El autoconocimiento es una de las competencias fundamentales para el buen desarrollo de la inteligencia emocional. Nos hace crecer porque nos permite vivir conscientes de lo que somos y vivimos. Este conocimiento de nosotros mismos nos permite ser conscientes, reconocer y aceptar los cambios, la transformación interior y la adaptación al mundo exterior. Un buen auto conocimiento, también emocional, nos permitirá una mejor gestión de lo que sentimos, sus causas y consecuencias para afrontarlo y actuar con la firmeza y seguridad que nos da el conocimiento.
