A veces, no es el agotamiento físico lo que más nos pesa. Es ese murmullo constante dentro de la cabeza. Esas preguntas que aparecen cuando todo está en silencio,
cuando por fin te sientas cinco minutos y no hay nada que hacer, cuando ya no puedes evitar escucharte.
Te preguntas en voz baja, casi sin querer:
- ¿Esto es todo?
- ¿Por qué me siento así, si se supone que tengo lo que necesito?
- ¿Hasta cuándo voy a sostener este ritmo sin romperme?
La mayoría de las veces, lo que hacemos es mirar hacia otro lado. Llenamos la agenda, bajamos la mirada, nos convencemos de que “ya pasará”. Y puede que pase. Pero también puede que no. Porque lo que callas no se va. Solo se acumula.
Lo importante es entender que esas preguntas no son una señal de debilidad.
Al contrario, son un síntoma de lucidez. Son una llamada de tu cuerpo, de tu mente, de tu vida emocional, diciéndote que algo no está encajando y que ya no puedes seguir viviendo en automático. No necesitas tener la respuesta clara. Solo necesitas dejar de ignorar lo que ya sabes que necesita atención.
Reconocer tu pregunta es el inicio de una transformación. No se trata de resolverlo todo hoy. Se trata de dejar de huir de ti.
¿Quieres seguir avanzando?
Si sientes que estás en ese punto donde no puedes seguir igual, te invito a formar parte del grupo gratuito de WhatsApp Energía y Equilibrio.
Y si deseas trabajar más profundamente tu proceso, también puedes unirte al grupo privado de mentoría Reinicia tu vida, donde trabajamos en profundidad con herramientas prácticas, acompañamiento cercano y dirección emocional.
Puedes escribirme directamente para que te cuente cómo unirte. No tienes que hacerlo solo. El primer paso puede ser hoy.
Nombrar una pregunta es un acto de valentía.
Escucharla es el primer paso hacia ti.
PROPUESTA DE TRABAJO: Aplicación para tu vida cotidiana
Cuando te sientas sin rumbo o desconectado de ti, no busques una solución rápida.
Crea un espacio donde puedas observar esa pregunta con calma. Puedes escribirla, dibujarla o simplemente nombrarla en voz baja. Hazlo sin exigencias. Hazlo para recordarte que sentirte perdido también es parte del proceso y te ayudará a:
- Te permite ponerle palabras a lo que sientes
- Alivia la sensación de carga mental y emocional
- Refuerza tu capacidad de conectar contigo desde la verdad
- Te ayuda a salir del piloto automático con más conciencia
- Te acerca a decisiones más alineadas con lo que necesitas de verdad
Hoy, en tu diario de sentimientos, escribe esta frase:
La pregunta que más me ronda últimamente es…
Deja que aparezca. Sin filtros ni forma perfecta. Después, escribe una sola palabra que describa cómo te hace sentir esa pregunta. Y completa con esta afirmación:
Hoy no necesito respuestas. Necesito presencia.
Repite este ejercicio durante tres días. No busques un resultado. Solo observa cómo cambia tu forma de estar contigo.
