Comenzar siempre es un momento de motivación e ilusión porque las ganas por hacer posible nuestro proyecto nos impulsa a darnos por completo. Una de las herramientas emocionales para facilitar este camino que comenzamos y cada uno de los pasos que demos es aprender a parar, a respirar, a prepararnos antes de cada sesión, en este caso de clase o taller. Crear el ambiente, clima y técnica de relajación – concentración (Ver imágenes) con el alumnado o cualquier grupo, es necesario tener muy claro lo qué vamos a hacer y cómo lo vamos a hacer. Imprescindible practicarlo personalmente durante un tiempo considerable y tener muy interiorizada la técnica, creer en ella. La clase – grupo debe ver en nosotros esa seguridad y firmeza a la hora de transmitir lo que vamos a hacer y el por qué consideramos muy valiosa esta técnica para nuestra vida emocional. Comenzar con unos minutos de silencio y control corporal, sin nada más, ya habrá tiempo para ir profundizando, pero que sientan, noten que esos minutos les ayudan a estar mejor el resto de la sesión. Con el tiempo incorporar la respiración (lenta y profunda) y todas las demás técnica y herramientas que conozcas y/o consideres oportunas y necesarias. Recuerda: PRÁCTICA, PRÁCTICA, PRÁCTICA y además: PACIENCIA, PACIENCIA, PACIENCIA.
PROPUESTA DE TRABAJO: Encontramos esta actividad en los tres manuales del proyecto «emociones creativas» y en este blog no nos cansamos en recordarlo y reforzarlo. En el enlace encontrarás algunas pistas para llevarlo a tu vida y al aula.