¿De verdad no tienes tiempo, o simplemente no estás en tu propia lista de prioridades?
Vivimos convencidos de que no tenemos tiempo. Nos lo decimos en voz alta y también en silencio, como una justificación, una excusa, como un escudo o como actitud de resignación “es lo que hay”. Y sin darnos cuenta, convertimos esa idea en una forma de vida, ¿Vida?
Pero… ¿y si no fuera del todo cierto este de que «no tienes tiempo»? ¿Y si lo que ocurre no es que te falte tiempo, sino que has dejado de elegirte?
¿Y si lo que está ocurriendo es que estás funcionando al ritmo de los demás, de las circunstancias, de lo que crees que tienes que hacer sí o sí, y ya no recuerdas cómo suena tu propio ritmo?
Cuando dejamos de priorizarnos, lo urgente se come lo importante.
Y lo importante, casi siempre, eres tú. Tu bienestar. Tu calma. Tu energía. Tu equilibrio. Lo que necesitas para no solo vivir, sino disfrutar, saborear, devorar…cada momento de tu día a día.
La agenda se llena. Pero tú no estás en ella, ¿verdad? Y eso tiene consecuencias y lo sabes: cansancio crónico, sensación de vacío, pérdida de sentido, apatía emocional.
Hoy no quiero proponerte una tarea más. Ni que te organices mejor. Quiero proponerte algo más profundo: Que vuelvas a estar presente en tu vida. Que seas importante.
Se trata de una nueva mirada hacia ti: ¿quién decide mi tiempo?
Revisa cómo usas el tiempo no es solo como una cuestión de productividad, sino como una cuestión de identidad. Porque cuando tú no decides tu tiempo, alguien o algo lo hace por ti.
Y ahí es cuando el agotamiento no viene solo por las tareas, el papeleo, la agenda…
sino de sentir que no tienes el control de tu propia vida, de tu tiempo.
La buena noticia es que siempre puedes volver a tomar el timón. Y no hace falta hacerlo con un gran giro. A veces, basta con una decisión pequeña pero firme.
¿Cómo aplicar esto a tu vida cotidiana? Aquí tienes una propuesta sencilla, práctica y posible:
1. Observa tu tiempo con otra mirada
Durante un día, anota en bloques de media hora en qué se va tu tiempo. Hazlo sin juicio. Solo observa. Después, subraya o marca:
- Lo que hiciste por obligación
- Lo que hiciste por los demás
- Lo que hiciste desde la inercia
- Lo que hiciste de verdad por ti
Verlo en el diario de sentimientos, con sinceridad y sin censurarte, simplemente es lo que vives.
2. Elige algo para ti
No esperes a tener una hora libre o un día perfecto. Elige algo pequeño, cotidiano, que puedas hacer esta semana. Por ejemplo:
- Dejar el ordenador a una hora concreta y descansar de forma consciente.
- Tomar tu café o infusión sin móvil y sin culpa.
- Decir no a una reunión o tarea innecesaria.
- Escribir tres frases cada noche en tu diario de sentimientos por los que ha merecido la pena el día.
¿Sabes los beneficios de priorizarte, así, sin culpa?
- Recuperas el sentido de lo que haces
- Vuelves a conectar con tu energía natural
- Tomas decisiones más alineadas contigo
- Aprendes a soltar la culpa que aparece cuando te eliges
- Construyes una rutina emocional que te sostiene
- Te colocas, de nuevo, en el centro de tu vida (sin egoísmo, con responsabilidad)
¿Quieres avanzar en serio en tu vida y gestionar tu tiempo? Pues es hora de tomar decisiones de verdad para vivir con más calma, dirección y motivación, te invito a unirte a:
- El grupo gratuito de WhatsApp “Energía y Equilibrio”: donde comparto propuestas semanales para reconectar contigo desde lo cotidiano.
- O al grupo privado “Reinicia tu vida”: cuatro semanas de trabajo emocional profundo con acompañamiento personalizado en un grupo reducido.
Escríbeme y te cuento cómo puedes sumarte.
Tu bienestar no es una cuestión de tiempo.
Es una cuestión de decisiones.
PROPUESTA PRÁCTICA: La he titulado «Tu agenda emocional»
- Abre tu diario de sentimientos
- Escribe estas dos preguntas y respóndelas con sinceridad:
- ¿Qué estás haciendo en tu día a día que no te permite dedicar ni un momento para ti?
- ¿Qué podrías hacer esta semana, aunque sea diez minutos para recuperar tu tiempo, tu vida, tus pasiones?
- Elige algo concreto para ti. Escríbelo y comprométete al 100%.
- Pega una nota en un lugar visible que te lo recuerde:
Hoy, yo también estoy en mi agenda.
