La motivación es esencial para avanzar en la vida, progresar en nuestras actividades, alcanzar metas, ya que influye en nuestra manera de actuar según su tipo y nivel. Por tanto, contar con una motivación sólida es fundamental en la vida. La motivación es un proceso interno que impulsa a las personas a lograr objetivos o llevar a cabo acciones. La motivación abarca procesos que proporcionan energía, intensifican y mantienen la conducta, y la dirección, orientando el comportamiento hacia la consecución de un fin u objetivo determinado.
Hoy, necesitamos más que nunca automotivación. Debemos movilizarnos y buscar nuevas oportunidades y experiencias para crecer. Las ganas, el deseo, la actitud por trasformar lo que hacemos es la forma de aprender a dirigir nuestra vida en el presente orientándola hacía el futuro. Una de las grandes lecciones que aprendemos en la vida es que todo esfuerzo tiene su recompensa. Luchar por lo que queremos supone crear unos hábitos concretos en nuestra vida cotidiana que suponen un esfuerzo que requiere dedicación y alguna que otra toma de decisiones con sus dificultades. Se trata de aprender a buscar las oportunidades y recursos que se nos presentan y aprovecharlos para lograr lo que deseamos. Es necesario e imprescindible contar con la ilusión y motivación por la que estamos haciendo el esfuerzo y, de este modo, no solo es más fácil, sino que disfrutaremos de cada logro.
¿Por qué las personas hacemos muchas cosas difíciles, complicas, que suponen esfuerzo? ¿Qué nos impulsa a soportar diversas incomodidades, sufrimientos y, a veces, dolor? La respuesta es clara: tenemos nuestras «razones». Para nosotros, «vale la pena». La motivación, no importa cómo la llames, es crucial porque nos mueve a actuar, a esforzarnos, a levantarnos temprano, a luchar y perseverar para alcanzar metas y objetivos. Que nuestros motivos estén claramente definidos, de forma consciente, y que nos lleven a logar los sueños y deseos, a crecer y a lograr lo que queremos
La vida es un constante vaivén de altibajos. La rutina y los quehaceres diarios se reflejan en forma de desmotivación, en una falta de entusiasmo, empatía y dificultades en la comunicación. Nuestras motivaciones son energía en movimiento. Tanto la motivación intrínseca como la extrínseca desempeñan un papel crucial para llevar una vida plena. Además, la motivación externa contribuye a fortalecer la interna o, al menos, a brindar ese impulso que a veces necesitamos.
¿Qué nos motiva para levantarnos cada día? BUSQUEMOS MOTIVACIÓN con un ¿para qué?
Sin emoción no hay motivación y sin motivación difícilmente lograremos aquellos propósitos con los que soñamos.
PROPUESTA DE TRABAJO: Te propongo que no acabe un día, una sesión de clase, una actividad, un proyecto, etc. en el que no anotes lo que has logrado, aprendido, avanzado.
Esta actividad tiene que convertirse en un hábito, conseguirás saber cómo y dónde te encuentras en tu proyecto de vida y qué significa para ti cada logro. Aumentarás tu autoestima y la motivación por lo que haces cada día. siguiendo estos pasos:
- El diario de sentimientos es una herramienta fundamental para llevar a cabo esta tarea y responder a estas cuestiones te facilitará que no pierdas esa energía que te da la motivación:
• Cuál era el reto u objetivo.
• En qué ha consistido el logro.
• Un “premio” con el que lo celebrarás. - La motivación es la que te mueve y lleva allá donde quieres ir. Una persona motivada es capaz de alcanzar aquello que desea. Piensa, reflexiona sobre tus aliados para obtener la motivación que necesites en momentos de desánimo, esto es, tus fuentes de motivación:
- Internas: los valores que mueven tu vida, tus metas, logros, tus para qué…
- Externas: lugares donde estás muy a gusto, actividades que te hacen sentir muy bien, personas referentes y ejemplo en tu vida, momentos de placer y ocio…
3. Hacemos un cartel, un mural, un trabajo plástico, etc en definitiva, algo creativo para tener a la vista y que sea nuestro apoyo motivacional.
4. Algunas ideas para activar nuestra motivación diaria:
- Haz una lista de actividades que disfrutes y un calendario para realizarlas.
- Usa tus intereses y pasiones como motivación.
- Enumera los beneficios de mantenerte motivado.
- Reflexiona sobre las ventajas de hacer o no determinadas tareas.
- Reconoce tu valía y revisa tu historial de motivación ¿Qué hago o hice para motivarme?.
- Rodéate de personas motivadas.
- Ten confianza en tus capacidades, habilidades y competencias.
- Acepta que los errores como parte de ser humano y aprende de ellos.
5. Si la motivación es para la clase, el grupo o equipo de trabajo, no olvides que los retos y objetivos tienen que estar acorde con las posibilidades, habilidades, capacidades… que los logros no siempre tienen que ser del 100% y que siempre, siempre, siempre hay que celebrarlos aunque sea de manera muy sencilla.
«Más emociones creativas» (prácticas 9)
Los logros del día a día son la motivación para llegar a la meta y lo hace más fácil.