AUTOCUIDADO EMOCIONAL

Desde hace unos años se viene hablando del autocuidado, pero, ¿Qué es autocuidarse? No consiste única y exclusivamente en tener una alimentación sana y equilibrada o a realizar ejercicio físico o dedicar un rato al descanso y desconectar del mundo, no, es mucho más. Es tener consciencia de uno mismo, de mirarse, observarse, de cuidarse y, por tanto, quererse y valorarse. Un ejercicio que mejora nuestra AUTOESTIMA. Autocuidarse en todas las dimensiones de nuestro ser: física, mental, EMOCIONAL y espiritual.

Entonces, ¿Qué es el autocuidado emocional? es la práctica consciente y activa de prestar atención a las emociones, entenderlas y gestionarlas de manera saludable. Reconociendo y validando nuestros sentimientos sin juicios negativos y tomando las medidas necesarias para mejorar el bienestar mental. En definitiva, es buscar el equilibrio emocional que nos ayude a vivir plenamente nuestro día a día.

Las emociones, que son energía y motivación, nos hacen adaptarnos a las circunstancias y al mundo, nos protegen y ayudan a resolver problemas. Nuestro ser emocional influye en nuestro comportamiento.

Aceptar, regular, comprender y actuar desde lo que sentimos requiere ser consientes de nuestros sentimientos y aprender a mirarnos en las situaciones en las que destaca lo emocional.

Si seguimos este esquema básico, seremos un poco más competentes emocionales y, por lo tanto, mejorará nuestro bienestar personal.

PRIMERO: Identificar la emoción o emociones que estoy sintiendo. SEGUNDO: buscar la causa que ha provocado esa emoción. ¿Qué nos hace experimentar esta emoción? TERCERO: observemos nuestro ser físico o corporal e identificar dónde lo sentimos y con qué intensidad. ¿Esta sensación es agradable o desagradable?. CUARTO: le corresponde a nuestro ser mental, a los pensamientos que acompañan a esas emociones y las creencias (experiencias del pasado, aprendizaje, etc.) en las que se apoyan. ¿Qué pensamientos evocan las emociones que siento? QUINTO: cambia el pensamiento y cambiará el sentimiento. Cuando nos encontremos ante una situación emocional difícil, tenemos que razonar nuestros sentimientos, es decir, buscar no tanto los pensamientos irracionales sino las oportunidades que me ofrece esta situación y los posibles riesgos. Aprender y crecer.

En definitiva, una manera de fortalecer nuestra autoestima es a través del autocuidado, porque cuidarnos aumenta el amor propio y nos hace saber que somos merecedores de todo aquello bueno que necesitamos para estar bien y hacer del mundo un lugar mucho mejor.

Nunca te sientas culpable si necesitas tomarse un tiempo para ti mismo y disfrutar de la vida

PROPUESTA DE TRABAJO: algunas ideas para cuidar tu salud emocional:

  1. Dedica unos minutos al día para parar, para vivir en el presente y ser consciente de tus pensamientos y sentimientos sin juzgarlos. Esta práctica puede reducir la ansiedad y mejorar la claridad mental.
  2. Aprende a expresar lo que sientes. Una de las maneras más fáciles es en el diario de sentimientos. Pero, también, puedes quedar con un alguien que se sepa escuchar, que esté a tu lado.
  3. Trabaja la resiliencia en esos momentos en los que parece que pierdes el control de lo que sucede o experimentas incertidumbre causándote mucho  estrés. Hay cosas que inevitablemente cambiarán a tu alrededor y circunstancias que no podrás modificar. Entender esto te ayudará a enfocarte en lo que sí puedes controlar.
  • Ante esas situaciones del día a día en los que aparecen mil y un sentimiento encontrados, céntrate en gestionar lo que sientes buscando respuesta a lo que te sucede y sus posibles soluciones.
  • Aprende a vivir y actuar en los momentos difíciles desde un punto de vista positivo y realista, y no desde el autocastigo.
  • Recuerda que cuerpo, mente y sentimientos están unidos y forman un todo en ti. Cuidar el bienestar físico con una dieta equilibrada, ejercicio regular y descanso adecuado te ayudará a completar el autocuidado emocional, porque serás más fuerte en la adversidad.
  • Y por último, disfruta del momento y busca actividades placenteras que te alegren y hagan sentir mejor, ya sea un pasatiempo, estar en la naturaleza o disfrutar de momentos de tranquilidad.

EMOCIONES COTIDIANAS

Una nueva propuesta de herramientas emocionales para estos días que consiste en reconocer y reconocernos en lo cotidiano, en la rutina del día a día. Nos sorprenderá la cantidad de momentos, y de cosas que pasan desapercibidas a lo largo de la jornada y que si fuésemos conscientes de ellas nuestros días y nuestra vida mejoraría. En nuestra vida cotidiana nos encontramos con situaciones en las que, si contáramos con buenas habilidades emocionales, nos haría mucho más felices y por ende crearíamos un clima de positividad y crecimiento en nuestro entorno.

No se trata de evitar lo que nos sucede, las circunstancias y hechos son los que son, se trata de cambiar nuestro foco de atención , pero siempre sabiendo que las emociones que sentimos son reales y que siendo consciente de ello tenemos la posibilidad de cambiar nuestra respuesta de forma más acorde con lo que realmente sucede.

Cada momento importa o, por lo menos, tenemos que darle la importancia que merece en nuestra vida y nuestro ser emocional, no todo lo que seduce tiene el mismo grado de importancia, ni tampoco nos tienen que afectar del mismo modo, pero lo que si es necesario es ser consciente de esto porque de lo contrario, cualquier acontecimiento, por muy insignificante que parezca puede hacernos estallar o hundirnos.

COMENZAMOS: Las actividades que te propongo facilitarán su trabajo de consciencia de tu día a día para que se conviertan en momentos nesecarios para que cada jornada sea especial.

1º Consiste en confeccionar un «Cuaderno de bitácoras» al estilo de los navegantes o viajeros aventureros. Un cuaderno que decoraremos y prepararemos para realizar un viaje, un recorrido por nuestra vida cotidiana. Cada día dedicaremos un momento para escribir, dibujar, describir, explicar, etc todo lo que nos ha sucedido, el cómo lo hemos vivido, que hemos sentido, dónde, con quién… se trata de ser conscientes de todo lo que sucede en nuestra vida cada jornada y, de manera muy creativa, expresarlo por escrito (Si ya haces el diario de sentimientos sería un buen ejercicio para realizarlo al terminar tu diario) Si lo hacemos con otros podemos hacer alguna actividad que consista en descubrir momentos, acontecimientos, situaciones del día de los demás por medio de un «pictiorary»

2º Otra forma de trabajar nuestra consciencia de lo cotidiano para ser y estar mejor con nosotros mismos y con los demás es el vernos en nuestro día a día emocionalmente desde las cinco habilidades de Daniel Goleman:

  • Primero: Haz un autorretrato de tu forma de ser, comportarte, valorarte, vivir tu día a día en tus lugares habituales y con las personas con las que convives. Te puedes dibujar, describir, etc… y si lo haces con otros hacer una dinámica de presentación para ver si realmente das esa imagen.
  • Segundo: Obsérvate desde fuera cuando te enfadas, cabreas, pierdes los nervios, la paciencia, etc. ¿Qué ves? ¿Te gustas? ¿Qué puedes hacer? Haz estas mismas preguntas a los que viven lo cotidiano contigo para gestionar mejor nuestro modo de vivir, hacer y, sobre todo, sentir.
  • Tercero: Busca motivaciones para cada día, un objetivo, tarea, emoción que haga de esa jornada algo especial. Un juego para hacer con los demás es que cada día uno prepare algo especial para los demás.
  • Cuarto: Ponte en el lugar del otro, intenta comprender el por qué actúa de una manera u otra, y que la otra persona se ponga en tu lugar. El juego del espejo es muy potente para trabajar la empatía. Recuerda que empatía no es simpatía.
  • Quinto: Haz la lista de todas las habilidades sociales con las que cuentas: saber escuchar, simpatía, ser motivador, animador, colaborador, etc., y descríbete desde esta cuestión: Si me viese desde fuera, ¿qué pensaría de mí? ¿Me gustaría cómo soy con los demás? Pide a los demás que te describan en cuanto a tu manera de comunicar, de escuchar, de colaborar, etc… y tú haz lo mismo con los demás.
  • Saca conclusiones.

Gran parte de lo que nos sucede a diario es porque no somos conscientes de lo poco que nos conocemos.

MI CUERPO ME HABLA

Con esta sexta «píldora emocional» aprenderemos a gestionar nuestras emociones con una de las habilidades fundamentales de la inteligencia emocional: saber reconocer lo que sentimos, ponerle nombre y expresarlo de forma adecuada al momento y la circunstancia, con la ayuda de nuestro ser corporal. Por eso tenemos que trabajar para adquirir la habilidad de observación de nuestra vida como algo primordial. No siempre es sencillo reconocer lo que nos pasa, lo que sentimos puede ser complejo y en muchas ocasiones nos podemos confundir, de ahí la importancia vital de ver los efectos y síntomas que provocan en nuestro organismo las emociones con una de las mejores herramientas con la que contamos: nuestro cuerpo. Lo que sentimos nos motiva, anima y da la fuerza suficiente para continuar. Reconocer el cómo nos afecta y ser capaces de gestionarlo es saludable, necesario e imprescindible para una correcta y sana vida emocional.

¿Cómo lo haremos? con la ayuda de nuestro ser corporal. Seamos conscientes de dónde y cómo sentimos nuestras emociones corporalmente y que efectos provocan para poder gestionarlas.

  1. Hazte esta pregunta:“Cuándo me he sentido así…” Se trata de pensar en situaciones diversas en las que he experimentado alguna emoción o sentimiento y escribir lo que sucedió, verte desde fuera, observarte y describir lo que ves: de qué sentimiento se trata, cómo lo sé, en dónde lo noto (concretamente), cómo lo noto en el cuerpo, qué reacción tengo, cómo lo expreso, qué consecuencias, qué pensamientos, qué hago después, etc. PARAR, ESCUCHAR-OBSERVAR e IDENTIFICAR
  2. Ya tenemos claro el cómo sentimos las emociones corporalmente y sus consecuencias, pues bien, ahora vamos a buscar distintas maneras de gestionar esta emoción y los pensamientos que genera a través del cuerpo. Cada uno de nosotros somos un mundo, también en lo corporal y emocional, por ese motivo no hay recetas universales, pero si herramientas que podemos adaptar a nuestro ser. RESPIRACIÓN, EJERCICIO FÍSICO, DANZA, MEDITACIÓN, CONTEMPLACIÓN, COMUNICACIÓN, PINTURA, etc. tienes que hacer un ejercicio que relacione estados de ánimo, su expresión corporal y el qué herramienta puedo utilizar para su buena gestión. (Cuadro del final?
  3. Por ultimo, tienes que practicar, practicar, practicar… es la única forma para que logres una gestión emocional acorde con las circunstancias creando un hábito que te facilite el manejo adecuado de lo que sientes. Si escuchamos a nuestro cuerpo habitualmente seremos capaces de gestionar lo que sentimos cuando sea necesario.

«Emociones creativas» (Prácticas 11) «Más emociones creativas» (Prácticas 27) «Cuando las emociones se hacen creativas» (Adaptación proyecto segundo, práctica segunda)

QUÉ NOTO
EN MI CUERPO
QUÉ HAGO QUÉ PUEDO HACER
       

Debemos entrenar nuestra capacidad de reconocer lo que sentimos, con la ayuda de nuestro ser corporal y buscar las herramientas necesarias para su buena gestión y lograr ser mejores personas.

LA GESTIÓN EMOCIONAL COMIENZA EN TU MENTE

En las prácticas 7 y 8 de «Emociones creativas» proponemos diferentes reflexiones y actividades para una buena gestión de las emociones y la automotivación. Reforzamos el trabajo de estas prácticas con dos puntualizaciones que nos pueden ayudar a mejorar estos dos pilares de la inteligencia emocional:

  • Lo que hago es bueno para mi y para los demás.
  • Tener claro el objetivo de lo que queremos ser y hacer ¿PARA QUÉ? y creer en ello.

Nos ayudará la técnica de las 3 preguntas:

1. ¿Qué emoción me está provocando este pensamiento, me ayuda o me perjudica?
2. ¿Cómo necesito sentirme en este momento/situación para poder afrontar la situación lo mejor posible?
3. ¿Qué pensamiento o pregunta me puede ayudar a sentir la emoción que necesito en esta situación? (válida y creíble)

Si el plan no funciona o te genera emociones negativas, cambia de plan pero jamás de meta – objetivo