El autoconocimiento es el primer pilar y la base de toda nuestra vida personal y emocional. Cuando hablamos de autoconocimiento nos referimos a saber interpretar adecuadamente y reconocer lo que somos, pensamos, sentimos y vivimos para avanzar hacia el pleno desarrollo como personas. El autoconocimiento lo podemos encontrar con distintos aspectos: la autopercepción, la autoobservación, la autoestima y la autoaceptación o autoconcepto. En definitiva es saber identificar, aceptar y comprender quiénes somos y quiénes queremos ser. La buena noticia es que es posible cambiar, mejorar, avanzar…y cuanto más nos conozcamos más sencillo se hará este proceso.
Conocernos bien para regular nuestras emociones, a tomar decisiones desde la realidad de manera más clara y eficaz, a ser conscientes de nuestras limitantes y potenciar nuestras competencias y habilidades. Desde el autoconocimiento, nuestras relaciones interpersonales mejoran y nos facilita la comunicación eficaz.
Buscar la mejor versión de nosotros mismos, desde el amor y el afecto, nos permite encontrarnos con la persona más importante de nuestra vida: Esa persona eres tú mismo.
PROPUESTA DE TRABAJO: Trabajar el autoconocimiento desde la visión que los demás tienen de nosotros.
1. ¿Me conoces? esta actividad está pensada para realizarla con grupos o personas que se conozcan desde tiempo. En grupos de 4 ó 5 pedimos que cada uno se describa de forma sencilla (Con adjetivos) y sin censurarnos. Dedicamos un tiempo en silencio.
Empezamos dando el tiempo suficiente para que cada uno escriba en su hoja los nombres de los miembros de su grupo y junto a cada nombre deberá poner cómo cree que es cada uno de sus compañeros.
Una vez el grupo haya terminado de describir a sus compañeros, cada uno empezará diciendo, primero, su opinión sobre sí mismo:
“Yo creo que soy muy hablador”
Una vez descrito cada uno, comenzará el resto del grupo a decir lo que piensa de él. La persona que recibe estas respuestas las anota en su hoja hasta que todos los del grupo hayan expresado lo que piensan de los demás y escuchado lo que piensan todos de él. Ahora, en esa lista y con su propia definición, completará su «hoja de autoconocimiento» del siguiente modo, siguiendo las definiciones de los demás:
“Yo creo que soy muy hablador…pero sé escuchar cuando es necesario”
Se finaliza la dinámica en el gran grupo comentando qué han sentido durante la descripción de sus compañeros y si se han visto identificados con las definiciones. Este ejercicio sirve para contrastar la imagen propia con la que ven los demás de nosotros mismos, aunque se debe ir con cuidado y asegurarse de que el ejercicio se va a hacer en el grupo con total respeto y siempre pensando en el otro. Por eso, tenemos que hacer un compromiso antes de comenzar para que nadie se ofenda o sienta mal.
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