una oportunidad perfecta para revisar cómo estamos, qué necesitamos y qué pequeños hábitos podemos incorporar para equilibrar nuestra energía y emociones.

Autocuidarnos en primavera significa:

  • Recargar energía con actividades que nos nutran: salir a caminar, respirar aire fresco, disfrutar de la luz natural.
  • Escuchar nuestro cuerpo: descansar cuando lo necesite, alimentarnos bien y movernos con intención.
  • Cultivar nuestro bienestar emocional: practicar la gratitud, soltar lo que ya no nos aporta y darnos espacio para disfrutar sin culpa.

Si queremos motivarnos y florecer, primero debemos sembrar el autocuidado en nuestra rutina. No podemos esperar dar lo mejor de nosotros si estamos agotados. Así como las flores necesitan agua y sol, nosotros necesitamos pausas y momentos de bienestar.

Si sientes que necesitas apoyo para lograrlo, no tienes que hacerlo solo. Únete a nuestro grupo de WhatsApp «Energía y Equilibrio», un espacio de motivación y acompañamiento donde juntos podemos impulsarnos

La primavera nos recuerda que todo renace, pero para florecer, primero hay que cuidarse. ¿Estás listo para empezar?

PROPUESTA DE TRABAJO: Te invito a trabajar durante esta estación algunas herramientas que te faciliten el bienestar desde el autocuidado

  • Panel de motivación primaveral: Crea un espacio en casa o en tu oficina donde pongas frases, imágenes o recordatorios de acciones que te ayudarán a mantenerte motivado y priorizar tu bienestar. Cada día, dedica unos minutos a actualizarlo.
  • Las flores del autocuidado: Dibuja o imprime una flor con varios pétalos. En cada pétalo, escribe una acción de autocuidado que quieras priorizar (descansar, hacer ejercicio, leer, dedicarte tiempo sin culpa, etc.). Cada vez que cumples una, retira el pétalo y celebra el avance.
  • Plan de acción consciente: Para evitar que nuestras metas y deseos queden en simples intenciones, haz una lista de pequeñas acciones que te acerquen a ellas. No olvides priorizar y equilibrar tareas necesarias con aquellas que realmente disfrutas. Y, sobre todo, sé flexible: no todas las flores florecen al mismo tiempo, pero todas tienen su momento.

El tiempo bien gestionado es energía recuperada y camino hacia la felicidad

La sensación de estar atrapado en la rutina. Hay días en los que sentimos que el tiempo no nos alcanza, que estamos en un ciclo infinito de responsabilidades sin descanso. La rutina nos atrapa y, sin darnos cuenta, el agotamiento se convierte en nuestro estado habitual. La sensación de no tener tiempo para nada más que las obligaciones y tareas, puede apagarnos poco a poco, afectando nuestro bienestar, motivación y, en última instancia, nuestra felicidad.

Pero, ¿y si la clave no fuera tener más tiempo, sino usarlo mejor? Gestionar nuestro tiempo con intención, con un propósito, nos permite no solo ser más eficientes, sino también recuperar nuestra energía, encontrar espacio para nosotros mismos y romper con la sensación de agotamiento. Cuando aprendemos a priorizar lo que realmente nos hace bien, comenzamos a construir una vida más plena y satisfactoria.

Por qué es necesario aprender a gestionar nuestro tiempo para ser más felices. Porque la felicidad no es un destino, sino el resultado de cómo vivimos nuestro día a día. Cuando no administramos bien nuestro tiempo, caemos en la trampa de sobrecargarnos, provocando el estrés y la falta de motivación. No es solo una cuestión de productividad, sino de calidad de vida y bienestar personal y emocional.

Cuando no gestionamos nuestro tiempo:

  • Nos sentimos agotados incluso después de cumplir con nuestras tareas.
  • Perdemos la capacidad de disfrutar los pequeños momentos que dan sentido a nuestra vida.
  • Nuestra motivación disminuye porque todo parece una obligación.
  • El estrés y la ansiedad aumentan al sentir que no avanzamos en lo que realmente nos importa.

Por el contrario, cuando organizamos nuestro tiempo de manera consciente:

  • Reducimos el estrés y ganamos claridad mental.
  • Creamos espacios para el autocuidado y el descanso, esenciales para nuestra felicidad.
  • Recuperamos la motivación y el sentido de propósito en nuestras acciones.
  • Volvemos a disfrutar de lo que hacemos, sin sentirnos constantemente presionados.
  • Aprendemos a estar más presentes y valorar los momentos de alegría cotidiana.

Gestionar tu tiempo no significa hacer más, sino hacer mejor y vivir con plenitud. Cuando priorizas tu bienestar y felicidad, todo lo demás empieza a encajar. Empieza con pequeños cambios y verás cómo tu energía y motivación se transforman.

Te ayudo a gestionar tu tiempo y a recuperar tu energía y motivación ¿Hablamos? No dudes en ponerte en contacto conmigo.

No se trata de hacer más cosas, sino de hacer lo que realmente importa para ser más felices.

PROPUESTA PRÁCTICA: Activa tu tiempo con la intención de vivir más plenamente tu vida diaria. Si sientes que la rutina y el agotamiento te han atrapado, prueba estas sencillas actividades para empezar a gestionar tu tiempo con más intención y recuperar tu bienestar:

  1. Crea tu momento de pausa obligatoria
    Elige una hora del día en la que, pase lo que pase, te regalarás un descanso real. Puede ser un café o infusión sin prisas, una breve caminata o simplemente cerrar los ojos y respirar profundo. Respetar este momento todos los días te dará más claridad y energía.

2. Desconéctate para reconectarte Prueba a reducir el tiempo de pantalla en momentos clave: Antes de dormir, en la comida o al empezar tu día, deja el móvil a un lado y dedica esos minutos a ti. Esto evitará que tu mente se sobrecargue con información innecesaria y mejorará tu concentración.

3. Pon un límite claro a tu jornada. Si sientes que el trabajo o las tareas nunca terminan, establece una hora concreta en la que cerrar el día. A partir de ahí, dedícate a actividades que te relajen o te motiven. El descanso es clave para ser productivo sin desgastarte.

¿ESTÁS VIVIENDO O SOBREVIENDO?

Si hoy tu vida se repitiera exactamente igual durante los próximos cinco años, ¿te sentirías feliz con ella? Es una pregunta sencilla, pero la respuesta puede ser más difícil de lo que parece.

Muchos de nosotros pasamos los días en una rutina casi automática: despertamos, cumplimos con nuestras responsabilidades, resolvemos problemas, intentamos llegar a todo… y al final del día, apenas nos queda energía para algo más. La vida avanza, pero ¿realmente la estamos viviendo o solo sobreviviendo?

Es fácil caer en la inercia. Nos acostumbramos a los «debería», a las listas interminables de pendientes y al peso de la productividad como único indicador de éxito. Pero, ¿qué pasa con el sentido y el disfrute de la vida? ¿Qué lugar tiene el entusiasmo, la curiosidad y la plenitud en medio de nuestras jornadas laborales y personales?

De la supervivencia a la vida plena

Vivir conscientemente no significa ignorar responsabilidades ni dejar de planificar, sino aprender a encontrar sentido en lo que hacemos y darnos el espacio para disfrutar el presente. No se trata de hacer cambios drásticos de la noche a la mañana, sino de pequeños ajustes en nuestra mentalidad y acciones diarias que pueden transformar nuestra experiencia de vida.

En el ámbito laboral, esto puede marcar la diferencia entre una persona que simplemente cumple con su trabajo y otra que siente pasión por lo que hace. En la vida personal, significa salir del modo automático y volver a conectar con lo que nos motiva y nos hace sentir vivos.

Pequeños cambios pueden generar grandes transformaciones. A veces, salir del piloto automático comienza con algo tan simple como detenerse a observar nuestra vida y preguntarnos si estamos donde queremos estar.

¿Qué pequeño cambio podrías hacer hoy para empezar a vivir de manera más plena? Si este tema te resuena y quieres profundizar más, te invito a conocer mis servicios de formación en educación emocional, diseñados para ayudar a profesionales, educadores y equipos de trabajo a vivir con mayor equilibrio y conciencia.

Además, si quieres seguir reflexionando y compartiendo experiencias con otras personas interesadas en vivir con más plenitud, puedes unirte a nuestro grupo de WhatsApp, donde compartimos ideas, recursos y desafíos para aplicar en el día a día.

«La vida no se trata solo de existir, sino de realmente vivir.»

PROPUESTA PRÁCTICA: Te propongo una pequeña reflexión, utiliza el diario de sentimientos. Piensa en tu día a día y responde:

  1. ¿Cuáles son tus herramientas de «supervivencia»? Puede ser el café para mantenerte despierto, la rutina como única forma de organización, o las distracciones que te ayudan a sobrellevar el cansancio.
  2. ¿Cuáles son los obstáculos que más te desgastan? Estrés, monotonía, exceso de responsabilidades, falta de tiempo para ti.
  3. Si tuvieras un «kit de vida plena», ¿Qué incluirías? Tal vez más momentos de descanso, nuevas experiencias, tiempo de calidad con personas importantes o actividades que te conecten con tu propósito.
  4. Saca tus propias conclusiones y ponte en acción.

Saber gestionar nuestro tiempo sin estrés: ¡La clave para no volverse loco!

¿Alguna vez has sentido que el día debería tener 30 horas? ¿O que, por más que haces, tu lista de tareas nunca se acaba? Tranquilo/a, no estás solo/a. El problema no es el tiempo, sino cómo lo gestionamos. Y sí, se puede ser productivo sin terminar el día con cara de «auxilio».

¿Por qué necesitamos gestionar nuestro tiempo sin estrés?

Porque, seamos honestos, vivir corriendo no es vivir. Si dejamos que el tiempo nos controle, el estrés se convierte en nuestro jefe (y no precisamente uno bueno). Cuando organizamos nuestro tiempo de forma consciente, ganamos más que minutos: ganamos paz mental, claridad y esa maravillosa sensación de control de nuestra vida.

Pero, ¿sabes qué puede marcar la diferencia? No hacerlo solo. Pertenecer a un grupo de apoyo emocional es como tener una red de seguridad. Nos ayuda a compartir experiencias, aprender de los demás y, sobre todo, mantenernos motivados para crecer y mejorar, tanto personal como profesionalmente. Porque rodearte de personas que te apoyen y te motiven es la mejor manera de avanzar sin perderte en el camino.

Los beneficios de gestionar tu tiempo sin estrés (y con apoyo):

  • Menos caos mental: Sabes qué hacer y cuándo hacerlo, sin volverte un pulpo multitarea.
  • Más energía: El estrés cansa más que cualquier trabajo. Una buena gestión te recarga en lugar de agotarte.
  • Mejor humor: Cuando no vas a mil, puedes disfrutar más, reírte más y, por qué no, hasta dormir mejor.
  • Motivación constante: Un grupo de apoyo te recuerda que no estás solo y te anima a seguir adelante.
  • Tiempo para ti: Sí, ese tiempo que siempre parece evaporarse.

«El tiempo bien gestionado no solo se mide en tareas cumplidas, sino en sonrisas ganadas y en la compañía de quienes nos inspiran a ser mejores.»

PROPUESTA PRÁCTICA: para el día a día:

Prueba el método «3-2-1», simple y efectivo:

  • 3 tareas clave al día: Nada de listas interminables que solo te frustran.
  • 2 pausas para respirar: Y no hablo de respirar porque toca, sino de parar y disfrutar el momento.
  • 1 momento para ti: Leer, caminar, hacer nada… Lo que te haga sentir bien.

Y si a esto le sumas un grupo donde compartir tus logros y tus retos, tendrás una combinación ganadora. Porque, al final, gestionar el tiempo no se trata de hacer más cosas, sino de vivir mejor. ¿Te animas a probarlo? ¡Tu bienestar te lo va a agradecer (y tu sonrisa también)!

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¿POR QUÉ SENTIMOS QUE EN UN DÍA NO NOS DA TIEMPO A TODO?

Seguramente alguna vez has terminado el día con la sensación de que no has hecho lo suficiente, aunque no hayas parado ni un minuto. Esta sensación no viene solo de la cantidad de tareas, sino de la presión interna que nos imponemos al querer hacerlo todo a la vez.

Vivimos en una cultura que premia estar activos constante y nos hace creer que, para sentirnos realizados, debemos estar siempre ocupados. Esta mentalidad nos empuja a llenar nuestras agendas, atender múltiples frentes y sentir culpa cuando no logramos «hacerlo todo». El problema no es el volumen de tareas, sino la falta de claridad para distinguir lo urgente de lo importante y el impulso de querer hacerlo todo a la vez, sin espacio para el descanso o el autocuidado.

Nos agobiamos porque no sabemos priorizar lo que es verdaderamente importante. Esto nos genera estrés, desgasta nuestra motivación y nos aleja del bienestar emocional. Cuando todo parece urgente, es fácil perder el equilibrio, sentirnos desbordados y olvidar que nuestro bienestar también merece un lugar en nuestra lista de prioridades.

Cuando aprendes a priorizar, recuperas el control, la calma y la energía para avanzar con claridad en tu vida personal y profesional.

Aprender a priorizar no significa hacer menos, sino enfocarte en lo que realmente aporta valor a tu vida.

Beneficios de aprender a priorizar

  • Más claridad y enfoque en lo importante.
  • Menos estrés y sensación de agobio.
  • Mayor bienestar emocional y mental.
  • Más tiempo y energía para lo que de verdad te importa.

En el grupo de WhatsApp «Energía y Equilibrio», comparto herramientas para ayudarte a priorizar, gestionar tu energía y recuperar tu motivación. Escríbeme y únete.

No es hacer más, es hacer lo que importa.

PROPUESTA PRÁCTICA: Prioriza con intención en tu día a día:

  1. Haz una lista de tareas. Anota todo lo que sientes que debes hacer.
  2. Usa la regla de las 3 prioridades. Elige tres cosas esenciales que, si las completas, harán que tu día se sienta productivo y equilibrado.
  3. Reserva tu «Momento de autocuidado» diario. Dedica 10-15 minutos al día a una actividad que te recargue: caminar, respirar o descansar sin culpa.
  4. Revisa y ajusta. Al final del día, reflexiona: ¿Qué he logrado? ¿Qué puedo mejorar?

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TENGO MUCHO QUE HACER

Vivimos en el tiempo de «siempre hay que estar ocupado/a». La lista de tareas nunca termina, el móvil como una constante y la sensación de que no hay tiempo suficiente para todo, es la banda sonora de nuestra vida diaria. Pero aquí viene la parte incómoda: ¿realmente es el exceso de trabajo lo que nos agota? Porque hay personas con agendas llenas que terminan el día con energía y otras que, con menos responsabilidades, se sienten como si hubieran corrido una maratón emocional.

Entonces, ¿Qué está pasando? La clave no siempre está en lo que haces , sino en cómo gestionas tu energía y emociones. Piensa en esto: si llevas tu móvil al 1% de batería todo el día, ¿esperas que siga funcionando bien? Pues con tu cuerpo y mente pasa lo mismo.

¿Por qué siempre acabas agotado/a? Piénsalo un momento… ¿te suena alguno de estos escenarios?

No sabes decir «no» y acabas haciendo más de lo que puedes. Te ibas a acostar temprano, pero te pidieron un favor «rapidito» y ahora son las 12 de la noche y sigues con la cabeza a mil.

Siempre estás en modo “tengo mucho que hacer” y nunca te das un respiro. Hasta en el baño revisas el móvil porque «aprovechar el tiempo es importante» .

No logras desconectar, aunque no estés trabajando. Sales del trabajo, pero tu mente sigue haciendo las tareas pendientes mentalmente mientras intentas ver una serie.

Sientes que si te dedicas tiempo a ti, estás perdiendo el tiempo. Te pones una mascarilla o te sientas a descansar… y la culpa te ataca porque «seguro hay algo más productivo que podrías estar haciendo».

Si te identificas con una (o todas), bienvenido/a al club. No es la cantidad de trabajo lo que te agota, es cómo lo enfrentas y la falta de pausas reales .

Y si te cuesta hacerlo solo/a, en el grupo Energía y Equilibrio trabajamos juntos estas herramientas para que recuperar tu bienestar no sea una lucha solitaria.

Escríbeme y únete a mi grupo de WhatsApp. Porque no se trata de hacer menos, sino de vivir mejor .

No es la carga lo que te agota, es la forma en la que la llevas.

PROPUESTA PRACTICA: Pequeños cambios para no vivir agotado/a y que hoy mismo puedes hacer para empezar a gestionar mejor tu energía. No necesitas vacaciones, una casa en la playa o renunciar a tu trabajo para sentirte mejor. Solo haz pequeños ajustes que marquen la diferencia.

1. Pon un límite pequeño, pero firme. Si tu jornada laboral termina a las 18:00, que termine de verdad. Apaga el móvil del trabajo al menos 30 minutos antes de dormir. La idea no es solo evitar mensajes de trabajo, sino entrenar a tu cerebro para que entienda que tu descanso es prioridad.

2. Di «no» a algo que no es prioritario. Cada vez que dices «sí» a todo, te estás quitando tiempo y energía. Hoy prueba a decir «no» a algo que no es esencial. Puede ser rechazar un favor que realmente no puedes asumir o no responder un correo de inmediato. Practica el arte de priorizar el sin sentirte culpable.

3. Regálate 10 minutos de desconexión real. Elige algo que de verdad te ayude a soltar la carga mental:

  • Una mini caminata, si es por la naturaleza, mucho mejor.
  • Respirar profundo con música relajante.
  • Escribir en el diario de sentimientos lo que te preocupa (te sorprenderá lo bien que funciona).
  • Simplemente siéntate en silencio con un café o infusión sin distracciones.

Si 10 minutos te parecen mucho, es porque los necesitas más de lo que crees .

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Eres el protagonista de tu vida: Escribe el guion que quieres vivir

Imagina por un momento que tu vida es una película. Si tuvieras que verla desde afuera, ¿sería una historia emocionante llena de cambios y crecimiento o una trama repetitiva donde cada día parece igual al anterior? Muchas veces nos sentimos atrapados en una rutina que no nos llena, esperando que en algún momento todo cambie por sí solo. Pero la realidad es que nadie va a escribir esta historia por ti.

Esperar el momento perfecto, la oportunidad ideal o la motivación que aparece de la nada solo nos mantiene en pausa. La vida sigue avanzando, con o sin nosotros. Lo que hoy llamamos rutina, dentro de unos años se convertirá en nuestra historia de vida. Y la pregunta es: ¿Queremos que sea una historia de conformismo o de transformación?

Los protagonistas no esperan a que alguien más les diga qué hacer, toman decisiones, enfrentan desafíos y crean su propio camino. Si queremos cambiar algo en nuestra vida, tenemos que dejar de actuar como personajes secundarios y asumir la responsabilidad de nuestro propio destino.

En el grupo de WhatsApp Energía y Equilibrio trabajamos juntos para que vuelvas a sentir ilusión y ganas de seguir adelante con tus proyectos y con tu vida.

No dejes que tu historia se escriba sola. Escríbeme y empieza hoy a ser el protagonista de tu vida. Porque las grandes historias comienzan con una sola decisión. ¿Estás listo para escribir la tuya?

Las grandes historias no se escriben con excusas, sino con decisiones

PROPUESTA PRÁCTICA: Para comenzar a realizar desde HOY mismo:

  1. Escribe tu propio guion: Tómate unos minutos para reflexionar sobre qué historia estás viviendo en este momento. Escribe en el diario de sentimientos las respuesta a estas preguntas:
  • Si mi vida fuera una película, ¿Qué título tendría ahora mismo?
  • ¿Cómo quiero que sea el próximo capítulo de mi historia?
  • ¿Qué pequeña acción puedo hacer hoy para cambiar el rumbo?

2. Toma una decisión realista: No es necesario hacer cambios drásticos de un día para otro, pero sí empezar con algo concreto. Puedes probar con:

  • Dedica al menos 30 minutos a algo que realmente te motive
  • Di no a una obligación que no te aporta nada
  • Da el primer paso hacia un cambio importante, como enviar un mensaje, pedir información o comenzar algo que llevas tiempo postergando.

3. Rodéate de las personas adecuadas

Los protagonistas de las mejores historias no caminan solos. Siempre tienen aliados que les ayudan a avanzar. Si sientes que necesitas recuperar tu motivación y energía, busca apoyo.

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La importancia de sentir para vivir mejor

En un mundo donde todo va demasiado rápido, nos hemos acostumbrado a vivir en modo automático. Pasamos de una tarea a otra sin detenernos a sentir, a percibir lo que realmente sucede a nuestro alrededor y dentro de nosotros. Pero, ¿qué pasaría si nos diéramos permiso para experimentar la vida con todos nuestros sentidos?

La conexión con los sentidos nos devuelve al presente. Cuando prestamos atención a lo que sentimos, el estrés disminuye, la mente se calma y el cuerpo recupera su equilibrio natural. No se trata de hacer más, sino de sentir mejor.

El proyecto PEDROLUPI cuenta con la experiencia «Todo pasa por los sentidos», un curso donde exploramos la naturaleza de una manera completamente nueva:

  • Pisamos el suelo con atención plena.
  • Escuchamos el viento como si fuera la primera vez.
  • Tocamos las hojas de las plantas y dejamos que su energía nos renovara.
  • Olemos, saboreamos, experimentamos… despertamos nuestra sensibilidad dormida.

Y descubrimos algo fundamental:

  • Reducimos el estrés y recuperamos energía conectando con nuestro entorno.
  • Fortalecimos nuestra inteligencia emocional a través de la percepción sensorial.
  • Aprendimos a vivir el presente sin prisas ni distracciones.
  • Nos reconectamos con nosotros mismos en un espacio de calma y consciencia.

En el grupo de WhatsApp «Energía y Equilibrio», trabajamos con herramientas prácticas de inteligencia emocional para ayudarte a reconectar contigo mismo y encontrar bienestar en tu día a día.

Escríbeme y te cuento cómo formar parte de la próxima edición. Porque el bienestar no está en hacer más, sino en sentir mejor.

«La vida no se trata solo de avanzar, sino de aprender a sentir cada paso.»

PROPUESTA PRÁCTICA: Son las pequeñas cosas, los pequeños detalles que hacemos conscientes los que cambian nuestra vida:

  • Camina con atención plena: Dedica unos minutos al día a caminar en silencio, sintiendo cada paso y conectando con tu entorno natural más cercano.
  • Haz una pausa sensorial: Cierra los ojos y céntrate en lo que escuchas, lo que hueles y lo que sientes en tu piel. Respira y observa cómo cambia tu estado de ánimo.
  • Saborea cada momento: Ya sea una comida, una conversación o una melodía, disfrútala sin distracciones. Deja el piloto automático y sumérgete en la experiencia.
  • Reconecta con la naturaleza: Pasa tiempo al aire libre, toca un árbol, siente la tierra, observa el cielo. La naturaleza tiene un efecto sanador cuando la dejamos entrar en nuestra vida.

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