Cada día es muy importante que seamos conscientes de lo positivo y bueno que tenemos, que vivimos y que nos vamos encontrando en el trascurrir de la jornada. Enseñar a los demás a vivir con paciencia y serenidad, a cuidarse y cuidarnos. Enseñar desde la cercanía del corazón y proporcionar las herramientas necesarias para ser creativos, imaginativos, inventivos, generosos, colaborativos y exploradores… a pesar de las dificultades, sin negar la realidad, dar sentido y razón para crecer y SER SIENDO. Transformar lo adverso en una OPORTUNIDAD.
La felicidad no está en la meta, sino en el camino que nos lleva hacia ella
Hemos oído esta frase cientos de veces y todavía no somos capaces de reconocerlo. Nos perdemos infinidad de oportunidades para ser felices por no ser conscientes de los lo que somos y tenemos ahora. Es en la vida cotidiano, en lo diario donde se da la verdadera felicidad. Estamos tan acostumbrados a que todo sea como es y a ser como somos, que no nos paramos a pensar si esta vida es la que quiero y si soy lo que quiero ser. Si queremos vivir plenamente y mejorar nuestras relaciones, tareas, acciones cotidianas no tenemos otra manera que reconocernos y afrontar la vida desde nuestras cualidades y déficit, y desde ahí, mejorar las pequeñas o grandes acciones del día.
Ser conscientes de cada experiencia, que cada momento, de cada encuentro, de cada alegría por muy pequeña que sea nos aporta un granito de arena a nuestro estado emocional que agranda nuestra felicidad. Aceptar lo que nos sucede en la vida siendo conscientes del momento, de lo bueno y lo dificultoso, de nuestras cualidades positivas y debilidades, todo es importante para construir nuestro camino hacia la felicidad disfrutando de cada logro y aprendiendo de cada error o caída. Los que vivimos el momento como un presente somos más felices. Todo depende de nuestra actitud a diario.
La felicidad depende de lo realmente conscientes que seamos de cada experiencia, de cada momento de nuestro día a día.
PROPUESTA DE TRABAJO: la primera consiste en una reflexión personal y la segunda una actividad creativa. Recuerda utilizar el diario de sentimientos, quizá sea la herramienta de trabajo personal más eficaz y eficiente para vivir nuestra vida en presente. Si lo trabajas en grupo o en clase recuerda que cada sesión es en presente.
- Responde a estas cuestiones y a otras que consideres importantes para tu vida diaria: ¿Eres consciente de todo lo bueno y positivo que tienes y vives?¿Disfrutas de las pequeñas cosas de la vida? La amistad, el hacer cosas altruistamente, crear, etc. ¿Vives cada día como una oportunidad para ser más y mejor? ¿Cómo vives tu día a día ?¿Ves el vaso medio lleno o medio vacío?¿Tienes la capacidad de trasformar lo negativo en oportunidades y posibilidades? Saca tus propias conclusiones y pregúntate ¿Qué necesito? ¿Qué puedo hacer? Nuestra felicidad es a diario.
- En esta segunda actividad tienes que elaborar un horario semanal. De manera creativa y muy visual confecciona un «dietario» de una semana o quincena. Cada día tendrás que ir anotando todo lo que te vaya sucediendo, por muy pequeño o insignificante que te parezca. Desde que te levantes hasta la hora de ir a la cama. Decora, dibuja, subraya, etc… para que sea vistoso te facilitará ser más consciente del momento vivido. Al final de la semana observa el resultado y repasa conscientemente todo lo que has vivido durante esos 7 días. ¿Merece la pena tu vida? Recuerda, la felicidad es en PRESENTE.
Una propuesta para grupos o tutorías es que este dietario de la semana se haga en formato muy grande, se decore y lo pongamos en un lugar visible para ir anotando al principio o final de cada sesión una palabra, un sentimiento, una experiencia, un aprendizaje, etc… al final de la semana hacernos una asamblea para ser conscientes de nuestro SER en PRESENTE