TIEMPO DE REVISIÓN, DE AUTOEVALUACIÓN

Al concluir una etapa, un proyecto, un curso, es fundamental evaluarnos. La autoevaluación nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre nuestra vida durante ese periodo finalizado, identificando tanto aspectos positivos como áreas de mejora. Para realizar una autoevaluación efectiva, es importante enfocarnos en los objetivos que nos planteamos al inicio. Tener un proyecto de vida es clave, ya que nos muestra nuestro punto de partida, el propósito de nuestras acciones, el proceso seguido y los resultados obtenidos. No podemos evaluar lo que no tenemos. La honestidad y objetividad son fundamentales en este ejercicio de autoevaluación.

La autoevaluación es esencial para comprobar los resultados y consecuencias de nuestras acciones de forma objetiva. «La razón de ser de la evaluación es el servir a la acción», ya que nos permite comparar si avanzamos hacia nuestros deseos y mejorar nuestro proyecto de vida. tener una visión clara de nuestros objetivos a corto, mediano y largo plazo. Es un proceso continuo que no solo se limita a momentos específicos, sino que debe integrarse en nuestra rutina diaria para mantenernos alineados con nuestras metas y valores.

Además, la autoevaluación no debería verse como un ejercicio solitario. Compartir nuestras reflexiones con personas de confianza, como mentores, amigos o colegas, puede ofrecer nuevas perspectivas y consejos constructivos que nos ayuden a crecer. La retroalimentación externa puede ser un complemento valioso a nuestra autoevaluación interna.

Es el momento de la autorreflexión y autoconocimiento, de revisar nuestro proyecto de vida antes de iniciar una nueva etapa. La autoevaluación nos permite valorar si estamos avanzando hacia nuestros deseos y si estamos satisfechos con nuestros logros. Es esencial enumerar los logros, objetivos cumplidos y obstáculos superados de manera realista.

Algunas características de una autoevaluación exitosa incluyen:

  • Evaluar nuestro compromiso a lo largo del proceso, considerando la responsabilidad, tiempo dedicado, recursos utilizados y logro de objetivos.
  • Identificar fortalezas y debilidades, reflexionando sobre logros, desafíos y áreas de mejora.
  • Establecer metas para crecer personal y profesionalmente, identificando áreas que requieren nuevas habilidades o mayores responsabilidades.
  • Reconocer nuestro estado emocional actual, siendo empáticos con nosotros mismos sin justificaciones ni culpas hacia otros.
  • Valorar el grado de satisfacción personal para enfocarnos en los avances y logros obtenidos.
  • Revisar nuestro proyecto de vida para ubicarnos en el momento actual.

Finalmente, es crucial recordar que la autoevaluación no es un fin en sí mismo, sino un medio para un fin: el crecimiento personal y profesional. Nos ayuda a adaptarnos y ser resilientes frente a los cambios y desafíos que la vida nos presenta. Al cultivar una mentalidad de crecimiento y aprendizaje continuo, nos preparamos mejor para enfrentar el futuro con confianza y determinación.

Así que, la próxima vez que concluyamos una etapa, tomemos un momento para autoevaluarnos. Reflexionar sobre nuestros logros, aprender de los errores y trazar un camino claro hacia los próximos objetivos. La autoevaluación puede ser una herramienta poderosa para transformar nuestra vida y llevarnos más cerca de nuestros sueños.

La evaluación impulsa nuestro proyecto de vida, ya que determina lo que debemos lograr y cómo, así como lo logrado y su proceso.

PROPUESTA DE TRABAJO: De entre muchas actividades para trabajar la autoevaluación, te propongo una:

  1. La diana de la autoevaluación. Consiste en puntuar algunos aspectos de nuestro proyecto del 1 al 5 (1 indica que ha comenzado pero nada más y el 5 que se a logrado) y ver los resultados. Es una herramienta de evaluación simple que te permite ver tu propio proceso de vida. Consiste en una representación gráfica que te ayude a visualizar de manera objetiva tanto tus fortalezas como las áreas en las que puedes mejorar. Fomenta nuestra reflexión mediante un enfoque cualitativo. No se emplean criterios de evaluación, sino que se trata de una herramienta que facilita la observación desde lo emocional pero de forma objetiva.

Algunos aspectos a evaluar:

  • Evaluar el grado de compromiso personal
  • Trabajo dedicado (Tiempo y esfuerzo)
  • Formación permanente y recursos utilizados
  • Actitud ante los problemas y dificultades.
  • Motivación e ilusión
  • Esfuerzo y entrega
  • Interacción con otros, cooperación
  • Otros

Al ser una evaluación personal, necesitas especificar, concretar y explicar cada uno de los ítem de la diana antes de evaluar.

Un ejemplo de diana

Ahora te toca sacar conclusiones, revisar tus metas y objetivos, tomar decisiones y celebrar los logros y avances por muy pequeños que sean. Hazlo por escrito en el diario de sentimientos.

2. Para seguir trabajando ENLACE

EL VERANO Y LA SALUD EMOCIONAL: ¡Brilla por Dentro y por Fuera!

El verano, esa temporada dorada de sol, calor y diversión. Para muchos, es sinónimo de vacaciones, ocio y actividades al aire libre. Pero, ¿sabías que también puede tener importantes repercusiones psicológicas? Como todo en la vida, el verano tiene su luz y su sombra. Por eso, es crucial comprender cómo nos afecta este tiempo.

Durante el verano, disponemos de más tiempo para interactuar socialmente. Las vacaciones nos permiten acercarnos a nuestros seres queridos y llenar nuestras vidas de optimismo. Sin embargo, los cambios en la rutina pueden generar estrés y desequilibrios emocionales. Cuidar la salud emocional nos ayudará a adaptarnos y disfrutar positivamente de estos cambios. ¿Cómo?

El verano está lleno de eventos, fiestas y reuniones familiares, creando la sensación de necesidad de actividad y diversión constantemente. Es importante cuidar la salud emocional y establecer límites. Priorizar el bienestar personal sobre las expectativas de los demás. Aprender a decir “no” cuando sea necesario y decidir lo que realmente nos interesa.

El exceso de tiempo libre puede provocar sensación de abrumamiento o falta de sentido. Para mantener una buena salud emocional, busquemos actividades significativas que nos aporten satisfacción y bienestar. Encontrar el equilibrio entre el ocio y productividad, que nos ayude a disfrutar plenamente del verano. Eso no quiere decir que no podamos hacer «locuras» también es necesario salir de la zona de confort y pasarlo muy bien.

El verano nos brinda la oportunidad de dedicar tiempo a nosotros mismos, redescubrirnos y cultivando aspectos de nuestra vida que necesitan atención. Aprovechemos para buscar nuestro sol interior y reflexionar sobre nuestra vida y metas.. El verano nos da la energía que nos reta a salir fuera sin salirnos de dentro.

Finalmente, el verano es la temporada para recoger los frutos de nuestro esfuerzo y dedicación. Estas cosechas estivales nos preparan para encarar la vida de una forma distinta, con renovada energía y un brillo nuevo. Es el momento adecuado para el merecido descanso y el crecimiento personal. Estos frutos simbolizan a individuos maduros que se relajan después de un año de arduo trabajo. La recolección de los frutos nos insta a reflexionar, autoevaluarnos y reconocer nuestro propio proceso de madurez. ¡A celebrarlo!

¡Así que este verano, brilla tanto por dentro como por fuera! Seamos cálidos y «soles» para los demás y recordar que cuidar la salud emocional es clave para disfrutar plenamente de esta maravillosa estación.

¡Feliz verano!

El verano, como cada una de las estaciones, marca una dirección, orienta en un sentido determinado el movimiento de nuestro mundo interior.

José María Toro

PROPUESTA DE TRABAJO: algunas estrategias efectivas para cuidar tu salud emocional durante el verano:

  • Establece límites: Aprende a decir «no» cuando sea necesario. Prioriza tu bienestar y no te sientas presionado/a a estar constantemente ocupado/a.
  • Practica el autocuidado: Dedica tiempo para ti. Lee un libro, escucha música relajante, medita o da paseos tranquilos por la naturaleza.
  • Mantén una rutina equilibrada: Aunque es verano, mantener cierta estructura en tu día a día es importante. Establece horarios regulares de sueño, alimentación y ejercicio. Eso no quiere decir que de vez en cuando te excedas, a fin de cuentas es verano. ¡No olvides disfrutar y relajarte!
  • Conéctate con la naturaleza: Disfruta del buen clima y pasa tiempo al aire libre. La naturaleza tiene un efecto positivo en nuestra salud emocional.
  • Cultiva relaciones significativas: Dedica tiempo a las personas que te brindan apoyo y felicidad. Organiza encuentros con amigos y familiares.
  • Limita el consumo de noticias: Si te generan ansiedad o estrés, limita tu exposición a las noticias. Infórmate a momentos específicos.
  • Practica la gratitud: Lleva un diario de gratitud y anota cada día las cosas por las que te sientes agradecido/a, utiliza el diario de sentimientos. Esto te ayudará a mantener una perspectiva positiva.
  • Busca espacios y tiempos para el silencio: Es importante buscar momentos para la reflexión interna y escucharte a ti mismo.
  • Celebra los éxitos y avances en tu vida: Es muy importante reconocer nuestros logros y celebrarlo.

Para seguir trabajando ENLACE

LA MAGIA DE CONECTAR CORAZONES

La empatía se podía definir como la capacidad que tiene una persona para ponerse en el lugar de otra. Es decir, para entender su situación y los sentimientos que está viviendo. Por eso, ser empático no es nada sencillo. Lo primero que tenemos que entender es que si yo no soy capaz de reconocer mis emociones, si no soy consciente de mis pensamientos, etc. difícilmente podré empatizar. La empatía es también una habilidad poderosa que nos permite construir relaciones más profundas, fomentar la conexión comunitaria y mejorar nuestro bienestar emocional. Para fortalecer esta habilidad, es importante practicar la escucha activa, reconocer las emociones propias y ajenas, ser tolerante y comprensivo, cultivar la empatía en todas las áreas de la vida y realizar actos de bondad y generosidad. Al hacerlo, podremos mejorar nuestra capacidad empática y contribuir a la creación de un mundo más tolerante y comprensivo.

Solemos ser , normalmente, simpáticos, compasivos…pero no empáticos. La empatía es como el arte de ser un explorador de sentimientos, ¡un aventurero de corazones! Implica ponerte en los zapatos de los demás, interpretando sus emociones, pensamientos y circunstancias. Después, conviertes esas pistas en acciones con el objetivo de lograr comprender al otro. Es como ser un guía que, desde la comprensión, acompaña a los demás. Porque la empatía supone el ponernos en la situación de la otra persona con el fin de comprenderla. Por eso, requiere que seamos muy respetuosos y tolerantes respetando las decisiones de los demás, aunque nosotros no hubiésemos tomado esas mismas decisiones. Se trata de apoyar, acompañar, respetar y comprender. Entender que cada persona somos diferentes y tenemos unas necesidades acordes a las circunstancias de cada uno.

¿Cómo es y actúa una persona empática?

  • Con el corazón y la mente siempre abiertos que le permite entender las emocionales que generan algunas situaciones en nuestra vida.
  • Entienden (aunque no tienen por que estar de acuerdo) el motivo que lleva a la otra persona a reaccionar tal y como lo hace, intentando comprender el verdadero motivo por lo que la otra persona se siente así, lo que está viviendo, etc.
  • Acompañan desde el corazón a las personas están experimentando un episodio difícil. complicado, injusto… y son capaces de vislumbrar lo que necesitan en ese momento.
  • Calman, sosiegan y acompañan. Rara vez aconsejan, porque saben que ellos no es tienen la solución.
  • Su empatía viene de sus propias experiencias vividas y sentidas a lo largo de su vida. Hablan desde lo que ya han sentido.
  • Son personas humildes y compasivas.

Una de las principales ventajas de practicar la empatía es que comprendemos las razones que hay detrás de ciertos comportamientos que a veces nos resultan desconcertantes. Al hacerlo, podemos percibir que la hostilidad, falta de interés, desgana… de algunas personas en realidad es miedo e inseguridad, y que la aparente fragilidad de otros revela humildad y timidez. Y es que, la empatía tiene el poder de transformar las relaciones humanas. Al mostrar un interés por los demás y comprender lo que sienten, se fomenta la confianza y el respeto mutuo. Esta cualidad brinda la posibilidad de crecer y aprender a nivel personal, que en la vida nos encontramos con diferentes perspectivas y vivencias que enriquecen nuestra visión del mundo.

En las relaciones interpersonales, es crucial distinguir entre ser empático y ser simpático. Ser empático implica comprender a fondo los sentimientos y perspectivas de los demás, mientras que ser simpático se refiere a ser amable y agradable. Aunque ambas cualidades son positivas en las relaciones, es fundamental encontrar un equilibrio entre ambas para establecer relaciones saludables y significativas. Esta armonía nos permite cultivar conexiones que fomentan nuestro crecimiento personal y desarrollo personal.

La empatía crea una sensación de cercanía con quienes nos rodean, fortaleciendo la confianza en relaciones personales y profesionales. Además, aporta credibilidad y bienestar. Aunque implica alejarse un poco de nosotros, es crucial empezar practicando la empatía hacia uno mismo, ya que a menudo descuidamos nuestras propias necesidades y nos enfrentamos al agotamiento emocional. Concluimos, los beneficios de cultivar la empatía son incalculables y recordemos que la empatía es esencial para construir un mundo en el que todos nos necesitamos.

El primer paso para la compasión es darse cuenta de la necesidad de otra persona. Todo comienza con el simple acto de atención. (Daniel Goleman)

PROPUESTA DE TRABAJO: Algunas ideas para ser un poco más empáticos.

  1. El primer paso para ser verdaderamente empático es entenderte a ti mismo. Intenta entenderte, conocerte y ser empático, primero contigo mismo, con tus propios sentimientos, pensamientos y acciones.
  2. Lo segundo, vive sin prejuicios. Esto te facilitará el poder ser respetuoso, tolerante y no juzgan a los demás. Porque aunque no estés de acuerdo con las decisiones de los otros, tienes que entenderles y tomar distancia.
  3. Te propongo un ejercicio muy práctico para vivir los pasos anteriores. Recuerda un problema de alguien cercano a ti y lo escribes en un papel. Ahora haz este mismo ejercicio como si fuera tu problema. Finalmente, vuelve a redactarlo pero sabiendo que el problema es el otro. Podríamos llamar a este ejercicio: “Yo” tengo “tu” problema. Relee los tres textos ¿Qué ha sucedido? ¿Qué notas? ¿Cómo te sientes?
  4. Para saber más ENLACE

RECONOCERSE EN EL SER

Cuando hablamos de conocernos, nos referimos al trabajo en el autoconocimiento. Realizar una introspección puede ser desafiante, ya que implica comprender nuestras emociones, sentimientos y reacciones ante diversas situaciones. Aunque no siempre sea sencillo, esta práctica nos permitirá tener un mayor control sobre nosotros mismos. Con el tiempo, solemos moldearnos y conformarnos, perdiendo esa chispa que nos hace únicos. Todos tenemos un gran potencial que a menudo no desarrollamos por no detenernos a observarnos y cuestionar lo que consideramos normal, que en realidad es simplemente una versión rutinaria, cómoda e insípida de ser. La persona en la que soñábamos convertirnos queda atrás en nuestra vida. Busquemos la mejor versión de nosotros mismos y ayudemos a otros a no perder aquello que los hace auténticos y especiales. La vida es corta y debemos asumir un papel activo en ella.

El autoconocimiento implica comprendernos a fondo y responder a la pregunta de quiénes somos, incluyendo nuestro ser emocional, nuestras imperfecciones, virtudes y forma de afrontar las situaciones. Esta comprensión es esencial para nuestro crecimiento personal, para gestionar nuestras emociones, interactuar con los demás y alcanzar nuestras metas. El autoconocimiento es fundamental para nuestro bienestar personal. Conocernos nos permite comprender lo que deseamos en la vida, ya sea en nuestro proyecto de vida o en la rutina diaria, y actuar en consecuencia de nuestra identidad, características, deseos y circunstancias para establecer metas realistas y reconocer en qué etapa de nuestra vida nos encontramos.

La mayoría de las personas tienden a experimentar a ciegas, sin reflexionar sobre quiénes son o cómo son. Y es que, alcanzar lo que se busca y mantener la estabilidad resulta difícil si no nos conocemos a fondo. El autoconocimiento implica la capacidad de comprendernos, incluyendo emociones, fortalezas, debilidades, valores y motivaciones. Es esencial para mejorar el bienestar emocional, ya que permite identificar nuestras fortalezas, valores y principios en las situaciones que nos pueden brindar felicidad. Al comprendernos a fondo, desde nuestro ser, podemos definirnos y concretar nuestras metas a corto, medio y largo plazo. Al explorar nuestra verdadera esencia, junto con nuestros deseos y emociones, podemos desprendernos de las expectativas externas, por presión social, familiar, laboral… y forjar nuestra propia identidad. Porque creemos que somos lo que hacemos, recordamos, aparentamos, deseamos….y el autoconocimiento nos lleva a una reflexión minuciosa y profunda para alcanzar la deseada salud mental y emocional.

Cada decisión y proceso que emprendemos es resultado de nuestra propia responsabilidad y iniciativa, de ahí la importancia de conocernos y ser fieles a nuestra esencia y núcleo. Somos los protagonistas de nuestra vida en los momentos buenos y difíciles. Descubrirlo es experimentar la vida en su plenitud.

Comencemos por observar nuestros pensamientos, emociones y comportamientos. Dediquemos tiempo a reflexionar sobre lo que sentimos, cómo lo experimentamos, cómo nos afecta, por qué nos afecta de cierta manera y cómo se vinculan pensamientos y emociones, recordando que los pensamientos generan los sentimientos. Definamos nuestros valores. ¿Qué es importante para mí? ¿Qué principios defiendo? Los valores residen en nuestro núcleo, en lo que nos define. La autorreflexión es otra herramienta valiosa para promover la autoconciencia. Preguntémonos cómo nos relacionamos con los demás, cómo reaccionamos ante diversas situaciones o cómo gestionamos el estrés, lo que nos ayudará a comprender mejor nuestro comportamiento. Finalmente, practicar la autocompasión es esencial. No nos castiguemos por nuestros errores, la vida es un proceso y debemos tratarnos con amabilidad. Sin duda, el autoconocimiento nos lleva a una vida más plena.

Descubre quién eres y busca la mejor versión de ti mismo, no te conformes con la mediocridad.

PROPUESTA DE TRABAJO: No es nada novedoso que en el proyecto «emociones creativas» se haga hincapié en la importancia vital del autoconocimiento, en esta ocasión vuelve una vez más a tu interior y responde a estas preguntas: el cómo soy, cómo estoy y hacia dónde voy

1. TEORÍA DE LOS CÍRCULOS CONCÉNTRICOS

Afrontamos la valoración que tenemos de nosotros mismos. Para ello debemos conocernos: cómo actúo con mis amigos y familia, qué sentimientos tengo hacia la vida, qué valores considero importantes, qué puedo conseguir, qué quiero ser… Es decir, nuestras fortalezas y debilidades para construirnos cada día y sentirnos bien.

Contesta a estas preguntas sinceramente.

¿Cuáles son mis valores principales y que no voy a cambiar por nadie?

¿Cuáles son los hábitos que no permitiré que me obliguen a dejar?

¿Cuáles son mis preferencias más frecuentes?

¿Cómo me definiría?

¿Qué me gusta de mí?

¿Qué cambiaría de mí? ¿Qué estaría dispuesto o dispuesta a cambiar por alguien? Saca conclusiones.

Los valores son los ideales, la personalidad, el carácter…. Son lo más importante, lo que te define y te hace ser quien eres.

Los hábitos son las «costumbres» o «rutinas». Son importantes pero no fundamentales; son lo que nos hacen estar en el presente: ir al trabajo o a clase, hacer deporte los domingos por la mañana, ver la tele después de comer, las tareas domésticas, tener algunos gustos gastronómicos…

Las preferencias son las cosas que se suelen hacer en el tiempo libre. Por ejemplo: ir al cine o salir de copas. Pueden cambiar a lo largo de nuestra vida porque tiene que ver con nuestros gustos o aficiones, que en muchísimas ocasiones vienen marcados por las personas con las que compartimos muchos momentos de nuestra vida e incluso pueden pasar a ser hábitos.

2. Escribe en tu diario de sentimientos para conocerte mejor. Reflexiona sobre tus actividades diarias y cómo te sientes. Releerlo ocasionalmente te dará retroalimentación sobre tu persona. Dedica, al menos, 10 minutos diarios o un buen tiempo semanal para esta actividad beneficiosa. Trabajar con el diario te proporciona perspectiva, facilita la identificación de patrones de comportamiento y te permite dar seguimiento a tu progreso, aumentando tu conciencia personal.

3. PARA PROFUNDIZAR VUELVE A ESTA ENTRADA

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HAY QUE SABER SER FELIZ

Se puede notar a simple vista si alguien es feliz o no, pero ¿nosotros? ¿Nosotros mostramos esa felicidad? ¿Realmente sabemos cuándo somos felices? A menudo nos dejamos llevar por las emociones del momento, lo cual puede nublar nuestra percepción de las cosas y de la vida, olvidando que la felicidad es algo que perdura en el tiempo y que debemos cultivar a lo largo de nuestra vida. Los contratiempos, fracasos, dificultades e incluso las desgracias son simplemente experiencias negativas que pueden oscurecer nuestro camino, pero una persona feliz entiende que son solo obstáculos temporales, los cuales, a pesar del dolor o sufrimiento, podemos superar manteniendo el equilibrio sin perder de vista aquello que realmente nos hace felices y disfrutando de cada instante y momento, incluso en los momentos difíciles. La felicidad es un viaje, no un destino, y muchas veces perdemos innumerables oportunidades de ser felices simplemente porque creemos que no hemos alcanzado la felicidad. La felicidad se experimenta en cada paso, en cada momento. La buena noticia es que, aunque pueda parecer desafiante alcanzarla a veces, la felicidad está muy presente en nuestra vida cotidiana.

Martin Seligman nos dice que para alcanzar la verdadera felicidad tenemos que reconocer y potenciar nuestras fortalezas y cualidades personales que nos hacen único e irrepetibles. Porque, al identificar lo mejor de nosotros mismos, podemos mejorar significativamente nuestra vida y la de aquellos que nos rodean.

La búsqueda de la felicidad en eventos, personas o circunstancias externas, que son cambiantes, no puede proporcionar la auténtica felicidad que anhelamos y, sin embargo, es lo que nos venden todos los días en redes sociales, anuncios, campañas….

  • Buscar la felicidad fuera de nosotros es como ir a una tienda de ropa a comprar un ordenador, obviamente, no lo encontraríamos allí.
  • Para muchos, la felicidad se encuentra en alcanzar metas, realizar viajes fantásticos, encontrar el amor de sus vidas, tener un aspecto físico inmejorable, terminar una carrera universitaria…

Sin embargo, la verdadera felicidad va más allá de lo que comúnmente asociamos con ser felices por «tener«, enfocándose en la felicidad de «ser«. La felicidad nos trasciende, moviéndonos hacia una perspectiva existencial y humanista, donde ser feliz no se limita a poseer, sino a ser, descubrir, ayudar y servir. Darle sentido a la vida es crucial para ser felices. Para alcanzar la felicidad, es esencial estar en armonía y sentirnos a gusto con nosotros mismos. A partir de ahí, podremos cultivar este estado en todo lo que hacemos y vivimos.

Las circunstancias personales no tienen tanto impacto como creemos, ya que cada uno de nosotros somos únicos, con valores y percepciones de la felicidad distintos. Podemos ser felices simplemente siendo conscientes del presente, de lo que tenemos, como pasar tiempo con la familia, rodearse de personas que realmente nos valoran y disfrutar de lo que nos apasiona, son algunas cosas clave para ser felices. No se trata de conformarnos, si no de , a través de lo que somos y tenemos y nuestras circunstancias, alcanzar la felicidad que deseamos, reduciendo las preocupaciones y viviendo plenamente cada momento, cada instante, cada experiencia…nuestro presente.

La felicidad es un estado emocional anhelado por todos, una meta que muchos persiguen a lo largo de sus vidas. Sonreír, sentirse bien consigo mismo y con los demás, experimentar emociones agradables… todo esto contribuye al bienestar. Sin embargo, ¿Qué sucede cuando esa felicidad es solo una apariencia?

En la sociedad actual, existe una constante presión para mostrar felicidad en todo momento. Las redes sociales, los medios de comunicación y las expectativas sociales nos obligan a proyectar una imagen perfecta y luminosa, incluso cuando estamos pasando por momentos difíciles. Esta necesidad de aparentar felicidad a toda costa ha dado lugar a lo que algunos expertos llaman «depresión sonriente«.

Sonreír puede ser una manera de hacer frente a los desafíos de la vida, de mantener una actitud positiva y de buscar la luz en medio de la oscuridad. No obstante, cuando esa sonrisa se convierte en una máscara que oculta emociones desagradables como la tristeza, la frustración o la desmotivación, el problema se vuelve más complicado. Porque no es necesario estar siempre al máximo nivel de felicidad, se puede estar en un 7, 8, e incluso en un 5 o 6. Lo crucial es comprender las verdaderas causas de nuestra felicidad. En una escala del 1 al 10, ¿Cómo te sientes en este momento de tu vida? ¿Qué necesitas? ¿Qué acciones puedes tomar para ser más feliz?

La verdadera felicidad nos trasforma, nos hace mejores personas, saca de nosotros lo mejor. La generosidad, la solidaridad y la gratitud son virtudes que se conectan directamente con la felicidad. Pero sobre todo el AMOR, que todo lo cambia, lo transforma, lo mejora y nos hacer ser la mejores personas. Experimentamos bienestar al brindar a los demás nuestra vida, ya sea a amigos o extraños. Ofrecer orientación y respaldo sin esperar nada a cambio, resulta fundamental. Los actos de generosidad y gratitud fomentan nuestro crecimiento personal, creando una sensación de plenitud. Al ser conscientes de esto, nos convertimos en individuos más felices y, a largo plazo, somos mejores personas.

La felicidad está determinada por la actitud con la que enfrentamos cada experiencia y momento de nuestra vida.

PROPUESTA DE TRABAJO: Algunas ideas para mejorar nuestro bienestar personal y ser más felices:

  1. Comienza este proceso de búsqueda de la felicidad pensando en personas que consideras felices y describe qué cualidades poseen que te hacen verlas así.

Ahora, realiza lo mismo contigo mismo.

¿Cuáles de las siguientes cualidades coinciden con tus descripciones anteriores?

  • Tienen la capacidad de expresar sus sentimientos de forma natural y agradecen las cosas de manera hermosa.
  • Sus amigos y seres queridos son una prioridad para ellos; son detallistas y cercanos.
  • Sonríen con frecuencia y contagian optimismo y positividad.
  • Olvidan rápidamente lo negativo y perdonan siempre, inclusive a sí mismos.
  • Disfrutan intensa y conscientemente de las cosas buenas y hermosas de cada día y de cada persona.
  • Son personas de palabra, dignas de confianza y en quienes se puede confiar para cualquier situación.
  • Tienen un toque espiritual enigmático y atractivo.
  • Cuidan adecuadamente de su bienestar físico y mental mediante ejercicio, una alimentación saludable, lectura, música, entre otros.

Concluye esta reflexión.

2. La felicidad requiere una dedicación continua. Al igual que con el ejercicio físico, puede ser complicado al principio y los resultados pueden no ser evidentes de inmediato. Sin embargo, una vez que desentrañemos el secreto, todo se volverá más sencillo. Se practica a diario y se entrena:

  • Experimenta y expresa gratitud de forma habitual y conscientemente.
  • Busca relaciones saludables con quien compartir lo que somos, tenemos, soñamos, sentimos…
  • Dedica tiempo al autocuidado.
  • La clave está en repetir estas acciones una y otra vez hasta convertirlo en hábito.

3. Para seguir trabajando ENLACE

CURSO DE VERANO «APRENDIENDO A SENTIR»

Este verano, te invitamos a unirte a nuestro curso «Aprendiendo a Sentir» en el que podrás descubrir cómo la educación emocional puede transformar tu enfoque pedagógico y mejorar tu bienestar personal. Porque recordemos, como educadores, no solo enseñamos materias curriculares. También somos responsables de enseñar a nuestro alumnado cómo manejar sus emociones, cómo enfrentar los desafíos de la vida y cómo desarrollar la empatía. Y para poder hacer eso de manera efectiva, debemos comenzar aprendiendo a sentir nosotros mismos.

Cuatro mañanas de trabajo intenso y práctico utilizando todo tipo de recursos didácticos y de Inteligencia Emocional que nos ayuden y permitan vivir más plenamente y desarrollar nuestra labor educativa con seguridad y alegría.

En el mundo de la educación, es crucial que los educadores seamos emocionalmente competentes. Nuestra labor diaria nos posiciona como modelos a seguir para el alumnado, y la inteligencia emocional se convierte en una herramienta esencial para resolver situaciones complicadas y adaptarnos a la realidad actual de la educación.

La educación emocional busca mejorar el bienestar personal y social mediante el desarrollo de la comprensión y expresión emocional y tiene como objetivo prevenir los efectos negativos de las emociones desagradables y potenciar la empatía. Integrar la educación emocional en nuestra formación no solo promueve la creatividad, la autonomía y la empatía, sino que también potencia el bienestar personal, transformando nuestra vida y forma de afrontar nuestra labor docente.

La pedagogía de la interioridad enfatiza la importancia de promover competencias como «aprender a aprender» y el desarrollo de valores como la autonomía, la confianza y el respeto. La educación emocional implica un proceso continuo y consciente con metodologías activas y participativas para fortalecer nuestra vida emocional en las situaciones de nuestro día a día.

Hablar abiertamente sobre los sentimientos de manera clara y respetuosa, sin juicios ni censura, fomenta un ambiente propicio para el trabajo emocional personal y en grupo en el ámbito educativo. Esto implica trabajar de forma práctica estrategias dinámicas, escritura emocional y recursos creativos que promueven la educación emocional.

Los beneficios de trabajar la educación emocional son innumerables para afrontar los retos de educar en la actualidad con seguridad y resiliencia, ayuda a prevenir el síndrome de burnout y fortalece la vocación profesional. Mejorar las habilidades emocionales y desarrollar programas de inteligencia emocional para docentes son aspectos clave para el desarrollo personal y profesional ya que nos hace más competentes.

Los OBJETIVOS del curso son:

· Adquirir un mejor conocimiento de las propias emociones y las de los demás para desarrollar la habilidad de una buena y sana gestión emocional.

· Desarrollar la capacidad para gestionar el estrés para tomar conciencia de los factores que inducen a nuestro bienestar.

· Potenciar la capacidad para ser feliz desarrollando habilidades como el sentido del humor, la comunicación asertiva, el optimismo o la confianza en uno mismo y los demás

Con CONTENIDOS que faciliten la adquisición de las habilidades necesarias para ser un poco más competentes emocionales:

· Expresión verbal y no verbal de emociones y sentimientos

· Conciencia emocional en uno mismo y en los demás

· Gestión emocional y automotivación

· Conocimiento, aceptación y valoración de uno mismo como fuente de relación y comunicación afectiva

· Habilidades socioemocionales: empatía, comunicación, cooperación, toma de decisiones..

Así que, ¿estás listo para sumergirte en el emocionante mundo de la educación emocional? ¡Te esperamos en nuestro curso de verano «Aprendiendo a Sentir» en Tenerife!

BIENESTAR EMOCIONAL PARA VIVIR BIEN Y MEJOR

Hablar de bienestar es hablar de tener salud, pero ¿Qué es tener salud? Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la salud es un estado completo de bienestar físico, mental y social, por lo que no basta con no tener ninguna enfermedad. No se puede estar sano sin tener una buena salud mental y emocional. La salud psicosocial es importante en todas las etapas de la vida, desde que somos pequeños hasta que nos hacemos mayores, e igual que pasa con la salud física, puede ir variando a lo largo de la vida. Hablamos de bienestar psicosocial para referimos al bienestar emocional, psicológico y social. Lo entendemos desde su multidimensionalidad y desde una perspectiva de desarrollo integral del ser humano. En cuanto al bienestar emocional, también conocido como bienestar mental o psicológico, nos referimos al estado que nos permite sentir, pensar y actuar plena y adecuadamente en nuestras rutinas diarias. Va más allá de no padecer una enfermedad mental, es vivir cada momento y situación de nuestra vida con naturalidad, equilibrio y optimismo realista.

¿Por qué es tan importante tener bienestar emocional? porque al ser consciente de lo que sentimos, podemos regular lo que hacemos y sus consecuencias. Esto nos capacita para afrontar algunas situaciones de manera más eficaz en la vida cotidiana. En general, si experimentamos un estado de bienestar emocional, nos sentiremos más cómodos tanto mental como físicamente. Asimismo, mantendremos una conexión positiva con nosotros mismo, nuestra familia, amigos y entorno laboral.

Cada vez más personas están tomando conciencia de la importancia de cuidar su salud emocional. Poco a poco estamos aprendiendo a considerar nuestro bienestar emocional al tomar decisiones, especialmente en relación con nuestros hábitos y rutinas. Priorizar nuestras necesidades sobre las obligaciones o deseos de los demás puede contribuir a mejorar nuestra salud mental y emocional. ¿Cómo? manejando adecuadamente el estrés, manteniendo relaciones saludables, tomando decisiones acertadas y disfrutando de una vida plena y significativa siendo conscientes de cada momento, cada instante. Implica sentirnos en armonía y tranquilo, buscando equilibrio y felicidad tanto en uno mismo como en el entorno.

La buena salud emocional no significa estar constantemente feliz o experimentar solo emociones positivas. También sentir y vivir las negativas gestionándolas adecuadamente y buscando ayuda cuando sea necesario. Mejorar la salud mental y emocional es un proceso personal y gradual. Ponemos mejorar cambiando algún aspecto específico de nuestra vida. Por eso es tan importante el autoconocimiento, conocernos y reconocernos, también en lo emocional, recordando que lo que funciona para alguien. no necesariamente funcionará para nosotros. ¡Empecemos hoy a sentirnos mejor con nosotros mismos y a vivir plenamente!

Bienestar emocional es principalmente sentirse bien, en armonía y tranquilidad

PROPUESTA DE TRABAJO: Algunas actividades y prácticas para mejorar tu salud emocional:

  1. Algunas ideas para tu rutina diaria y semanal que tienes que anotar y responder en el diario de sentimientos:
  • Mantener la salud física: Es crucial seguir una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente y descansar lo suficiente para mantener una buena salud física, esencial para el bienestar emocional. ¿Qué se te ocurre que puedes hacer, además de lo que ya haces?
  • Priorizar un buen descanso: Al dormir las horas adecuadas, se restaura tanto la mente como el cuerpo. Lo ideal es acostarse a la misma hora todos los días y adoptar hábitos que fomenten un sueño reparador, evitando sentirse cansado, ansioso o confundido al día siguiente. ¿Cómo llevas el sueño? ¿tendrías que mejorarlo? Ideas.
  • Practicar el autocuidado: Dedica tiempo a actividades que te hagan sentir bien, como compartir momentos con tus seres queridos, practicar aficiones o simplemente relajarte, parar, descansar. ¿Dedicas tiempo de calidad para ti? ¿Buscas momentos y espacios para disfrutar de la vida y de ti mismo?
  • Desarrollar habilidades de afrontamiento: Aprende a manejar el estrés y los desafíos de la vida de manera saludable, evitando extremos. Te recomiendo la práctica de técnicas de relajación o el yoga o la respiración consciente para prevenir problemas emocionales. ¿Eres consciente de la importancia de estar preparado (proactividad) para afrontar los retos del día a día? ¿Qué haces o vas a comenzar a hacer?
  • Pedir ayuda profesional si es necesario: Si estás experimentando dificultades con tu bienestar emocional, no dudes en buscar asistencia profesional o un coach, mentor…
  • La experiencia «En la Isla de las Emociones» es un buen recurso para trabajar todo lo anterior con todo tipo de herramientas emocionales y acompañados por un guía (Mentor) experto en Inteligencia Emocional.

2. El optimismo es un sentimiento que se relaciona con el bienestar emocional porque tiene una mayor influencia de emociones y sentimientos agradables (ilusión, alegría, entusiasmo, gratitud, etc.) También nos aporta energía, fuerza y eficacia, etc. Se trata de expresar todas las emociones y sentimientos positios de tu día a día para mejorar tu salud emocional. Al final de cada jornada, anota todo lo bueno, positivo, agradable y divertido de ese día y te preguntas: con todo esto ¿Ha merecido la pena el día de hoy? Lo escribes en el diario de sentimientos.

3. Otras propuestas ENLACE

LO IMPORTANTE ES SENTIR PARA SEGUIR

¿Qué nos sucede cuando pasamos malas rachas, cuando parece que todo nos sale mal? ¿Qué hacemos ante un fracaso? O, mejor dicho, ¿Cómo nos sentimos? Sentir lo que nos sucede es necesario, pero hay que sentir “bien”, sin resignación ni dramas; simplemente sentir y observar las consecuencias de lo que siento y los comportamientos que genera. Desde la tolerancia y la flexibilidad debemos tener confianza en nuestras fortalezas y gestionar estos sentimientos de forma adecuada. Se trata de ser resilientes y, sin perder la esperanza, buscar todas las oportunidades que nos da esta experiencia para aprender, crecer y hacernos más fuertes, levantarse con más fuerza de nuestras caídas.

Estamos hablando de educarnos en la resiliencia desde lo emocional, desde las emociones. expresando lo que sentimos sin censura. Porque la resiliencia, es la llave de nuestro bienestar corporal, mental y emocional. Implica aprender a recuperarnos de las dificultades o los cambios, de las pérdidas o los fracasos. Es aprender a seguir adelante con la «lección» aprendida, con más fuerza porque somos más sabios. Se trata de recuperarse.

Cuando pasamos momentos muy complicados y difíciles es cuando realmente nos conocemos y reconocemos, somos capaces de sacar nuestro potencial como personas y enfrentarnos a las circunstancias con valentía. Aprendemos que los cambios son parte del camino y que las metas se pueden reemplazar con otras nuevas. Mirar al futuro con optimismo realista y desde nuestra realidad, desde lo que sentimos en este momento, lanzarnos a una nueva aventura.

Sentir más para hacernos más fuertes ante las dificultades y los malos momentos.

PROPUESTA DE TRABAJO: El fin de estas actividades es mejorar la autoestima y percepción las circunstancias desde lo que sentimos para generar una actitud positiva realista que favorezca la conexión con nosotros mismos, la realidad y los acontecimientos. Se trata de dar refuerzo positivo y evitar focalizarnos continuamente en lo negativo

  1. A modo de reflexión y autoconocimiento, completa el cuadro del modelo de (Grotberg, 1995) Dedica el tiempo que necesites. Conocernos, reconocernos, saber dónde estamos, con qué y quiénes contamos, etc… es el primer paso para ser resilientes.

2. En esta segunda actividad retoma las prácticas para la toma de decisiones conscientes y recuerda que no siempre van a ser las acertadas. Potencia tu autonomía, la creatividad y la flexibilidad ante las adversidades como la mejor de tus armas para buscar nuevas respuestas y siempre, siempre, siempre con buen humor.

¿POR QUÉ EN PRESENTE?

Lo primero es preguntarnos: ¿Qué es el presente? El presente es el aquí y ahora en el que estamos viviendo: un saludo, un aroma, una sonrisa, una caricia, en definitiva, una emoción (porque las emociones se viven y sienten en presente). Y es que el es el único tiempo que se puede ver con claridad, es real.

Por eso, hay que vivir el presente siendo conscientes de cada momento, de cada experiencia y acontecimiento para valorar lo que somos y tenemos. Solamente existe el presente. Para nosotros tiene que ser una prioridad vivir en el aquí y el ahora. ¿Cómo? Al principio no es sencillo, se trata de dirigir nuestro pensamiento hacia lo que está realmente sucediendo y llegar a ser cada día más “conscientes”, no perder nada de lo que estamos viviendo. La vida es demasiado importante como para no disfrutarla, llena de momentos increíbles que hay que vivirlos intensamente y jamás olvidarlos, porque es gracias a ellos por lo que somos como somos y estamos donde estamos. Ayudamos, compartimos, reímos, vivimos y amamos en presente.

Vivir en el momento presente es uno de los secretos para lograr nuestro bienestar. ¿Cómo podemos aprender a vivir el presente? Pasamos mucho tiempo entre el pasado y el futuro, perdiendo de vista lo único que realmente importa y existe: el ahora. Llenamos el presente con culpas y remordimientos del pasado, y añadimos incertidumbres y preocupaciones del futuro. Esta mezcla peligrosa puede llevarnos a altas dosis de angustia, ansiedad e insatisfacción. Comparamos nuestras sensaciones actuales con experiencias pasadas o nos imaginamos las futuras, lo que nos impide disfrutar del presente plena y conscientemente. Cada momento es único, hay que vivirlo de este modo. Enfocarse en las tareas de hoy, tomando el tiempo necesario. La clave para disfrutar cada instante radica en hacer menos, pero disfrutarlo al máximo.

No podemos anticipar cuántos momentos felices experimentaremos. Mañanas como las vividas hace un tiempo, conversaciones con viejas amistades o saborear un plato delicioso, todo esto no está garantizado, pero, ¿Y si nos enfocamos en disfrutar de lo que tenemos hoy? A veces olvidamos que las experiencias positivas son limitadas cuando nos pasamos la vida planeando el próximo capítulo. Es importante hacer planes cuando sea necesario, pero no a expensas de sacrificar el momento presente. Porque es en el hoy, desde lo que tengo y soy desde lo que puedo marcarme objetivos y metas. Avancemos siempre y que nuestra historia sea solamente un recurso, no un lastre, para crecer y aprender. Y el futuro un lugar para soñar y marcar esos objetivos y metas…pero es el PRESENTE lo realmente importante.

Cuando aprendemos a vivir en PRESENTE vemos como la vida cotidiana comienza a tener sentido y a convertirse en un regalo porque todo nos hará sentirnos vivos. Seremos más optimistas y felices. Esto generará a muestro alrededor un ambiente acogedor y seremos también un regalo allá donde nos encontremos.

Te estás bañando y piensas en el desayuno.
Estás desayunando, piensas en el trayecto.
Estás en el trayecto, piensas en el trabajo.
Estás en el trabajo, piensas en la salida.
Vas saliendo, piensas en la llegada.
Llegas a casa y piensas en mañana.
Hoy no has estado presente.
Hoy no has vivido el «AHORA».
Te estas perdiendo la vida misma.

Eckhart Tolle

Somos en presente continuo y recorremos el camino de nuestra vida paso a paso, experiencia a experiencia.

PROPUESTA DE TRABAJO: en esta ocasión te propongo que trabajas la conciencia plena, que vivas el momento sintiendo cada instante, experiencia, encuentro, avance… PARA y dedica un buen rato para hacer los siguientes ejercicios.

  1. Vivir el presente sabiendo que la mayoría de las situaciones no son positivas ni negativas, son tus expectativas, experiencias y percepciones las que inclinan la balanza en uno u otro sentido. ¿Cómo estás en este momento? ¿Qué sientes? ¿Cómo te sientes?
  2. Recuerda que cada momento es único e irrepetible, que jamás volverás a vivir, sea agradable o desagradable, vívelo como si fuera el primero y el último. El truco para saborear cada instante consiste en hacer menos pero disfrutando más. ¿Dedicas tiempo en tus actividades para saborear lo bueno? ¿En las dificultades o problemas eres capaz de vivir el momento con serenidad?
  3. La vida es un instante, un suspiro, un parpadeo…vivir en presente es darle a la vida y a nuestros días la importancia que se merecen. Somos en presente continuo.
  • Saluda a todo el mundo, si es posible con un buen apretón de manos, un abrazo, una sonrisa… Hazte presente para los demás, eres un regalo.
  • Agradece cada cosa, persona o acontecimiento que vaya sucediendo por muy pequeño e insignificante que sea. Es otra forma de ser presente y de hacerte presente.
  • ESCRIBE EN EL DIARIO, el diario de sentimientos.
  • En el enlace tienes más actividades ENLACE

DE IDENTIDAD Y AUTOESTIMA. Lo más importante es SER.

A lo largo de nuestra vida obligatoriamente hay que hacerse la pregunta: ¿Quién soy? La respuesta que demos a esta pregunta será el principio, el comienzo hacia nuestra realización personal y emocional. No es una pregunta nueva, claro que no, pero lo que sí sabemos es que nunca es definitiva, porque jamás dejamos de crecer, cambiar y madurar como personas. El autoconocimiento lleva toda la vida y nunca dejamos de sorprendernos de lo que somos capaces de hacer, sentir, imaginar.

Nuestro ser nos da la auténtica identidad de quienes somos, por ese motivo es tan importante aprender a ser y desde ahí hacer, pensar, sentir, en definitiva, vivir coherentemente con aquello que realmente somos. La pregunta es ¿Alguien nos enseña a ser? En casa, en el centro educativo, en la iglesia, etc… nos educan , con muy buena voluntad, para ser «alguien» en la vida, pero ¿Qué alguien? esa es la cuestión. Entender que ya somos alguien en la vida es el primer paso, ahora, el siguiente es definir quiénes somos para poder aceptarnos, valorarnos y querernos, mejorar, crecer, cambiar o, simplemente, vivir desde lo que realmente somos para lograr aquello que queremos SER. De este modo pasaremos del ¿Quién digo que soy? al ¿Quién soy? para poder responder a la pregunta ¿Quién quiero llegar a ser? que nos afirme y reafirme en la persona que somos.

Cuando descubrimos la importancia de nuestra identidad, nuestro SER, formaremos un autoconcepto que nos llevará a crear nuestra “autoestima” con todo lo que somos y tenemos, nuestra virtudes y defectos, pero al fin y al cabo, lo que somos y por lo que nos queremos. La autoestima es fundamental para el equilibrio personal y emocional, pero una autoestima sana. Por el contrario, una autoestima mal entendida causa prepotencia y una falsa imagen de nosotros mismos y hace crecer nuestro ego. Tenemos que trabajar mucho para conocernos y reconocernos, cuanto más lo hagamos, más cerca estaremos de lograr una autoestima positiva (Maslow, 1954), para crecer como personas y afrontar las dificultades y los éxitos disfrutando de lo que somos y vivimos. Tenemos que ser capaces de sustituir al “yo crítico” que nos centra en los errores y defectos, por el “yo guía” que busca soluciones y aprendizaje.

Recuerda, debajo de una falsa modestita hay una autoestima muy baja. El autoconocimiento y la formación de la identidad son la base de una alta autoestima, esencial para lograr el éxito en la vida. ¿Cómo se relacionan la autoestima y la identidad? El autoconcepto está estrechamente vinculado a la autoestima, ya que un autoconcepto negativo conlleva una baja autoestima, mientras que un autoconcepto positivo promueve una autoestima elevada.

La identidad se forma a partir de nuestras creencias, valores, posesiones y experiencias, influenciada por la familia, personas cercanas y el entorno en el que nos desenvolvemos. Cada individuo percibimos la vida según estas influencias, adoptando conductas del entorno y aspirando a otras. Esto puede motivar el desarrollo de conductas, positivas o negativas, que impactan significativamente en la identidad y autoestima.

¿Cuál es el fundamento de la autoestima? La autoestima se sustenta en dos pilares: nuestra historia personal y los mensajes recibidos sobre nosotros mismos, y una decisión personal: aceptarnos o no, para iniciar un nuevo camino.

PROPUESTA DE TRABAJO: Como siempre te invito a trabajar todas estas actividades personalmente e interiorizarlos para después poderlas llevar al ámbito que desees. Pero te pregunta ¿Verdad que no hay mayor regalo que poder ayudar a nuestro alumnado a conocerse, valorarse y descubrir la persona que son y quieren llegar a ser?

  1. El MAPA de mi vida: Se trata de confeccionar un mapa mental con todas los aspectos de mi ser. En el centro pones tu nombre o una foto (Si eres creativo te dibujas) y desde este centro sacamos tantas ramas o brazos como creamos necesario (Familia, trabajo, físico, forma de pensar, sentimientos, ocio, pasiones, logros, etc…) Una descripción de la visión que tengo de mi mismo. Aquí tienes las instrucciones ¿CÓMO HACER UN MAPA MENTAL? NOTA: Si lo haces con niños trabaja con imágenes, dibujos sencillos, pero potentes. Si es con preadolescentes, adolescentes y jóvenes deja que la creatividad fluya y no censures nada.

2. REVISAR LA AUTOESTIMA: Haz una radiografía de lo que eres y piensas de ti desde los diferentes aspectos que has dibujado en el mapa mental. ¿Te atreves?

  • Físicamente: ¿Qué opinas de tu salud, aspecto, cuidado, etc.? Puntúate del 1 al 10 y explícalo.
  • Emocionalmente: ¿Qué opinas de las emociones que predominan en tu vida?¿Las aceptas y gestionas adecuadamente? Puntúate del 1 al 10 y explícalo.
  • Mentalmente: ¿Qué opinas de tus pensamientos, creencias, mie- dos, etc.? Puntúate de la misma manera.
  • Socialmente: ¿Cómo me relaciono con los demás? ¿Cómo actúo en grupo? ¿Qué comportamientos tengo habitualmente? ¿Qué dicen los demás de mí?
  • Si estás por debajo del 6 en alguno de estos aspectos, debes mejorar tu autoconcepto y preguntarte: ¿Qué necesito para mejorarlo?¿Qué puedo hacer?

3. MI YO CRÍTICO

CRÍTICO INTERIORGUÍA INTERIOR
Mete miedo, pero en realidad te quiere ayudar.  Se centra en el error y la culpabilidad. No es una amenaza, en el fondo te está protegiendo.Te hace consciente de lo que realmente necesitas para solucionar el error y aprender de él y te pone en acción.
  • Cazar al crítico
    Sensaciones, sentimientos, distorsiones que te generan tus fallos, errores, etc.
    ¿Qué pensamientos tengo cuando me equivoco, cometo un error, etc.?¿Qué me digo a mí mismo?¿Cuál es mi autocrítica?
  • Separarte
    Reconoce que esa “voz” no es tu esencia, Puede que sea algo mío o no.
    Obsérvate desde fuera y mira si realmente esto es algo propio de ti o solo en esta ocasión. Simplemente es la etiqueta que te pones en ese momento, en esa ocasión.
  • Comprender
    Esto es lo realmente importante: de qué te quiere proteger el crítico con estos pensamientos.
    ¿Qué necesito? ¿Qué emociones estoy bloqueando?
  • Escuchar al guía
    ¿Cómo puedo gestionar esas emociones? Debo cambiar los mensajes Y pensamientos y el lenguaje conmigo mismo y actuar en consecuencia.
    ¿Qué puedo hacer diferente para cambiar los pensamientos y sentimientos negativos? Por ejemplo, cambia la frase que te dice el yo crítico por otra positiva, esto es, en lugar de “soy tonto”, decirte: “no soy tonto, simplemente tengo que aprender más”.
  • Ahora, PONLO EN PRÁCTICA

4. ¿Cómo podemos fortalecer la identidad y autoestima?

  • Autoconocimiento: Debemos ser amigos de nosotros mismos para ser amigos de los demás. Conocernos, dedicarnos tiempo, comprender nuestras necesidades, deseos, valores y creencias.
  • Aceptación: Focalizarnos en las fortalezas y habilidades, aceptándonos tal como somos y potenciando nuestros talentos para ser más seguros y trabajar para mejorar como personas.
  • Momentos: Valorar los momentos que compartimos con los demás, pero, sobre todo, con nosotros mismos.
  • Empatía: Conocer y comprender nuestras emociones nos facilitará el hacerlo con los demás para comprender y respaldar sus vivencias cotidianas.

Conocerse bien es el primer
y más importante paso para poder ser los protagonistas de nuestra vida.