AFRONTAR LAS EMOCIONES NAVIDEÑAS

La Navidad es una época del año con una gran carga emocional. Los sentimientos que despierta son variados, y a menudo, contradictorios. Desde la ilusión y la alegría hasta la tristeza y la añoranza. La Navidad nos brinda una amplia gama de emociones que no siempre se ajustan a lo que se vive a nuestro alrededor. Las reuniones sociales y familiares son una oportunidad para disfrutar y reunirse con seres queridos, y compartir lo que somos y sentimos, Cada año es distinto porque nosotros y nuestras circunstancias son diferentes.

En esta época, la publicidad y todo lo que significa marketing nos incita a sentir solo emociones positivas como la ilusión, la alegría y la felicidad. Sin embargo, no hay normas para afrontar los sentimientos en Navidad. Si no te apetece estar contento o contenta, no pasa nada. Pero comunícalo a los demás para que puedan comprender el por qué actúas de ese modo.

La Navidad es un buen momento de celebración y también para la reflexión personal. Una temporada especial en el calendario. En todo el mundo, se celebra una de las festividades más importantes, especialmente para la comunidad cristiana. El nacimiento del Niño Jesús, es el motivo central de esta celebración. Pero a lo largo de los años, la Navidad se ha convertido en un evento que se celebra antes y después del 25 de diciembre. Desde octubre ya se nos comienza a presentar la Navidad y el mes de diciembre se ha convertido en un mes de festividades continuas hasta principios de enero. Ante esta realidad terminamos saturados y casi hastiados llegando incluso a aborrecer estas fiestas. Mas aún si estamos pasando por un momento complicado o. simplemente, no tenemos ganas de la «fiesta» que nos dicen repetidamente que hay que vivir

Por eso, la temporada navideña despierta emociones que sentimos de manera especial, a las que llamamos «emociones navideñas». Estos sentimientos son una mezcla de felicidad, temor, nostalgia, alegría, estrés, tristeza, amor e incluso preocupación.

Imaginemos que este año las festividades navideñas son distintas a las que estamos acostumbrados, por diferentes motivos, es importante aceptarlo para poder adaptarnos a la realidad y encontrar nuevas formas de disfrutar de la Navidad en la medida de lo posible. No estamos obligados a experimentar emociones positivas en estas fechas, pero si que podemos vivir la cercanía, el cariño, la compañía, una buena conversación…con los que tenemos a nuestro lada y con los que queremos compartir estos momentos. Recordemos que la nostalgia navideña suele ser temporal y puede desvanecerse después de las fiestas y que según la forma en que interpretemos las emociones puede influir en cómo las vivimos. La manera en que reaccionemos ante un sentimiento específico afectará su impacto en nosotros. Nunca es tarde para adquirir habilidades y herramientas que nos permitan desarrollar una inteligencia emocional saludable, también en Navidad. ¿Cómo?

  • Aprendiendo a manejar nuestras emociones nos ayuda a ser más conscientes de lo que sentimos, a identificar nuestros sentimientos, aceptarlos y controlar nuestra respuesta.
  • Reconocer estas emociones tanto en nosotros mismos como en los demás.
  • Aprovechemos esta época para celebrar y reflexionar sobre lo que realmente importa en nuestras vidas.

Disfrutemos plenamente de la navidad, del cariño y la felicidad que muestran los niños, de la alegría que se siente en las calles, de la música y las luces de la ciudad. Dejémonos contagiar por lo positivo, disfrutemos y, sobre todo, seamos felices.

¡Muchas felicidades a todos! ¡Feliz Navidad! Recuerden que siempre deben ser optimistas realistas y esforzarse mucho para lograr hacer realidad los sueños.

PROPUESTA DE TRABAJO: Aquí te dejo algunos consejos para manejar las emociones de la temporada navideña y de todo el año, si hace falta:

  • No te limites a decir «bien» o «mal». Identifica las emociones que sientes y reflexiona sobre ellas.
  • ¡Date un poco de amor propio! Si regalas a los demás, ¿por qué no regalarte algo a ti mismo?
  • No dejes que las expectativas te controlen. Crea tus propias prioridades.
  • No caigas en la trampa de la publicidad y el cine. La Navidad es imperfecta, ¡y eso está bien!
  • Di «no» a las invitaciones que no te interesen sin sentirte culpable.
  • Vive el momento presente, sin pensar en el pasado o el futuro. Recuerda que todo es temporal, y que la vida tiene altibajos. Comparte tu vida con los que más quieres.
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¿Para qué sirve tener una buena Inteligencia emocional?

Desde hace ya algunos años vamos oyendo, cada vez más, el concepto de Inteligencia Emocional y educación emocional. ¿Por qué? porque se ha demostrado que es igual de importante o incluso más importante que la inteligencia tradicional según estudios e influye mucho más en nuestro desarrollo personal y profesional.

¿Cuáles son sus características? ¿Qué comportamientos tiene una persona con un alto grado de inteligencia emocional?

  • Son conscientes de sus emociones: Las personas que desarrollan este tipo de inteligencia no solo sienten sus emociones, sino que las analizan y escuchan. No se limitan a sentir, sino que intentan entender lo que sus emociones les están diciendo y cómo actuar al respecto.
  • Conocen sus emociones, se reconocen en ellas y no las reprimen: Son personas auténticas y sinceras. Expresan sus sentimientos de forma clara y directa, y no intentan reprimir lo que sienten. Son conscientes de que reprimir las emociones puede ser dañino a largo plazo.
  • Analizan sus proyectos, metas y sueños: No viven ni se dejan llevar tan solo de lo emocional, sino que saben razonar sobre lo que sienten y si alguna sus metas son realistas, posibles y alcanzables desde sus propia realidad personal. Esto es posible porque se conocen muy bien, saben cuales son sus limitaciones y sus potencialidades, sus habilidades y capacidades. Son realistas pero sin dejar de soñar, de sentir, y esta combinación les permite perseguir sus sueños de manera mucho mas efectiva y motivadora.
  • Evalúan de forma constante en sus acciones: Saben que todo tiene su lado bueno y malo, por lo que dirigen su atención a las cosas que pueden solucionar o que pueden ser de utilidad para ellos mismos. No se enfocan en el negativismo, sino en cómo pueden mejorar y crecer. Qué necesitan aprender o mejorar.
  • No toman nada de lo que les dicen como algo personal: Cuando alguien les critica, corrige o altera su vida no dejan que les invadan los sentimientos o los pensamientos negativos. En lugar de eso, analizan si realmente lo que les están diciendo es verdad o tiene algo de verdad, el para qué se lo están diciendo y qué pudieron haber hecho mal para poder mejorar a futuro.
  • Son autocríticos con sus acciones: En relación con lo anterior, cuando les sucede algo que les altera emocionalmente, reconocen si es algo que tiene solución, si está en sus manos solucionarlo y si se les va de las manos, son capaces de hacer autocrítica para mejorar y evitar cometer los mismos errores en el futuro.
  • Reconocen las emociones de otras personas: Intentan ser siempre empáticos con los demás, no siempre es posible, pero se esfuerzan en prestar atención a cómo otros expresan sus emociones, lo que les permite relacionarse mejor con los demás y entender sus perspectivas sin juzgar ni presionar.
  • Les encanta conocer gente nueva: Las personas con una buena Inteligencia Emocional están siempre abiertas a conocer nuevas personas y ver distintos puntos de vista con respecta a muchos temas. Evitan las relaciones tóxicas y escogen rodearse de aquellos con los que tienen una conexión, lo que les ayuda a mantener un entorno positivo y saludable en su vida.
  • Se motivan a sí mismos constantemente: Encuentran motivación en las cosas que les gustan y en las acciones que realizan. No se quedan atascados en el pasado, sino que buscan siempre renovar su pasión con total emoción con nuevas experiencias. Eso les hace ser motivadores natos para los demás.

Cuanto más abiertos estemos a nuestros propios sentimientos, mejor podremos leer los de los demás

 Daniel Goleman.

PROPUESTA DE TRABAJO: Algunas sugerencias que a lo largo de los proyectos «Emociones creativas» y «Aprendiendo a sentir» se trabajan, pero que vien muy bien recordarlas:

  • ¡Es hora de ponerle sazón a tu vida! Programa una alarma unas dos o tres veces al día en el móvil o el reloj y, cuando suene, tómate unos minutos para inhalar profundamente, y preguntarte cómo te sientes. Identifica qué te hace sentir así y por qué. Te ayudará a identificar lo que sientes, pero también a buscar lo que necesitas si es necesario.
  • Otra propuesta es el recurso más importante de mi proyecto emocional creativo, el diario de sentimientos para escribir sobre tus emociones y reflexionar de dónde vienen y qué efectos tienen en ti, qué puedes hacer y qué necesitas para estar bien. Habrá días en los que te sientas con más energía que otros, pero ¡no te preocupes! Lo importante es que tus emociones fluyan libremente.
  • Y no olvides que ayudar a los demás no solo es una contribución positiva para tu entorno y la sociedad, también tiene un impacto positivo en tu propia Inteligencia Emocional. ¡A ponerle corazón a todo lo que hagas! Se positivo realista y práctica la gratitud a diario.
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MOTIVADOR O ANIMADOR

¿Qué diferencia hay entre animar y motivar?

A menudo confundimos los términos «animación» y «motivación» y es que, aunque ambas pueden inspirarnos a actuar, los motivos y las motivaciones suelen ser diferentes. Tenemos que comprender las diferencias entre animación y motivación y cómo se pueden aplicar a nuestra vida personal y profesional.

Ser animador o motivador cuando sea necesario

Lo primero es entender que animar afecta a las emociones, mientras que la motivar influye en el comportamiento y en nuestra vida. Todo lo que hacemos con motivación lo llevamos a cabo. Aunque necesitemos los ánimos que nos impulsen para comenzar o continuar con la fuerza. Es fácil animar a alguien para que realice diferentes actividades y logre con éxito un objetivo. Entonces ¿por qué no lo hacemos? Una palabra de aliento, de gratitud, de refuerzo positivo…puede ser la diferencia para emprender una tarea.

Sin embargo, la motivación significa tener razones, dar motivos para comenzar o continuar un proyecto o una idea, movilizar personas y crear vínculos con lo que estamos haciendo. La motivación implica ofrecer incentivos y es necesaria para mantener el interés y el compromiso de las personas hacia una tarea. Es un estado interno que activa, dirige y mantiene la conducta de una persona hacia fines y metas determinadas. La motivación se mantiene en el tiempo y logra frutos, no parte solo del mero deseo.

¿Cómo Animar y animarnos?

Impulsándonos desde lo emocional. Conectar con lo positivo, lo valioso y alegre. Una palabra de aliento, una sonrisa, un abrazo…simplemente saber que estás ahí puede ser una manera de animar a alguien. Pensemos que el ánimo es un estado emocional y que se gestiona desde la conciencia de lo que sentimos y los pensamientos que nos provoca. Si somos capaces de cambiar el pensamiento, podremos cambiar los sentimientos. Seamos racionales y reflexionemos sobre lo que nos hace sentir desanimados y utilicemos los sentimientos negativos como un despertar que nos indique que algo necesitamos cambiar. Por lo tanto, es importante reconocer que sentirse desmotivado, desanimado, triste o similar está bien si se toma como una señal para actuar en consecuencia. No quiere estar así y me animo al cambio.

¿Y la motivación?

Brota y nace de la actitud, que es la clave de la motivación, no una consecuencia. La motivación surge de la voluntad de querer, no del resultado de algo. Para estar motivado, el ingrediente principal y esencial es tener el deseo de estarlo, porque queremos lograr nuestras metas y objetivos. La motivación requiere dedicación, trabajo y compromiso. Estar o no motivados es fundamental en el resultado que obtendremos en diferentes ámbitos de nuestra vida. Esperar a que la motivación llegue sin hacer nada es propio de personas mediocres.

¿Y cómo motivar a los demás? La clave está en la empatía. Una persona empática establece relaciones basadas en el apoyo mutuo y la ayuda, por lo que motiva desde el corazón. Comprende a los demás, está atento a sus emociones y ayuda a desarrollar sus habilidades y capacidades, no se queda en dar ánimos. Su postura es de servicio y considera las necesidades de los demás. Además, aprovecha que cada uno de nosotros somos distintos para crear teniendo en cuenta diferentes perspectivas. Ayuda a buscar la pasión, la misión, la visión y los valioso de las personas a las que motiva.

En conclusión, es fácil animar a alguien, pero motivar es más complejo. Para motivar, debemos fijar objetivos y metas, programar un plan de actuación y trabajar para lograrlo. Quien motiva sabe que esto es difícil, pero también sabe que es imposible motivar si no se entrega responsabilidad y libertad de actuación a quienes se desee motivar.

PROPUESTA DE TRABAJO: Es necesario interiorizar algunas ideas prácticas para nuestro día a día:

  • Haz una lista de algunas de las tareas que realizas habitualmente. Ahora, piensa en cada una de ellas y realiza este ejercicio: Si motivar es dar motivos. te invito a recordar por qué debes esforzarte, qué ocurrirá cuando logres lo que deseas y cómo mejorará tu vida cuando eso suceda.
  • La motivación nos impulsa a la acción. Una de las claves para motivarnos a lograr un objetivo es tomar conciencia de los progresos que vamos dando en el corto plazo. Escribe en el diario de sentimientos cada paso, cada avance hacia tus metas.
  • Haz planes concretos, con submetas, es el primer paso para que el deseo deje de ser una idea, que puede desanimarnos y se transforme en realidad. Crea un plan, una programación.
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LO MEJOR DE MI VIDA

Todo está en la actitud. Contamos con un potencial, unas habilidades increíbles y muchos conocimientos, pero sino tenemos la actitud positiva para ponerlo en práctica no lo haremos jamás o será a medio gas, sin mucha fuerza, flojito y sin sabor. Cuando hagamos algo, que sea dando lo mejor de nosotros y poniendo todo nuestro potencial, dejando la piel en ello, focalizándonos en nuestras fortalezas y cualidades. No nos merecemos una vida mediocre que nos desmotiva y apaga, nuestra automotivación en la vida debe ser hacer que todo lo que somos de valiosos lo pongamos en práctica para cambiar el mundo con pasión y entregándonos al máximo a nuestra misión en la vida, darle sentido a lo que hacemos y vivimos.

Seamos la mejor versión de nosotros mismos. Aunque esto suene a frase hecha de «Happy days» no lo es si realmente no buscamos ser un superhéroe o en algo que no somos. Se trata de desarrollar nuestras capacidades y habilidades al máximo, aprovechar nuestros puntos fuertes, y mejorar en las áreas que necesitamos trabajar. Pero sobre todo ser nosotros mismos, sin etiquetas ni falsas expectativas.

Básicamente, ser la mejor versión de uno mismo implica dar lo mejor de nosotros en cada situación, hacer las cosas lo mejor que podamos y terminar cada día satisfechos, sin perder nuestra identidad, lo que somos, pensamos y sentimos. A veces nos conformamos con hacer solo lo necesario e imprescindible para salir del paso y ¿realmente qué estamos mejorando algo con esto? No, en realidad estamos dejando pasar la vida sin aprovechar todo lo que puede ofrecernos, tanto a nosotros como a los demás. Los pequeños gestos como ser amable con un desconocido, ayudar a alguien en la calle o dar el 100% (o el 60%, no importa si es eso lo que en ese momento podemos dar, ese es nuestro 100%, pero darlo en todo lo que hagamos va a marcar una gran diferencia).


No importa en qué momento nos encontremos en la vida, siempre tenemos la posibilidad de cambiar el «mundo» aunque a veces lo veamos difícil, especialmente cuando los sentimientos negativos nos invaden por diversas situaciones y estamos estresados o liados con múltiples tareas que consideramos más importantes que nuestro propio bienestar o el de los demás, y podemos dejar que esto nos haga perder las cosas increíbles que nos ofrece la vida cada día. Si lo piensas bien, vivir a medio gas es simplemente pasar por la vida sin disfrutar cada momento y cada oportunidad que se nos presenta.

«No importa quién seas, no importa lo que hayas hecho, no importa de dónde vengas, siempre puedes cambiar, convertirte en una versión mejor de ti mismo»

Madonna

PROPUESTA DE TRABAJO: Te invito a realizar unas actividades que, para que realmente te ayuden a ser la mejor versión de ti mismo, tienes que convertir en hábitos de vida:

  1. El autocuidado como prioridad. Si estás bien, te sientes bien… podrás dar lo mejor de ti a los demás, pero recuerda, no es egoísmo, eres la única persona con la que pasarás toda tu vida. Por lo tanto, debes priorizarte, cuidarte, satisfacer tus necesidades y hacer lo que te hace feliz.
  2. Cambia tu forma de pensar si no te está ayudando a avanzar en la vida. Los pensamientos son los responsables de cómo nos sentimos, si cambias el pensamiento, cambias el sentimiento, es cuestión de actitud vital frente a las situaciones. Todos los días dedica un momento para ti y cierra los ojos, piensa en todas las cosas positivas que tienes en tu vida y sé agradecido. ¿Cómo te sientes después de ser consciente de todo lo bueno que tienes en tu vida? Escríbelo en el diario de sentimientos.
  3. Replantea las cosas que te hacen perder el control y te ocasionan malestar y hazte esta pregunta ¿Depende de mí? Porque suceden muchas cosas sobre las que no tenemos ningún control, y que no dependen de nosotros. Sin embargo, las queremos cambiar, sin entender que no depende de nosotros. Lucha, esfuérzate y mejora aquello que esté en tus manos. Y siempre pregúntate ¿Puedo hacer algo? ¿Depende de mí? si es así, adelante, pero si no lo es no gastes energía y esfuerzo en algo en lo que no puedes hacer nada.
  4. Sentimos todo el día, incluso soñando. No tengas miedo de sentir emociones desagradables: acepta que son lo que son, y en lugar de aferrarte a ellas o aumentarlas con pensamientos negativos, intenta observarlas de forma objetiva, aprende de ellas y déjalas fluir. Las emociones siempre nos advierten de algo, nos ayudan a adaptarnos y a prevenir, sino es así, aprende a cambiar el pensamiento negativo que las hace negativas.
  5. Vive cada momento como importante y conscientemente. No te limites a simplemente existir y dejarte llevar por la inercia del día a día, tenemos solamente una vida, no lo olvides. Vive y haz algo con tu vida que valga la pena. Encuentra tu pasión y enfoca todos tus esfuerzos en hacerla realidad. Recuerda que sólo tienes una vida, y ser feliz y sentirte a gusto contigo mismo es clave para aprovecharla al máximo.
  6. Podría seguir dando pistas, pero te toca a ti buscarlas ¿Qué te parece?

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EDUCACIÓN EMOCIONAL CREATIVA

Estamos viviendo un cambio de paradigma, un cambio de era en el que la Inteligencia Emocional es fundamental para poder enfrentarnos a los nuevos retos de la vida y del mundo laboral de manera eficaz. Necesitamos personas valientes que conozcan, aprendan y practiquen herramientas, habilidades y técnicas de Inteligencia Emocional para profundizar en su crecimiento y valor personal y ser competentes emocionales desde el autoconocimento, el autocuidado y la motivación necesaria para una vida plena.

Necesitamos EDUCADORES valientes que presten especial atención a la educación emocional desde su propia experiencia y vivencia en nuestros días y en especial a los que tienen que afrontar el reto de atender a otras personas. A lo largo de los años como maestro he ido comprobando como la educación ha ido cambiando y, no solamente en lo conceptual, sino, también, en los comportamientos y actitudes del alumnado y sus familias, provocando un grave deterioro de la salud mental y emocional de los educadores. Los últimos informes sobre la salud mental y emocional de los docentes así lo dicen «Aumentan los casos de depresión y estrés entre los docentes y por consiguiente el incremento de las bajas laborales. De los casos atendidos, casi ocho de cada diez (el 78%) sufre ansiedad, el 12% sufre depresión y el porcentaje de docentes que se encuentran de baja es del 15%» y ante toda esta realidad surge mi inquietud por aportar un granito de arena a la calidad de vida de los maestros y educadores.  

PEDROLUPI es un proyecto EDUCATIVO EMOCIONAL CREATIVO para adquirir las habilidades necesarias para mejorar nuestra salud mental y emocional y reconocer y reconocernos en nuestro ser emocional. Fomentando el trabajo y aplicación de la Inteligencia Emocional en nuestra vida y en diferentes ámbitos: EDUCATIVO, laboral, social, etc. como una prioridad para un correcto desarrollo integral de la persona y de la sociedad, desde la conciencia emocional, el autocuidado y la empatía. Porque un educador competente emocional logrará el cambio en la educación que tanto deseamos, comenzando por uno mismo.

¿EN QUÉ TE PUEDO AYUDAR?

Ayudo y acompaño a EDUCADORES valientes y a otros colectivos en su proceso de formación permanente para la adquisición de las herramientas de Inteligencia Emocional necesarias para ser competentes emocionales y mejorar como personas y profesionales, para lograr en sus vidas el clima necesario para ejercer su labor profesional desde una vida plena y desde el amor. Obteniendo los recursos necesarios para afrontar los retos de la educación actual y mejorando la calidad de vida y salud emocional.

¿CÓMO? Con LAS HERRAMIENTAS NECESARIAS para quienes necesitan trabajar de forma muy práctica la educación emocional desde el autocuidado para mejorar su bienestar y salud física, mental, emocional y espiritual. FACILITO con el trabajo y aplicación, totalmente practica, técnicas de Inteligencia Emocional la capacidad para cuidarnos con compromiso y siendo conscientes de cuándo nos dejamos llevar por esos tiempos frenéticos y acelerados que vivimos, para después aplicar todo lo vivido e interiorizado en el ámbito escolar o laboral.

El proyecto PEDROLUPI te aportará la experiencia, seguridad y habilidades necesarias para aplicar la educación emocional en tu vida y, desde ahí, al ámbito que desees, también al aula.

Estos son los OBJETIVOS que podrás lograr con el proyecto PEDROLUPI:

  • Tomar conciencia de los estados emocionales y descubrir su origen.
  • Conectar con nosotros mismos, AUTOCONOCIENTO, para explorar nuestro mundo interior.
  • Identificar las fortalezas y debilidades principales de nuestra vida.
  • Establecer los cambios necesarios para mejorar como personas y como profesionales.
  • Aprender a reconocernos en nuestro ser emocional y aprende a reconocerlo en los demás.
  • Adquirir habilidades y herramientas para GESTIONAR lo que sentimos ante los problemas cotidianos para resolver muchos de los conflictos que nos hacen sentir mal. Aprender a parar, a respirar.
  • Utilizar el análisis y la reflexión como herramientas prácticas, sobre todo para decidir.
  • Desarrollar las habilidades necesarias para mejorar nuestra MOTIVACIÓN.
  • Buscar los recursos para llevar todo lo aprendido, vivido y experimenta al ámbito escolar.

Si estás interesado en talleres, cursos, charlas, prácticas de educación emocional, etc., en las que se necesite trabajar de manera muy práctica habilidades y competencias emocionales personalmente o con tu equipo de trabajo o claustro, no dudes en ponerte en contacto conmigo y hablamos. Más abajo tienes la oferta de formación, pero podemos adaptarnos a las características concretas de tu realidad

Cuanto más abiertos estemos a nuestros propios sentimientos, mejor podremos leer los de los demás.

 Daniel Goleman.

PROPUESTA DE TRABAJO: El proyecto emocional PEDROLUPI, te ofrece dos formas diferentes para ser un poco más competente emocional:

  • Personalmente: con la experiencia emocional «En la Isla de las Emociones» una aventura apasionante para exploradores valientes que se atrevan a adentrarse en su interior en busca del sentido de su vida desde lo emocional. Todo un trabajo para crecer y mejorar como persona y como profesional, como educador. Y «Paseos por la Isla» para los que no se atrevan a adentrarse «En la Isla de las Emociones» te ofrezco la posibilidad de dar un paseo por cada una de las etapas de la Isla. Dos experiencias totalmente ONLINE, prácticas, vivenciales y muy divertidas.
  • Formación para grupos: Claustros, colegios, comunidades educativas, equipos de trabajo, etc. con talleres, cursos, charlas, prácticas de educación emocional, etc., en las que se trabaja de manera muy práctica habilidades y competencias emocionales.
  • VISITA la WEB pedrolupi.es
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LAS EMOCIONES SE GESTIONAN, NO SE CONTROLAN

Todos hemos experimentado como las emociones nos hacer ser y actuar de un modo u otro. Ya sean de alegría, tristeza, asco, miedo, ira o sorpresa, nuestras emociones son parte de nuestra vida. Pero, ¿Cómo se gestionan las emociones? ¿Cómo podemos diferenciar, en muchas ocasiones entre nuestras emociones, pensamientos y comportamiento? ¿Podemos ser conscientes de nuestras emociones y evitar tensión emocional? Exploraremos este temas y algunas herramientas para trabajar y afrontar la gestión emocional en nuestra vida.

Lo primero que tenemos que saber es que «nadie nace sabiendo» Por supuesto, no nacemos sabiendo cómo gestionar lo que sentimos, simplemente dejamos que suceda. A lo largo de nuestra vida, no solamente que no nos enseñan a gestionar lo que sentimos, normalmente nos corrigen nuestros comportamientos, pero no se profundiza, no se va al origen. La gestión emocional es un proceso que requiere tiempo, paciencia y muchísima autoconciencia. Es un viaje de autodescubrimiento y crecimiento personal. Pero, ¿Qué es exactamente la gestión emocional?

La gestión emocional hace referencia a ser conscientes de las emociones que sentimos, aceptarlas y regularlas si es necesario, adaptándonos al contexto en el que nos encontremos, para expresar lo que sentimos de manera acorde a las circunstancias. Este proceso puede llegar a ser todo un reto, pero por suerte, se puede mejorar mediante la práctica, mucha práctica. No es simplemente reprimir o ignorar lo que sentimos, que es lo que normalmente nos enseñan, sino reconocerlas, reconocernos en ellas, comprenderlas y aprender a afrontarlas de manera saludable. La gestión emocional también implica la adquisición de herramientas que nos ayuden a manejar nuestras emociones para liberarnos de vivir como rehenes de los impulsos.

Nuestra tarea es el ser conscientes emocionales. Nadie puede controlar todo lo que sucede, vive o lo que otros sienten, pero sí podemos cambiar la perspectiva interior que nos provoca estas situaciones. Al ser conscientes de nuestras emociones, podemos aprender a manejarlas de manera más efectiva y acorde al momento, respondiendo de la mejor forma.

Contar con una buena gestión emocional también implica que aprendamos a eliminar la carga emocional. Para esto, necesitamos contar con ciertas técnicas que se aprenden en educación emocional. Estas pueden incluir actividades como la música, el deporte, la meditación, respiración consciente, escritura emocional, entre otros. Estas técnicas nos ayudan a liberar la tensión emocional y a mantener un estado de bienestar emocional equilibrado.

Pensemos que la gestión emocional es como un viaje, y cada viaje necesita las herramientas adecuadas. Los protagonistas del viaje de nuestra vida somos nosotros y podemos valorar hasta qué punto contamos con lo necesario para que sea una aventura, una experiencia para explorar caminos que hagan que nuestra vida sea verdaderamente un regalo.

Cuando hablo de gestionar las emociones sólo quiero decir las realmente angustiosas e incapacitantes. Sentir emociones es lo que hace rica a la vida. (Daniel Goleman)

PROPUESTA DE TRABAJO: consiste en practicar a diario algunas técnicas de gestión emocional. Aquí te propongo tres:

  • Primera: aprende a hacer una pausa, tomar distancia de tus emociones y pensamientos; y cuestiona tus interpretaciones, amplia tu perspectiva y elige una forma útil de actuar en esa situación. No es sencillo, requiere de mucha consciencia y práctica. comienza por respirar un par de veces lenta y profundamente o alejarte, si es posible, unos segundos para escuchar tus pensamientos y sentir las emociones…ahora responde ¿Por qué se ha producido esta situación? ¿Por qué me provoca esta emoción, este sentimiento? ¿Qué tengo que hacer?…
  • Segunda: Normaliza el compartir cómo te sientes con las personas que te rodean y busca apoyos entre tus allegados. Esto te ayudará a reducir la carga emocional.
  • Tercera: Aprende a escucharte. ¡Qué importante es! Pero a veces necesitas que te digan cómo. Te invito a utilizar el diario de sentimientos como una de las herramientas más potentes para una sana y buena gestión emocional.
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VIVIR CON EMOCIÓN

Qué es vivir con emoción? Se trata de ser conscientes que nuestro ser es, además de físico y mental, emocional y por lo tanto, lleno de emociones que invaden nuestra vida y nuestro día a día. Vivir con emoción para encontrar el equilibrio entre cuerpo, mente y sentimientos para lograr que nuestra dimensión espiritual se llene de sentido y pasión, es la mejor forma de crecer como personas.

El autoconocimiento nos permitirá descubrir nuestras capacidades, habilidades y competencias, pero debemos ir un paso más allá y buscar la esencia de nuestro ser. Las emociones son la puerta hacia lo trascendental. Vivir momentos de soledad, frustración, angustia y dolor, al igual que los de felicidad, éxito y gozo, nos lleva a una vida plena más allá de lo puramente material o racional (que, a menudo, se disfraza de falsa felicidad) y que nunca llena el vacío existencial que, en nuestros días, está destruyendo tantas vidas.

Sentir y hacerlo con fuerza, desde el amor propio que nos motiva a dar lo mejor de nosotros mismos a los demás. Porque el amor es generosidad, gratitud, ilusión y esperanza. Hacer lo que debemos, pero sintiéndolo, con nuestras virtudes y defectos, logros y fracasos. Sentir cada paso de nuestra vida y encontrar aquello que nos hace ser mejores personas.

«Me gustan mis errores. No quiero renunciar a la libertad deliciosa de equivocarme» Charles Chaplin

PROPUESTA DE TRABAJO: Dos tareas para realizar en estos días y que te faciliten el aprender a sentir:

  1. La primera es un ejercicio de pura observación y consciencia  para descubrir que hay muchas cosas que te afectan y que tienen para ti unas consecuencias u otras. A lo largo de estos días sé consciente de como actúas frente a determinados acontecimientos o situaciones y presta especial atención a lo emocional, más que a lo conductual. Lo puedes ir anotando en el diario de sentimientos.
  2. En la misma línea, expresa todo lo que sientes en el diario de sentimientos pero desde el agradecimiento y el amor a ti mismo y a los demás. Sé consciente de estas cosas y vívelas con fuerza,  disfruta de lo importante y sé agradecido, porque gracias a ellas tu vida avanza, progresa y prospera.
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SOMOS EN EL DÍA A DÍA

¿Cómo afecta a nuestra vida cotidiana y diaria la inteligencia emocional? Las rutinas y costumbres que tenemos ya como un hábito de vida, nos hace acostumbrarnos a que todo sea como es y a ser como somos y no nos paramos a pensar si esta vida es la que quiero y si soy lo que quiero ser. Enfrentarnos a nuestra realidad puede ser muy duro, quizá descubramos que no nos gustamos, que lo que vemos no es lo que soñamos ser. Conocerse es la más importante y decisiva decisión que debemos tomar.

Por ese motivo, es imprescindible trabajar el autoconocimiento. Cuando nos conocemos y reconocemos tal y como somos en los diferentes ámbitos de nuestra vida cotidiana, si además sabemos cuáles son nuestras emociones y las identificamos, nos costará muy poco reconocerlas en los demás y, por consiguiente, evitar reacciones poco deseables en ciertas ocasiones en las que perdemos el control y nos generan problemas de lo más absurdos. Debemos encontrar las herramientas necesarias para reaccionar adecuadamente, convertir muchos de los momentos complicados y difíciles de nuestro quehacer diario en oportunidades para cambiar, aprender y mejorar como personas

Pero es que, además, en nuestra vida cotidiana nos encontramos con situaciones en las que, si contáramos con buenas habilidades sociales, nos diferenciaríamos mucho de los demás. Potencialmente todos contamos con estas habilidades, pero es necesario ser conscientes del impacto que tenemos en los demás y trabajara diario y con insistencia nuestro modo de relacionarnos con los demás con naturalidad y eficacia poniéndolo en práctica.

Seamos conscientes que cambiar hábitos es complicado y costoso pero no imposible. Tenemos que tener muy claro que queremos cambiarlos porque nuestra vida mejoraría con ello. Es recomendable que hagamos una lista razonable de los hábitos que queremos cambiar, los que queremos introducir o de aquellos que nos gustaría seguir mejorando. Uno a uno y sin prisa, para evitar muchas frustraciones por querer cambiar mucho y rápido. Mejor empecemos con un par de hábitos, los que creemos que serán más fáciles de cambiar y los vamos incorporando de forma progresiva: uno nuevo cada semana, cada quincena, o cada mes, dependiendo del tipo de hábito o de las prioridades.

Decía Aristóteles que somos lo que hacemos día a día. De modo que la excelencia no es un acto, sino un hábito. Por tanto, nuestros hábitos, malos o buenos, nos definen.

PROPUESTA DE TRABAJO: Te invito a realizar varias tareas, rutinas que te ayuden a vivir el día a día con serenidad y crecimiento personal

  • Durante un tiempo, anota utilizando el diario de sentimientos, todo lo que vives en el día. Fíjate minuciosamente en cada uno de los momentos del día, en tus reacciones y actitudes, pensamientos y sentimientos, etc. y pregúntate: “¿Quién soy?”“¿Cómo soy?” Y si no te gusta lo que ves, cambia
  • Otra actividad que te ayudará a mejorar es el responder a esta pregunta cada vez que te enfrentes a una situación complicada ¿Qué comportamientos, acciones tengo en esos momentos? y observa, sobre todo, las consecuencias. Posiblemente los resultados no son los que tú deseas. Pues bien, ¿Qué puedes hacer? Lo principal es que quieras verdaderamente cambiar esa situación; busca la motivación, el para qué deseo que eso cambie desde otra perspectiva y buscar las herramientas que mejor te funcionen y que vas a hacer la próxima vez: ¿Qué vas a hacer corporalmente?¿En qué vas a centrar tu atención, tus pensamientos?¿Cómo te vas a expresar y qué vas a hacer de manera diferente?
  • Por ultimo, e invito a reflexionar sobre cómo te manejas con tus habilidades sociales en tu vida de cada día, en lo cotidiano y habitual: Escuchar, ser amable, respeto a las opiniones, comprensión, paciencia, proximidad, atención, empatía, autenticidad, etc. Haz una buena reflexión y mira en si tienes que mejorar o cambiar algunos hábitos y costumbres.
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AUTOCUIDADO EMOCIONAL

Desde hace unos años se viene hablando del autocuidado, pero, ¿Qué es autocuidarse? No consiste única y exclusivamente en tener una alimentación sana y equilibrada o a realizar ejercicio físico o dedicar un rato al descanso y desconectar del mundo, no, es mucho más. Es tener consciencia de uno mismo, de mirarse, observarse, de cuidarse y, por tanto, quererse y valorarse. Un ejercicio que mejora nuestra AUTOESTIMA. Autocuidarse en todas las dimensiones de nuestro ser: física, mental, EMOCIONAL y espiritual.

Entonces, ¿Qué es el autocuidado emocional? es la práctica consciente y activa de prestar atención a las emociones, entenderlas y gestionarlas de manera saludable. Reconociendo y validando nuestros sentimientos sin juicios negativos y tomando las medidas necesarias para mejorar el bienestar mental. En definitiva, es buscar el equilibrio emocional que nos ayude a vivir plenamente nuestro día a día.

Las emociones, que son energía y motivación, nos hacen adaptarnos a las circunstancias y al mundo, nos protegen y ayudan a resolver problemas. Nuestro ser emocional influye en nuestro comportamiento.

Aceptar, regular, comprender y actuar desde lo que sentimos requiere ser consientes de nuestros sentimientos y aprender a mirarnos en las situaciones en las que destaca lo emocional.

Si seguimos este esquema básico, seremos un poco más competentes emocionales y, por lo tanto, mejorará nuestro bienestar personal.

PRIMERO: Identificar la emoción o emociones que estoy sintiendo. SEGUNDO: buscar la causa que ha provocado esa emoción. ¿Qué nos hace experimentar esta emoción? TERCERO: observemos nuestro ser físico o corporal e identificar dónde lo sentimos y con qué intensidad. ¿Esta sensación es agradable o desagradable?. CUARTO: le corresponde a nuestro ser mental, a los pensamientos que acompañan a esas emociones y las creencias (experiencias del pasado, aprendizaje, etc.) en las que se apoyan. ¿Qué pensamientos evocan las emociones que siento? QUINTO: cambia el pensamiento y cambiará el sentimiento. Cuando nos encontremos ante una situación emocional difícil, tenemos que razonar nuestros sentimientos, es decir, buscar no tanto los pensamientos irracionales sino las oportunidades que me ofrece esta situación y los posibles riesgos. Aprender y crecer.

En definitiva, una manera de fortalecer nuestra autoestima es a través del autocuidado, porque cuidarnos aumenta el amor propio y nos hace saber que somos merecedores de todo aquello bueno que necesitamos para estar bien y hacer del mundo un lugar mucho mejor.

Nunca te sientas culpable si necesitas tomarse un tiempo para ti mismo y disfrutar de la vida

PROPUESTA DE TRABAJO: algunas ideas para cuidar tu salud emocional:

  1. Dedica unos minutos al día para parar, para vivir en el presente y ser consciente de tus pensamientos y sentimientos sin juzgarlos. Esta práctica puede reducir la ansiedad y mejorar la claridad mental.
  2. Aprende a expresar lo que sientes. Una de las maneras más fáciles es en el diario de sentimientos. Pero, también, puedes quedar con un alguien que se sepa escuchar, que esté a tu lado.
  3. Trabaja la resiliencia en esos momentos en los que parece que pierdes el control de lo que sucede o experimentas incertidumbre causándote mucho  estrés. Hay cosas que inevitablemente cambiarán a tu alrededor y circunstancias que no podrás modificar. Entender esto te ayudará a enfocarte en lo que sí puedes controlar.
  • Ante esas situaciones del día a día en los que aparecen mil y un sentimiento encontrados, céntrate en gestionar lo que sientes buscando respuesta a lo que te sucede y sus posibles soluciones.
  • Aprende a vivir y actuar en los momentos difíciles desde un punto de vista positivo y realista, y no desde el autocastigo.
  • Recuerda que cuerpo, mente y sentimientos están unidos y forman un todo en ti. Cuidar el bienestar físico con una dieta equilibrada, ejercicio regular y descanso adecuado te ayudará a completar el autocuidado emocional, porque serás más fuerte en la adversidad.
  • Y por último, disfruta del momento y busca actividades placenteras que te alegren y hagan sentir mejor, ya sea un pasatiempo, estar en la naturaleza o disfrutar de momentos de tranquilidad.
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ME CUIDO PORQUE ME AMO

«AHORA, YO» Efectivamente, es el momento de reconocernos como la persona más importante de nuestra vida y, no por egoísmo o hedonismo, simplemente se trata de estar bien para poder darnos y dar lo mejor de nosotros mismos a los demás.

Cuando hablo y, sobre todo, trabajo el autocuidado en mis talleres, cursos y ponencias, trata de concienciar de la necesidad de cuidarnos con tareas y acciones que nos ayuden a cubrir nuestras necesidades físicas, mentales y emocionales, porque es así como cuidamos nuestra salud y bienestar. No podemos cuidar a los demás si no estamos bien. El bienestar personal no es un capricho, es una necesidad vital.

Vivimos en un momento histórico en el que las obligaciones diarias, nos desbordan y conducen al estrés. Un ritmo de vida frenético en el que sin darnos cuenta vamos perdiendo el sentido de las cosas y de la vida. Vivimos en modo automático y con la premisa «tengo que hacer…» tengo que ir…» tengo que…»

El proyecto emocional creativo #pedrolupi te invita a incluir tareas de autocuidado en tu día a día, porque invertir tiempo, tiempo de calidad en nosotros mismos, nos permitirá vivir en equilibrio, conscientes de nuestra vida y priorizando lo que es importante. Nuestro cuidado personal es una prioridad.

La Inteligencia Emocional nos facilita esta labor de autocuidado con la buena gestión de lo que sentimos desde el autoconocimiento y la motivación.

El autocuidado es una actitud que implica pensamientos, conocimientos, hábitos, emociones, afectos…que hay que trabajar a diario

PROPUESTA DE TRABAJO: Algunos pasos para trabajar tu autocuidado

  • Una de las primeras y principales estrategias para cuidarte es desarrollar una sana y buena autoestima. Desde el autoconocimiento y pregúntate: Quién soy, cómo soy, qué quiero, cuáles son mis metas, cómo me comporto…
  • Valórate, quiérete y cuídate. Este es el autorrespeto, porque si quiero que los demás me respeten, primero debo respetarme yo, si quiero cuidar a los demás, primero me tengo que cuidar yo.
  • Mira como andas de autoconcepto. Cuando te miras ¿Qué ves? ¿A quién ves? ¿Es así cómo me quiero ver?
  • No olvides jamás que tienes límites, que no puedes llegar a todo y que si no te cuidas, aún menos.
  • Desarrolla habilidades de buena relación con los demás, rodéate de personas positivas y construye relaciones de confianza, compromisos de acción y procesos de aprendizaje continuo que te faciliten un cambio de actitud.
  • Haz una lista de lo que necesitas para estar bien y marca objetivos y metas para ir logrando esos tiempos y espacios para ti. No es egoísmo, es necesidad

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Una propuesta de formación personal para el AUTOCUIDADO

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