Para todo proceso de cambio necesitamos adquirir nuevos hábitos que nos permitan desarrollar buenas habilidades para poder hacerlo posible. En nuestro cambio de pensamiento, de percepción de la vida y de lo que somos, de nuestros comportamientos y rutinas tenemos que cambiar algo de lo que somos y esto nos exige valentía y mucha fuerza de voluntad porque todo cambio provoca miedo e incertidumbre, es salir de nuestra zona de confort, que por muy mala que sea es lo que conocemos y a lo que estamos acostumbrados. Estamos tan acostumbrados a lo «de siempre» que cambiar o mejorar algunos hábitos de nuestro día a día se convierte en un verdadero reto.
Lo primero y fundamental es encontrarse con uno mismo como una prioridad para el equilibrio emocional, y en muchas ocasiones esto requiere mucha voluntad. En esto consiste tener inteligencia emocional, en que todo lo que somos, sentimos y pensamos nos ayuda frente a los fracasos y nos enseña a saber gestionar todo lo que nos sucede para así dar un nuevo paso para el logro de nuestros objetivos. Es asumir que siempre estamos aprendiendo y necesitamos buscar esos hábitos que nos hagan mejores personas.
Hacer lo que somos es ser haciendo y estar siendo. Lo lograremos con buenos hábitos emocionales
PROPUESTA DE TRABAJO: Se trata de crear hábitos para que el cuerpo y la mente trabajen juntos para crear un entorno sano, se construya un ambiente propicio para mantener el equilibrio emocional, es decir, que se produzca un balance emocional, físico y mental, lo cual te hace más fuerte posible.
Algunos hábitos para el día a día
- Buscar momentos para ser conscientes de lo que sentimos. Propongo trabajar el diario de sentimientos, para expresar lo que sentimos.
- Parar, respirar, callar,… a lo largo de la jornada buscar espacios y momentos para simplemente estar.
- Hacer ejercicio físico, por muy pequeño que sea: caminar, bailar, estirarse,…
- Rodearse de personas positivas y optimistas, personas que nos aporten bienestar.
- Practicar el optimismo realista como estilo de vida.
- El buen humor como actitud de vida. Sonreír y reír.
- Abrazar con el corazón y desde el corazón.