¿Qué entendemos por ser una persona auténtica? ¿Qué podemos hacer para ser más auténticos? Ser una persona auténtica significa ser fiel a uno mismo, vivir de acuerdo con nuestros valores, expresar los talentos y características singulares que nos hacen ser quienes somos y, sobre todo, actuar en consecuencia. Es decir, pensar, sentir y hacer lo que realmente conecta con nuestros valores y nuestro propósito de vida. Pero más veces de lo que pensamos actuamos detrás de un disfraz, fingiendo, aparentando, interpretando algo que no somos simplemente para contentar a los demás o no tener problemas. Puede ser que actuemos de buena fe porque suponemos que es lo correcto o que es lo que los demás esperan de ti. Ser naturales y expresar lo que pensamos y sentimos sin perder nuestra identidad.
Ser auténtico no es sencillo y supone un esfuerzo que no todo el mundo está dispuesto a hacer. Preferimos adaptarnos y mimetizarnos al ambiente que toque y evitar problemas o malos rollos. ¿Tiene algún sentido «actuar» para ser quienes los demás quieren que seamos? No, no merece la pena perder nuestra identidad, aquello que nos hace ser quienes somos simplemente para contentar a los otros, evitar problemas o lograr alguna cosa…a la larga perdemos lo más importante, nuestra vida, dejamos de ser. Cambiar tantas veces como sea necesario, buscando lo que nos acerque a la persona que queremos llegar a ser. Viajar a nuestro interior tanto como necesitemos, porque es ahí donde se encuentro nuestro SER autentico, único e irrepetible.
¿Qué podemos hacer para ver si somos todo lo auténticos que tenemos que ser? Lo primero y principal es mirarnos, reconocernos…comenzar con una mirada hacia dentro y dedicar tiempo para observarnos y tratar de conocernos de verdad, en profundidad. No podemos ser nosotros mismos si no nos conocemos. Imposible actuar conforme a lo que pensamos, sentimos y creemos desde nuestros valores si no nos conocemos. Por eso es tan importante el autoconocimiento en nuestra vida.
Pasamos la vida imitando, contentado y pendientes de los demás, olvidando quienes somos en realidad, nuestras metas, proyectos, gustos…quedan en un segundo plano. ¡Es el momento de pensar en nosotros mismos! y aprender a aprender a decir NO a muchas cosas, poner límites a exigencias de los demás y perder el miedo y los complejos. La autenticidad implica perseverancia no rigidez y lleva mucho tiempo, pero cuando realmente nos reconocemos y nos queremos tal y como somos, descubrimos la persona maravillosa y ÚNICA que somos. Tenemos que comenzar a revisar nuestra percepción de las cosas, de nosotros mismos y la forma en la que actuamos a partir de ella.
Porque, no olvidemos, que ser auténtico es un desafío perpetuo que requiere de mucha inteligencia emocional .
«Sé tú mismo. El resto de papeles ya están cogidos»Oscar Wilde
PROPUESTA DE TRABAJO: Te invito a realizar un ejercicio de pura observación que te facilite redescubrirte y ser cada día más auténtico:
- Practica un ejercicio de observación personal, de autoconocimiento: observa si eres y te comportas igual estés donde estés y con quien estés.
- Si se corresponde tu forma de actuar con tus principios y valores.
- Sino exiges a los otros lo que tú no estás dispuesto a hacer. Si eres persona de palabra y cumples con lo que dices.
- Por último, qué hace que pierdas los nervios y te hace comportarte de manera que no te reconoces…
- Pregúntate: ¿Te gusta lo que ves? Si no es así, busca lo que necesites para cambiar. ¿Qué puedes hacer corporalmente?
- ¿Qué puedes mejorar en tu forma de comunicarte? ¿Cómo debes expresar mejor lo que sientes de manera clara? ¿Qué vas a hacer de manera diferente para cambiar?
- Recuerda que todo comienza con un buen autoconocimiento y practicar, practicar, practicar.
(Prácticas 27 “Más emociones creativas”)
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