RECUPERAR LA MOTIVACIÓN: La clave está en el AUTOCUIDADO, también en vacaciones

La motivación no desaparece, se agota y no basta con tener vacaciones.

Las vacaciones no siempre te salvan de todo lo que llevas arrastrando a lo largo del año. A veces te agotan más. Llevas todo el año esperando este momento. Por fin llegan las vacaciones y te dices: ahora sí, ahora voy a descansar, cuidarme, recuperar la motivación. Pero la verdad es que te levantas igual de cansado, sin muchas ganas, con la cabeza a mil y el cuerpo diciendo basta.
¿Y si no es que te falta motivación? ¿Y si lo que te falta es energía?

Porque la motivación no se pierde, se agota. Y si no te cuidas, no hay frase bonita ni viaje que te levante. No necesitas más fuerza de voluntad. Necesitas parar.
Te han vendido que todo es cuestión de actitud. Que si te esfuerzas, todo sale. Que la motivación está en ti. Sí, vale. Pero si estás arrasado por dentro, ¿de dónde la vas a sacar?

Es como querer correr una maratón sin haber dormido, sin haber comido, sin entrenar. La clave no es hacer más. La clave es recargarte más y mejor. Cuidarte también cuenta como plan. Si este verano no tienes energía ni para elegir serie en Netflix, lo que necesitas no es hacer más. Lo que necesitas es empezar por ti. Escucharte. Parar. Soltar expectativas.

Y desde ahí… la motivación volverá sola. No es magia. Es descanso con sentido. Frase para llevarte contigo estas vacaciones: No estás desmotivado, estás agotado y eso también se cuida.

Un pequeño ejercicio para empezar hoy mismo: Busca un momento sin ruido ni pantallas. Siéntate cinco minutos, donde sea, sin hacer nada. Hazte esta pregunta:
¿Qué necesito hoy para estar un poco mejor? Lo que salga, escríbelo. No hace falta cambiar tu vida. Basta con empezar a atender tus propias necesidades.

¿Y si este verano empezaras a cuidarte de verdad?
Mis mentorías emocionales no son un empujón ni una charla bonita. Son un acompañamiento real para volver a ti, con calma y sin postureo.


Si sientes que tu motivación está en crisis, no estás solo. Escríbeme para aprender a recargarte sin esperar a tocar fondo. O únete al grupo de WhatsApp desde este ENLACE

Porque la motivación no se pierde, solo necesita que la cuides, también en vacaciones.

La motivación no depende de la fuerza de voluntad, sino de tu energía y eso requiere que nos cuidemos.

PROPUESTA PRÁCTICA: Algunas acciones que puedes realizar en tu vida cotidiana estas vacaciones:

  • Trabaja el diario de sentimientos. Al final del día, escribe cómo estás, cómo te sientes… Identifica los momentos en los que te sentiste con más energía y los que te has agotado emocionalmente. Esto te ayudará a detectar patrones y así hacer ajustes en tu rutina.
  • Practicar el autocuidado inteligente. No se trata solo de descansar, sino de hacerlo de manera estratégica. Encuentra actividades que realmente te recarguen, como salir a caminar, si es por la naturaleza, mucho mejor, leer, hacer respiración consciente o desconectar del trabajo sin sentir culpa.
  • Hacer una lista de tus pequeños recargadores de energía. Escribe cinco cosas que puedas hacer cuando notes que tu motivación está bajando. Puedes ser escuchar música, hacer una pausa consciente, escribir en tu diario o moverte un poco.
  • Rodearte de una comunidad que te apoye. Recuperar la motivación es más fácil cuando no estás solo. En el grupo de WhatsApp Energía y Equilibrio encontrarás herramientas prácticas y un espacio donde aprender a gestionar tu energía y tu motivación sin agotarte en el intento.

CUANDO DECIDES TÚ, EL TIEMPO CAMBIA

¿De verdad no tienes tiempo, o simplemente no estás en tu propia lista de prioridades?

Vivimos convencidos de que no tenemos tiempo. Nos lo decimos en voz alta y también en silencio, como una justificación, una excusa, como un escudo o como actitud de resignación “es lo que hay”. Y sin darnos cuenta, convertimos esa idea en una forma de vida, ¿Vida?

Pero… ¿y si no fuera del todo cierto este de que «no tienes tiempo»? ¿Y si lo que ocurre no es que te falte tiempo, sino que has dejado de elegirte?
¿Y si lo que está ocurriendo es que estás funcionando al ritmo de los demás, de las circunstancias, de lo que crees que tienes que hacer sí o sí, y ya no recuerdas cómo suena tu propio ritmo?

Cuando dejamos de priorizarnos, lo urgente se come lo importante.
Y lo importante, casi siempre, eres tú. Tu bienestar. Tu calma. Tu energía. Tu equilibrio. Lo que necesitas para no solo vivir, sino disfrutar, saborear, devorar…cada momento de tu día a día.

La agenda se llena. Pero tú no estás en ella, ¿verdad? Y eso tiene consecuencias y lo sabes: cansancio crónico, sensación de vacío, pérdida de sentido, apatía emocional.

Hoy no quiero proponerte una tarea más. Ni que te organices mejor. Quiero proponerte algo más profundo: Que vuelvas a estar presente en tu vida. Que seas importante.

Se trata de una nueva mirada hacia ti: ¿quién decide mi tiempo?

Revisa cómo usas el tiempo no es solo como una cuestión de productividad, sino como una cuestión de identidad. Porque cuando tú no decides tu tiempo, alguien o algo lo hace por ti.

Y ahí es cuando el agotamiento no viene solo por las tareas, el papeleo, la agenda…
sino de sentir que no tienes el control de tu propia vida, de tu tiempo.

La buena noticia es que siempre puedes volver a tomar el timón. Y no hace falta hacerlo con un gran giro. A veces, basta con una decisión pequeña pero firme.

¿Cómo aplicar esto a tu vida cotidiana? Aquí tienes una propuesta sencilla, práctica y posible:

1. Observa tu tiempo con otra mirada
Durante un día, anota en bloques de media hora en qué se va tu tiempo. Hazlo sin juicio. Solo observa. Después, subraya o marca:

  • Lo que hiciste por obligación
  • Lo que hiciste por los demás
  • Lo que hiciste desde la inercia
  • Lo que hiciste de verdad por ti

Verlo en el diario de sentimientos, con sinceridad y sin censurarte, simplemente es lo que vives.

2. Elige algo para ti
No esperes a tener una hora libre o un día perfecto. Elige algo pequeño, cotidiano, que puedas hacer esta semana. Por ejemplo:

  • Dejar el ordenador a una hora concreta y descansar de forma consciente.
  • Tomar tu café o infusión sin móvil y sin culpa.
  • Decir no a una reunión o tarea innecesaria.
  • Escribir tres frases cada noche en tu diario de sentimientos por los que ha merecido la pena el día.

¿Sabes los beneficios de priorizarte, así, sin culpa?

  • Recuperas el sentido de lo que haces
  • Vuelves a conectar con tu energía natural
  • Tomas decisiones más alineadas contigo
  • Aprendes a soltar la culpa que aparece cuando te eliges
  • Construyes una rutina emocional que te sostiene
  • Te colocas, de nuevo, en el centro de tu vida (sin egoísmo, con responsabilidad)

¿Quieres avanzar en serio en tu vida y gestionar tu tiempo? Pues es hora de tomar decisiones de verdad para vivir con más calma, dirección y motivación, te invito a unirte a:

  • El grupo gratuito de WhatsApp “Energía y Equilibrio”: donde comparto propuestas semanales para reconectar contigo desde lo cotidiano.
  • O al grupo privado “Reinicia tu vida”: cuatro semanas de trabajo emocional profundo con acompañamiento personalizado en un grupo reducido.

Escríbeme y te cuento cómo puedes sumarte.

Tu bienestar no es una cuestión de tiempo.
Es una cuestión de decisiones.


PROPUESTA PRÁCTICA: La he titulado «Tu agenda emocional»

  1. Abre tu diario de sentimientos
  2. Escribe estas dos preguntas y respóndelas con sinceridad:
  • ¿Qué estás haciendo en tu día a día que no te permite dedicar ni un momento para ti?
  • ¿Qué podrías hacer esta semana, aunque sea diez minutos para recuperar tu tiempo, tu vida, tus pasiones?
  1. Elige algo concreto para ti. Escríbelo y comprométete al 100%.
  2. Pega una nota en un lugar visible que te lo recuerde:
    Hoy, yo también estoy en mi agenda.

Saber gestionar nuestro tiempo sin estrés: ¡La clave para no volverse loco!

¿Alguna vez has sentido que el día debería tener 30 horas? ¿O que, por más que haces, tu lista de tareas nunca se acaba? Tranquilo/a, no estás solo/a. El problema no es el tiempo, sino cómo lo gestionamos. Y sí, se puede ser productivo sin terminar el día con cara de «auxilio».

¿Por qué necesitamos gestionar nuestro tiempo sin estrés?

Porque, seamos honestos, vivir corriendo no es vivir. Si dejamos que el tiempo nos controle, el estrés se convierte en nuestro jefe (y no precisamente uno bueno). Cuando organizamos nuestro tiempo de forma consciente, ganamos más que minutos: ganamos paz mental, claridad y esa maravillosa sensación de control de nuestra vida.

Pero, ¿sabes qué puede marcar la diferencia? No hacerlo solo. Pertenecer a un grupo de apoyo emocional es como tener una red de seguridad. Nos ayuda a compartir experiencias, aprender de los demás y, sobre todo, mantenernos motivados para crecer y mejorar, tanto personal como profesionalmente. Porque rodearte de personas que te apoyen y te motiven es la mejor manera de avanzar sin perderte en el camino.

Los beneficios de gestionar tu tiempo sin estrés (y con apoyo):

  • Menos caos mental: Sabes qué hacer y cuándo hacerlo, sin volverte un pulpo multitarea.
  • Más energía: El estrés cansa más que cualquier trabajo. Una buena gestión te recarga en lugar de agotarte.
  • Mejor humor: Cuando no vas a mil, puedes disfrutar más, reírte más y, por qué no, hasta dormir mejor.
  • Motivación constante: Un grupo de apoyo te recuerda que no estás solo y te anima a seguir adelante.
  • Tiempo para ti: Sí, ese tiempo que siempre parece evaporarse.

«El tiempo bien gestionado no solo se mide en tareas cumplidas, sino en sonrisas ganadas y en la compañía de quienes nos inspiran a ser mejores.»

PROPUESTA PRÁCTICA: para el día a día:

Prueba el método «3-2-1», simple y efectivo:

  • 3 tareas clave al día: Nada de listas interminables que solo te frustran.
  • 2 pausas para respirar: Y no hablo de respirar porque toca, sino de parar y disfrutar el momento.
  • 1 momento para ti: Leer, caminar, hacer nada… Lo que te haga sentir bien.

Y si a esto le sumas un grupo donde compartir tus logros y tus retos, tendrás una combinación ganadora. Porque, al final, gestionar el tiempo no se trata de hacer más cosas, sino de vivir mejor. ¿Te animas a probarlo? ¡Tu bienestar te lo va a agradecer (y tu sonrisa también)!

Para seguir trabajando ENLACE