Una píldora emocional para trabajar en nuestra vida y en la clase, grupo, etc. es la de saber agradecer. Ser agradecidos por lo que tenemos, lo que somos, lo que vivimos y hasta lo que soñamos. Una persona que sabe dar las gracias, que es agradecido, tiene una vida en positivo, porque es capaz de ver lo bueno en todo y en todos por muy pequeño que sea. La gratitud, dar gracias por lo que somos y tenemos nos hace más felices porque comprendemos y apreciamos verdaderamente todo lo que recibimos cada día de nuestra vida.
¿Cómo lo haremos? Con una actividad en la que apliquemos el agradecimiento de manera práctica en nuestra vida cotidiana.
- Nos preguntamos: ¿Por qué y a quién tengo que dar las gracias hoy? Se lo decimos al compañero que tenemos a nuestro lado y lo explicamos. Si lo hacemos solos, enviamos un mensaje.
- Si lo trabajamos en grupo, se pide que se haga una tarjeta tipo felicitación, dando las gracias a alguien por algo. No es necesario que sea del grupo, pero si lo es, mucho mejor. Como sugerencia, se pueden hacer alguna más para entregar a alguien más.
- Utilizar todos los recursos que se tengan al alcance, trabajar la creatividad y la originalidad…Se trata de dejar la inspiración e imaginación sean los protagonistas de la actividad y que fluyan los sentimientos.
- Se puede hacer una fiesta, un momento de encuentro, etc. en el que se entregue a las personas las tarjetas que se han elaborado. Celebrar que hay mucho por lo que dar las gracias, una fiesta particular del día de acción de gracias
Ser agradecidos nos ayuda a centrarnos en lo bueno, lo bello y en la gratuidad.