Hay una frase que escucho mucho: “Bueno, no me puedo quejar…”
Y cada vez que la oigo, me entran ganas de responder: “Ya, pero ¿y vivir? ¿Eso cómo va?”
Porque no estar mal no significa estar bien.
A veces la vida está tan “correcta”, tan “estable”, tan “todo en orden”,
que sin darte cuenta te acomodas en un bienestar plano, sin chispa, sin alma.
Todo va bien… pero tú no estás viviendo plenamente.
Y lo más curioso es que ese “estar bien” es uno de los estados más peligrosos.
No duele, no molesta, no asusta.
Solo apaga despacio.
Te roba las ganas, la curiosidad, la ilusión.
Y un día te descubres en piloto automático, sobreviviendo a una vida que parece tuya, pero ya no te emociona.
La comodidad también cansa, agota, desanima, hace perder el rumbo…
Porque el alma necesita movimiento, propósito y pequeñas dosis de aventura.
Y cuando las pierde, empieza a bostezar por dentro.
¿Qué pasa cuando dejas de vivir a medias?
Cuando te atreves a escuchar esa incomodidad suave que llevas dentro, algo cambia.
Empiezas a reconectar con tus deseos, a recuperar la energía y a mirar tu vida con más dirección. No hace falta cambiarlo todo ni huir a una isla (aunque no suene mal). Solo hace falta atreverte a moverte un poco, a dar ese paso que tu corazón lleva tiempo pidiéndote.
Y entonces ocurre algo mágico:
- La vida recupera brillo.
- Tú recuperas propósito.
- Y las ganas vuelven… sin necesidad de tocar fondo.
Y recuerda siempre, No necesitas una crisis para dar el paso.
Solo un poco de sinceridad contigo y el valor de admitir que te mereces más que simplemente sobrevivir.
En mis mentorías online trabajamos justo eso:
aprender a salir del “todo está bien”, reconectar con tu propósito y recuperar la energía que habías perdido por el camino.
Si sientes que te has apagado un poco, escríbeme.
Te acompaño a volver a encender tu fuego interior.
Sin fórmulas mágicas.
Con conciencia, humor y propósito.
No esperes a que todo se rompa para reaccionar.
A veces el mayor acto de amor propio es dejar de conformarte con estar bien.
PROPUESTA PRÁCTICA: para la vida cotidiana
Esta semana te propongo algo muy simple, pero transformador:
- Escribe tres frases que te repites para convencerte de que “todo está bien”.
- Y luego una sola cosa que te gustaría hacer o recuperar para sentirte más tú. Puede ser algo tan pequeño como volver a leer antes de dormir o dar un paseo sin el móvil.
- Elige una.
- Hazla durante unos días conscientemente.
- Y observa cómo cambia tu energía, tu estado de ánimo.
Porque el cambio no empieza cuando tocas fondo, sino cuando decides subir de nivel.
