EN PRESENTE CONTINUO

Si pretendemos conseguir un bienestar psicológico duradero, la felicidad, es necesario vivir el presente siendo conscientes de lo que sentimos, lo que nos afecta, etc., ahora, en este preciso instante y expresarlo con el máximo detalle posible. Esto te ayudará a ir mejorando tu capacidad de conocer, analizar y canalizar tus emociones, reforzando las positivas y dando solución a las negativas.

Vivir cada día con ilusión y ganas de disfrutar del momento, ese es nuestro reto. No hace falta hacer grandes cambios para empezar a vivir el presente. Se trata de obligarnos a prestar más atención a cada cosa que hacemos y ver qué es lo que sentimos. Veremos como la vida cotidiana comienza a tener sentido y a convertirse en un regalo porque un presente es eso mismo, un regalo, y todo nos hará sentirnos vivos. Seremos más optimistas y felices. Esto generará a muestro alrededor un ambiente acogedor y seremos también un regalo allá donde nos encontremos.

¿Cómo lo haremos? Propongo una serie de ejercicios muy sencillos pero muy útiles para ser presente, vivir en presente, sentirse presente. No es necesario seguir un orden concreto, pero sí hacerlo de forma continuada y crear un hábito.

  • Por las mañanas, al despertar, sé consciente del nuevo día. Respira profundamente varias veces, sonríe y estírate todo lo que puedas. Haz un recorrido por los lugares y espacios en los que vas a estar y los propósitos para este día. Recuerda que son una propuesta, que a lo largo de la jornada pueden cambiar o mejorar. Eso hará que el día sea especial y único. En el grupo o en clase al comenzar o finalizar la sesión hacer algo diferente, que sorprenda y motive. Se trata de estar presentes evitando las rutinas.
  • Saluda a todo el mundo, si es posible con un buen apretón de manos, un abrazo, una sonrisa… Hazte presente para los demás. En clase sería muy conveniente hacerlo al comienzo, de manera personal o con alguna dinámica de grupo.
  • Agradece cada cosa, persona o acontecimiento que vaya sucediendo por muy pequeño e insignificante que sea. Es otra forma de ser presente y de hacerte presente. Dar las gracias a algún compañero por algo concreto o por todo en general, ser más agradecidos y decir GRACIAS más a menudo en nuestras clases.
  • Dedica un tiempo a descansar, respirar, meditar, para el Diario de sentimientos… Es tu tiempo, tu momento tan necesario e imprescindible para tener una buena inteligencia emocional. En clase, después de un momento de relajación- concentración, dedicar unos minutos al diario de sentimientos.
  • Antes de ir a dormir, repasa el día y agradece todo lo que has vivido. Sé consciente de la vida que tienes y sonríe antes de dormirte.

¿Sencillo? Pues a practicar. Te convertirás en un verdadero regalo para el mundo y si lo haces en clase o en el grupo ayudarás a ser y estar mejor a los demás.

Un presente es un regalo; vivir en presente es regalarnos una vida plena y ser así más felices.

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TALLER «Aprendiendo a sentir»

«Conócete, acéptate, supérate»

San Agustín

Justificación: Partimos de la premisa de que las emociones nos permiten tomar conciencia del contacto que tenemos con todo lo que hay a nuestro alrededor. Conocer, conocernos y reconocernos en nuestro ser emocional nos abrirá a vivir plena e intensamente cada acontecimiento de nuestro día a día. Por este motivo, las emociones nos guían a la hora de la verdad para en la toma de decisiones. Por este motivo, tenemos que entrenarnos para adecuar lo que sentimos a las circunstancias sin dejarnos manipular por el mundo.

Las emociones son la que son: Miedo, ira, asco, tristeza, alegría y sorpresa, las sentimos y vivimos de forma innata y natural para adaptarnos a las circunstancias.

Objetivo: Entender y trabajar la conciencia emocional tan necesaria para aprender, comprender y expresar lo que las emociones nos quieren decir en cada momento y así, utilizarlas adecuadamente en nuestra vida y el ámbito educativo.

PROPUESTA DE TRABAJO: Comenzamos el taller con la dinámica: “Las tarjetas que preguntan” para practicar el arte de preguntarnos. Son las preguntas, no las respuestas las que nos indica el qué, cómo y para qué de las cosas y de la vida. Además, no solamente respondemos a la pregunta que me hace la tarjeta, sino que, además, lo compartimos con otras personas. Verbalizar lo que siento es un buen comienzo para una sana y buena gestión emocional.

Continuamos siendo conscientes de las cuatro dimensiones de nuestro SER: somos cuerpo, mente, sentimientos y espíritu. Todo lo que le hacemos a cada una de estas dimensiones le afecta para bien o para mal al resto. Desde nuestro ser corporal es mucho más sencillo lograr el equilibrio tan necesario para nuestra vida. Cambiar nuestro pensamiento y gestionar nuestros sentimientos. Finalmente, es en el núcleo de nuestro ser, el que nos hace únicos e irrepetibles, donde se encuentra nuestra esencia, el lugar donde residen los valores, los sueños, la VIDA…y que se nutre y nutre al resto de dimensiones. Aprendamos a cuidarnos y cuidar desde las cuatro dimensiones.

El siguiente paso en el taller fue una práctica de relajación desde la postura y la respiración consciente. ¡Qué importante aprender a parar, a callar, a simplemente estar!

Concluimos el taller con el juego de las “coronitas emocionales” en las que reconocíamos la emoción que llevamos en la frente por las reacciones de los demás, pero también nosotros ayudamos a los demás a reconocer la emoción que llevan. Terminamos uniéndonos a nuestro grupo de emociones y después buscando la emoción que me ayudaría a gestionar mejor la que en este momento llevo en la frente…una dinámica que se puede ampliar y reforzar con muchas más actividades: Historias por parejas o grupos de 4, diálogo con los de mi grupo para compartir cuándo y cómo me siento así, gestión emocional con otra emoción, reconocerme cuando siento esta emoción, buscar la respuesta a la pregunta ¿Qué podría hacer?…

“El conocimiento de uno mismo, es decir, la capacidad de reconocer un sentimiento en el mismo momento en que aparece, constituye la piedra angular de la inteligencia emocional»

Daniel Goleman
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EXPRESIÓN EMOCIONAL

¿Por qué es tan importante expresar lo que sentimos? Comencemos diciendo que no solamente es importante, sino, totalmente necesario, si queremos tener una sana salud emocional. Partimos de la premisa de que es inevitable que sentir sentimos siempre, ahora bien, otra cosa es saber expresar lo que sentimos o expresarlo correctamente, sin negar o tratando de disfrazar eso que sentimos, ya que, si hacemos esto, lo único que se provocamos es que a la larga se tengamos problemas.

Expresar lo que sentimos es fundamental para procesar nuestras experiencias y vivirlas desde lo emocional con naturalidad y entendiendo lo que nos está pasando para poder gestionarlo o potenciarlo, según sea el caso. La expresión de los sentimientos nos sirve tanto para desahogarnos, como para cambiar los pensamientos negativos por positivos, si fuese necesario.

Tenemos que aprender a reconocer y reconocernos en lo que sentimos, lo que llevamos en nuestro mundo interior y que no siempre es ajustado a las circunstancias en las que vivimos nuestro ser emocional. Se trata de un proceso continuo y de observación de nosotros mismos, de autoconocimiento, que nos permita ir adquiriendo las habilidades necesarias para aceptar lo que sentimos, gestionarlo y aprender a actuar en consecuencia en distintos contextos, es decir, nos hace más competentes emocionales.

Las emociones siempre cumplen una función muy importante en nuestra vida porque nos permiten orientar nuestras acciones, reacciones, decisiones de manera eficaz. Además nos dan el conocimiento necesario para adaptarnos a distintos entornos y en contextos diferentes porque son una fuente de información: nos guían, asesoran, permiten entender aquello que te sucede a nuestro alrededor y en nuestro interior y, además, también nos permiten relacionarnos con los otros.

Expresar lo que sentimos es algo complicado porque no nos han enseñado a hacerlo y cuando lo hacemos las consecuencias no son las que deseábamos. Tenemos que aprender a exteriorizar los miedos, las angustias, las frustraciones, el amor, el perdón, el agradecimiento, etc. Puede que al principio nos cueste e incluso nos sintamos avergonzados, pero al terminar de hablar descubrimos sus beneficios: nos liberamos, conectamos con nosotros mismo y los demás, nos sentimos bien y relajados.

PROPUESTA DE TRABAJO: Vas a realizar un ejercicio de autoconciencia emocional siguiendo los siguientes pasos:

  1. Identifica lo que sientes: Se trata de poner nombre a la emoción que estás experimentando en este momento o en un momento muy próximo en el tiempo. Miedo, ira, asco-rechazo, tristeza, alegría o sorpresa.
  2. Piensa en cuál ha sido la causa: Tienes que preguntarte por el origen o motivo: ¿por qué me siento así? ¿Qué ha sucedido? ¿Ha pasado en otras ocasiones?
  3. Analiza los pensamientos que te vienen: los pensamientos son los que hacen que esas emociones se transformen en sentimientos y lo vivas en positivo o en negativo. Descubrir qué piensas, puede evitarte muchos problemas. Recuerda que cuando comienzas diciendo “Siento que…” estás comunicando un pensamiento, no un sentimiento. Ten en cuenta que los pensamientos son fruto de tus experiencias pasadas, vividas o aprendidas y que en este momento puede que no sean ciertos o incluso erróneos estos pensamientos. La gestión de lo que sientes depende de este momento.
  4. Escoge el mejor modo de expresar lo que sientes: Sea positivo o negativo lo que te generan estos sentimientos, tienes que expresarlos mediante palabras, conductas o incluso mediante la escritura. Pero expresa lo que sientes y mira cuáles serán las consecuencias de expresarlo o no y de qué modo hacerlo. Lo que sientes hazlo siempre en primera persona «Me siento…» y después añade un «porque…» tu conciencia emocional mejorará mucho.
  5. Establece el objetivo: pregúntate qué pretendes conseguir al expresar ese sentimiento. Desahogarte, resolver un problema, sentirte mucho mejor, eliminar tensión, compartir. etc.
  6. Regula la intensidad emocional: Si regresas a los pasos 3 y 4 verás que expresar las emociones con una intensidad inapropiada puede ser el origen de una situación problemática, por eso es importante gestionar lo que sentimos antes de expresarlo con alguna técnica: respiración, anclaje emocional, postura, tono de voz…
  7. Ahora te toca practicar, practicar y practicar: Mi recomendación es que comiences tus prácticas en el diario de sentimientos adquiriendo un buen vocabulario emocional y reconociéndote en lo que sientes.
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ME CUIDO PORQUE ME AMO

Estamos tan ocupados por estar bien que nos olvidamos de estar bien. Comienzo este tema con esta frase porque, efectivamente, nos olvidamos de cuidarnos realmente y nos pasamos la vida diciendo que “deberíamos cuidarnos más” lo sabemos, pero de la teoría a la práctica hay un gran salto que no siempre estamos dispuestos a dar.

En esta aventura emocional que emprendes te propongo el reto de “CUIDARTE” de hacer un poco de introspección y comprometerte con tu autocuidado en los 4 ámbitos de tu ser como persona: cuerpo, mente, sentimientos y espíritu.

El autocuidado es muy importante. Creemos que el bienestar es solamente recordar la necesidad de comer sano, hacer ejercicio, dormir lo suficiente… pero, es también, el pensamiento positivo, la lectura, el buen humor y la actitud proactiva ante la vida. Ponerse límites, saber protegernos y defendernos cuando es preciso. Buscar metas altruistas, rezar, meditar, cuidar a los demás…dar importancia a lo que de verdad la tiene y quitar atención a lo que no la merece. Como ves, cuidarse va mucho más allá de lo puramente físico.

PROPUESTA DE TRABAJO: A modo de entrenamiento de gimnasio, vas a buscar «rutinas» que te ayuden a mejorar en las cuatro dimensiones de tu SER, recuerda que tienes que ser objetivo y realista, no seas, al principio muy exigente ni ambicioso. Busca pequeños pasos para el cambio a medio o largo plazo:

  1. Corporal: Un hábito, una actividad, dejar un mal hábito, etc…. Alimentación, sueño, higiene, deporte, etc. ¿Qué se te ocurre que puedes hacer?
  2. Mental: Actividades, rutinas, etc. en el que sea tu ser mental el protagonista: Leer, aprender algo nuevo, buscar solución a algún problema, etc. ¿Qué se te ocurre?
  3. Emocional: conciencia emocional, diario de sentimientos, observación de nuestros comportamientos, buen humor, etc. ¿Qué podrías hacer tú?
  4. Espiritual: Mirar a lo profundo de nuestro ser y buscar los valores, los principios y fundamentos de la persona que somos. Contemplar, meditar, rezar, etc. ¿Qué puedes hacer?

Ve anotando en el diario de sentimientos, con fecha, cuándo comienzas cada actividad de autocuidado y su seguimiento. ADELANTE

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APRENDER A SOLTAR: OTOÑO

La naturaleza nos habla de estaciones, nos abre a vivir cada tiempo con su ritmo y significado. El otoño es la estación del año en que vemos como las hojas se sueltan…tenemos que aprender de esta estación a desprendernos, descargarnos, dejar caer todo lo que en nuestro día a día nos pesa, nos entorpece, nos hacer ser peores o no nos deja, simplemente SER.

La descarga que nos procura el descanso en el silencio ha de abrirnos y encaminarnos hacia una nueva actitud, hacia un nuevo modo de estar y de hacer en el que pasamos de “cargar” a “hacernos cargo”. Otoño es el escenario donde las hojas inician la maravillosa danza del soltarse.

José María Toro. DESCANSER. Descansar para Ser.
(Editorial Desclée de Brouwer. 3ª edición)

PROPUESTA DE TRABAJO: Ser conscientes de las cosas, personas, actividades…que tenemos en nuestra vida que deberíamos dejar ir, soltar…

  1. Se entrega a cada uno un dibujo de una hoja o se pide creatividad y que cada cual dibuje una hoja. En su interior escribimos a modo de diario de sentimientos todo lo que en este momento de nuestra vida tenemos que dejar caer para poder seguir adelante, para dejar espacio para lo «nuevo» en la primavera de nuestra vida, de nuestro ser. Buscamos acciones concretas y posibles para que esto sea posible y las anotamos por detrás de la misma hoja. Terminamos con un compromiso personal para lograr soltar estas cargas más o menos pesadas. Decoramos la hoja y y la guardamos en un cuaderno diario o la pegamos con la posibilidad de mirar la parte de atrás, para, antes de la llegada del invierno revisemos si lo hemos logrado. Si la respuesta es no, nos preguntamos ¿por qué? ¿Qué puedo hacer? ¿Qué necesito? para avanzar en nuestro crecimiento personal y dar paso a la siguiente estación: El invierno
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NATURALMENTE NATURAL

Cuando descubrimos que «somos naturaleza» y aceptamos nuestro ser natural, buscamos momentos y espacios para conectar con nuestra esencia. La naturaleza nos enseña a ser naturales y no hay nada más grande y bueno que comportarnos y ser tal y como somos, con toda la naturalidad del mundo, sin máscaras, ni tapujos. Ser nosotros mismos, sin fingir, ns hace más auténticos y crece nuestra autoestima propiciando una muy buena gestión emocional. En lo personal aprendemos a apreciar lo que somos y el cómo nos gustaría ser. Aceptarnos tal y como somos significa que podemos mejorar por nosotros mismos. Observar la naturaleza, comprender y contemplar sus leyes y principios, seguir el ritmo de las estaciones, conocer nuestro estado anímico en cada momento son algunas de las tareas pendientes que tenemos para lograr ser realmente parte del entorno natural en el que vivimos, convivimos y sentimos.

No hay nada más sano y bueno para nuestra vida que el ser naturales
y dejar que nuestra luz brille.

PROPUESTA DE TRABAJO

Te propongo dos momentos para trabajar tu SER naturaleza, tu SER natural.

1º Aprovecha un tiempo de descanso o de vacaciones para salir y buscar un lugar para estar en contacto directo con la naturaleza: el monte, el campo, el mar, un parque tranquilo,un lago Y simplemente está, contempla, respira, siente…Verás que mejora tu estado anímico y te encontrarás mucho mejor. Se trata de repetir esta actividad siempre que puedas y en vacaciones contamos con muchas oportunidades para hacerlo. Aprovecha para practicar otras herramientas emocionales: el silencio. la meditación, la quietud, etc… y déjate llevar conectando con lo más profundo de tu ser: escucha los latidos de tu corazón, observa tu respiración, siente la brisa en la piel, descálzate y nota la tierra, la hierba, el agua…, porque donde está tu atención ahí estás tú. Dibuja, escribe, canta, etc.

2º Es una actividad mas profunda y personal, un trabajo de interiorización y búsqueda de tu ser. Vas a hacer un ejercicio de autoconocimiento y de observar lo natural que eres. Responde: “¿Quién soy desde mi ser naturaleza?”. Te invito a escribir tus reflexiones en el Diario de sentimientos, hazlo de forma creativa dibujando, pintando, subrayando, etc.

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LAS VACACIONES EMOCIONALES

Como dice mi gran mentor José Mª Toro, nos han secuestrado el descanso. Y es cierto, incluso en nuestros periodos de descanso y vacacionales nos llenamos de tareas y actividades que no nos facilitan vivir y, sobre todo, disfrutar de un tiempo para nosotros mismos en el que hacer aquello que realmente nos hace ser y estar bien.

El descanso real siempre es un volver sobre uno mismo y recuperarse, es decir, recuperar el ser

«Descanser, descansar para ser» José Mª Toro (2010)

Descansar se convierte para nosotros en una necesidad vital para poder ser y estar bien. Las vacaciones son un espacio privilegiado para dedicar tiempo a nuestro SER desde la vivencia de lo emocional. Salimos del estrés, de la rutina del día a día y esto nos facilita dedicar tiempo a nosotros mismos y a los demás. Un sinfín de actividades que nos ayudan a crecer emocionalmente y como personas para ese encuentro personal con nuestra esencia en el que descubriremos si realmente somos quienes queremos ser. Descansar, contemplar, aprender… Dedicar tiempo a sentir y desconectar de aquello que nos distrae, confunde y agota. No perdamos ni una sola oportunidad de las vacaciones para sentir con fuerza y gozar de cada uno de los regalos que nos ofrece la vida y, así, regresar con energía renovada, alegría contagiosa y mucho optimismo.

En vacaciones comparte, sal, ríe, contempla, descansa, disfruta, viaja, pero, sobre todo, vive sintiendo.

Más emociones creativas (Prácticas 43)

PROPUESTA DE TRABAJO Propongo una actividad que ya trabajamos pero adaptada a este tiempo de descanso. Se trata de un diario de sentimientos vacacional.

  1. Prepara un cuaderno y decóralo como tu diario de vacaciones. A lo largo de la actividad podrás ir incorporando tantas cosas como quieras en el diario: fotos, tiques, postales, recortes de prensa, flores…
  2. Muy importante poner siempre la fecha y si es posible la hora o momento de la jornada. El objetivo de esta actividad es ser conscientes de cada momento y vivirlo con todo nuestro ser.
  3. Comienza por los preparativos, los planes de vacaciones, todo lo que has hecho o estás haciendo para planificar tu tiempo de vacaciones y termina con una reflexión con las preguntas ¿Con qué me quedo de este tiempo? ¿Qué he me llevo?
  4. Cada vivencia, aventura, acontecimiento, etc. lo reflejarás en el diario, por muy insignificante que te parezca.
  5. Sé lo más creativo y original que puedas. Dibuja, haz mapas mentales, rótulos bonitos, mucho color y, sobre todo, imaginación. No se trata de una tarea cualquiera, es tu álbum de emociones, experiencias, aprendizajes, etc. de tus vacaciones.
  6. Al final de tus vacaciones, relee y revive todo lo que has expresado en el diario y, a modo de resumen o titular, saca tus propias conclusiones de este tiempo.

NOTA: Puedes utilizar el formato digital si tienes Tablet u otro dispositivo móvil. De este modo lo puedes compartir con otros e incorporar fotos.

OTRA PROPUESTA: enlace

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¿SOY LO QUIÉN SOY?

El autoconocimiento es el primer pilar y la base de toda nuestra vida personal y emocional. Cuando hablamos de autoconocimiento nos referimos a saber interpretar adecuadamente y reconocer lo que somos, pensamos, sentimos y vivimos para avanzar hacia el pleno desarrollo como personas. El autoconocimiento lo podemos encontrar con distintos aspectos: la autopercepción, la autoobservación, la autoestima y la autoaceptación o autoconcepto. En definitiva es saber identificar, aceptar y comprender quiénes somos y quiénes queremos ser. La buena noticia es que es posible cambiar, mejorar, avanzar…y cuanto más nos conozcamos más sencillo se hará este proceso.

Conocernos bien para regular nuestras emociones, a tomar decisiones desde la realidad de manera más clara y eficaz, a ser conscientes de nuestras limitantes y potenciar nuestras competencias y habilidades. Desde el autoconocimiento, nuestras relaciones interpersonales mejoran y nos facilita la comunicación eficaz.

Buscar la mejor versión de nosotros mismos, desde el amor y el afecto, nos permite encontrarnos con la persona más importante de nuestra vida: Esa persona eres tú mismo.

PROPUESTA DE TRABAJO: Trabajar el autoconocimiento desde la visión que los demás tienen de nosotros.

1. ¿Me conoces? esta actividad está pensada para realizarla con grupos o personas que se conozcan desde tiempo. En grupos de 4 ó 5 pedimos que cada uno se describa de forma sencilla (Con adjetivos) y sin censurarnos. Dedicamos un tiempo en silencio.

Empezamos dando el tiempo suficiente para que cada uno escriba en su hoja los nombres de los miembros de su grupo y junto a cada nombre deberá poner cómo cree que es cada uno de sus compañeros.

Una vez el grupo haya terminado de describir a sus compañeros, cada uno empezará diciendo, primero, su opinión sobre sí mismo:

“Yo creo que soy muy hablador”

Una vez descrito cada uno, comenzará el resto del grupo a decir lo que piensa de él. La persona que recibe estas respuestas las anota en su hoja hasta que todos los del grupo hayan expresado lo que piensan de los demás y escuchado lo que piensan todos de él. Ahora, en esa lista y con su propia definición, completará su «hoja de autoconocimiento» del siguiente modo, siguiendo las definiciones de los demás:

“Yo creo que soy muy hablador…pero sé escuchar cuando es necesario”

Se finaliza la dinámica en el gran grupo comentando qué han sentido durante la descripción de sus compañeros y si se han visto identificados con las definiciones. Este ejercicio sirve para contrastar la imagen propia con la que ven los demás de nosotros mismos, aunque se debe ir con cuidado y asegurarse de que el ejercicio se va a hacer en el grupo con total respeto y siempre pensando en el otro. Por eso, tenemos que hacer un compromiso antes de comenzar para que nadie se ofenda o sienta mal.

Para profundizar ENLACE

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EXPRESAR LA FELICIDAD

Para conseguir un bienestar psicológico duradero, la felicidad, es necesario vivir el presente siendo conscientes de lo que sentimos, lo que nos afecta, etc., y expresarlo con el máximo detalle posible. Esta actividad te ayudará a ir mejorando tu capacidad de conocer, analizar y canalizar tus emociones, reforzando las positivas y dando soluciónalas negativas.

La felicidad es un camino, no un destino, de ahí que muchos perdamos infinidad de oportunidad es de ser felices simplemente porque creemos que no la hemos alcanzado. La felicidad se mide en cada paso, en cada momento. Sentir alegría es muy bueno, es muy agradable. Debemos se conscientes de cada momento, cada regalo, cada experiencia que nos alegre, nos haga reír y compartir esta alegría.

Sabemos que somos felices o al menos nos acercamos cuando disfrutamos al máximo de lo bueno y bello y lo expresamos adecuadamente

PROPUESTA DE TRABAJO: De forma individual o en grupo, trabajaremos esta actividad

  1. Vamos a imaginar que somos verdaderos chef y tenemos que un menú «para ser felices» Lo primero y fundamental es definir de manera concreta y real lo que es y significa la felicidad. Guardamos la definición a la que hemos llegado.
  2. En segundo lugar vamos a pensar en tres platos: primero, segundo y postre. Cada uno de ellos tienen que tener los ingredientes necesarios para lograr la felicidad, explicando el por qué ese ingrediente nos acerca a la verdadera felicidad. Después, y en función de la edad de los destinatarios, tenemos que reflejar la cantidad requerida de cada ingrediente. Por último, y ya con los platos elaborados, hacemos de manera muy creativa la carta menú (física o virtual) con una portada con nombre del restaurante, decorada y con la definición de la felicidad que tenemos guardada para la contraportada. ¡A disfrutar de la comida!
  3. Una actividad de refuerzo o apoyo ENLACE
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HÁBITOS EMOCIONALMENTE SANOS

Para todo proceso de cambio necesitamos adquirir nuevos hábitos que nos permitan desarrollar buenas habilidades para poder hacerlo posible. En nuestro cambio de pensamiento, de percepción de la vida y de lo que somos, de nuestros comportamientos y rutinas tenemos que cambiar algo de lo que somos y esto nos exige valentía y mucha fuerza de voluntad porque todo cambio provoca miedo e incertidumbre, es salir de nuestra zona de confort, que por muy mala que sea es lo que conocemos y a lo que estamos acostumbrados. Estamos tan acostumbrados a lo «de siempre» que cambiar o mejorar algunos hábitos de nuestro día a día se convierte en un verdadero reto.

Lo primero y fundamental es encontrarse con uno mismo como una prioridad para el equilibrio emocional, y en muchas ocasiones esto requiere mucha voluntad. En esto consiste tener inteligencia emocional, en que todo lo que somos, sentimos y pensamos nos ayuda frente a los fracasos y nos enseña a saber gestionar todo lo que nos sucede para así dar un nuevo paso para el logro de nuestros objetivos. Es asumir que siempre estamos aprendiendo y necesitamos buscar esos hábitos que nos hagan mejores personas.

Hacer lo que somos es ser haciendo y estar siendo. Lo lograremos con buenos hábitos emocionales

PROPUESTA DE TRABAJO: Se trata de crear hábitos para que el cuerpo y la mente trabajen juntos para crear un entorno sano, se construya un ambiente propicio para mantener el equilibrio emocional, es decir, que se produzca un balance emocional, físico y mental, lo cual te hace más fuerte posible.

Algunos hábitos para el día a día

  1. Buscar momentos para ser conscientes de lo que sentimos. Propongo trabajar el diario de sentimientos, para expresar lo que sentimos.
  2. Parar, respirar, callar,… a lo largo de la jornada buscar espacios y momentos para simplemente estar.
  3. Hacer ejercicio físico, por muy pequeño que sea: caminar, bailar, estirarse,…
  4. Rodearse de personas positivas y optimistas, personas que nos aporten bienestar.
  5. Practicar el optimismo realista como estilo de vida.
  6. El buen humor como actitud de vida. Sonreír y reír.
  7. Abrazar con el corazón y desde el corazón.
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