Cuando descubrimos la necesidad de parar y comprendemos que es importante detenernos en el camino y «mirarnos sin prisa pero con pausa», somos capaces de reconocernos, sentirnos y escucharnos.
En la práctica primera del manual damos unas recomendaciones y comenzamos las prácticas emocionales siguiendo un proceso que nos puede ayudar a ir adquiriendo el hábito de parar todos los días para recargarnos, llenarnos, descansar y preguntarnos cómo estamos. Seamos constantes y pacientes con nosotros porque no es sencillo este ejercicio.
Aprender a parar, a detenerse y mirar por dónde andas y cómo sientes. Reencontrarse