Cada año tiene que ser especial, lleno de experiencias. Cada año tenemos que crecer, aprender y, sobre todo, vivir. Este año que terminamos ha sido otro reto para cada uno de nosotros que intentemos vivir con intensidad la vida, con inteligencia emocional.
PROPUESTA DE TAREA: en estos últimos días del año te invito a realizar un ejercicio de memoria emocional en el diario de sentimientos. Se trata de, a modo de bocadillos o nubes, poner los nombres de los meses y escribir en cada uno de los 12 al menos una cosa por la que ese mes fue importante, especial o simplemente recordar a una persona, momento o circunstancia que quieres recordar siempre. Al terminar la actividad tendrás 12 razones por las que este año que terminamos ha merecido la pena. ¿Te animas? Recuerda que esta es mi propuesta desde «Emociones creativas» pero hay tantas maneras de realizar esta actividad como personas existimos. Lo importante es que desde la creatividad hagamos un ejercicio de reflexión del año y comprendamos que siempre, siempre, siempre tenemos algo por lo que dar gracias y seguir adelante.
Al final, después de un buen rato contemplando el trabajo, saca una conclusión, un titular para este año que terminas: en positivo, realista, pero positivo.
La vida es un camino que recorremos año tras año, paso a paso y en el que todo y todos cuentan