Vivimos en el tiempo de «siempre hay que estar ocupado/a». La lista de tareas nunca termina, el móvil como una constante y la sensación de que no hay tiempo suficiente para todo, es la banda sonora de nuestra vida diaria. Pero aquí viene la parte incómoda: ¿realmente es el exceso de trabajo lo que nos agota? Porque hay personas con agendas llenas que terminan el día con energía y otras que, con menos responsabilidades, se sienten como si hubieran corrido una maratón emocional.
Entonces, ¿Qué está pasando? La clave no siempre está en lo que haces , sino en cómo gestionas tu energía y emociones. Piensa en esto: si llevas tu móvil al 1% de batería todo el día, ¿esperas que siga funcionando bien? Pues con tu cuerpo y mente pasa lo mismo.
¿Por qué siempre acabas agotado/a? Piénsalo un momento… ¿te suena alguno de estos escenarios?
No sabes decir «no» y acabas haciendo más de lo que puedes. Te ibas a acostar temprano, pero te pidieron un favor «rapidito» y ahora son las 12 de la noche y sigues con la cabeza a mil.
Siempre estás en modo “tengo mucho que hacer” y nunca te das un respiro. Hasta en el baño revisas el móvil porque «aprovechar el tiempo es importante» .
No logras desconectar, aunque no estés trabajando. Sales del trabajo, pero tu mente sigue haciendo las tareas pendientes mentalmente mientras intentas ver una serie.
Sientes que si te dedicas tiempo a ti, estás perdiendo el tiempo. Te pones una mascarilla o te sientas a descansar… y la culpa te ataca porque «seguro hay algo más productivo que podrías estar haciendo».
Si te identificas con una (o todas), bienvenido/a al club. No es la cantidad de trabajo lo que te agota, es cómo lo enfrentas y la falta de pausas reales .
Y si te cuesta hacerlo solo/a, en el grupo Energía y Equilibrio trabajamos juntos estas herramientas para que recuperar tu bienestar no sea una lucha solitaria.
Escríbeme y únete a mi grupo de WhatsApp. Porque no se trata de hacer menos, sino de vivir mejor .
No es la carga lo que te agota, es la forma en la que la llevas.
PROPUESTA PRACTICA: Pequeños cambios para no vivir agotado/a y que hoy mismo puedes hacer para empezar a gestionar mejor tu energía. No necesitas vacaciones, una casa en la playa o renunciar a tu trabajo para sentirte mejor. Solo haz pequeños ajustes que marquen la diferencia.
1. Pon un límite pequeño, pero firme. Si tu jornada laboral termina a las 18:00, que termine de verdad. Apaga el móvil del trabajo al menos 30 minutos antes de dormir. La idea no es solo evitar mensajes de trabajo, sino entrenar a tu cerebro para que entienda que tu descanso es prioridad.
2. Di «no» a algo que no es prioritario. Cada vez que dices «sí» a todo, te estás quitando tiempo y energía. Hoy prueba a decir «no» a algo que no es esencial. Puede ser rechazar un favor que realmente no puedes asumir o no responder un correo de inmediato. Practica el arte de priorizar el sin sentirte culpable.
3. Regálate 10 minutos de desconexión real. Elige algo que de verdad te ayude a soltar la carga mental:
- Una mini caminata, si es por la naturaleza, mucho mejor.
- Respirar profundo con música relajante.
- Escribir en el diario de sentimientos lo que te preocupa (te sorprenderá lo bien que funciona).
- Simplemente siéntate en silencio con un café o infusión sin distracciones.
Si 10 minutos te parecen mucho, es porque los necesitas más de lo que crees .
Para seguir trabajando ENLACE
