MENOS AUTOEXIGENCIA, MÁS MOTIVACIÓN: Cómo dejar de machacarte y empezar a cuidarte de verdad

Vivimos en una cultura que valora el esfuerzo constante, la productividad sin descanso y la perfección como estándar. Una cultura que nos hace sentir que parar es rendirse, que descansar es para los que no pueden con todo y que si no llegas a todo, es que no lo estás intentando lo suficiente.

Y aunque durante un tiempo esto puede funcionar y hasta parecer admirable, la verdad es que a largo plazo no motiva, sino que desgasta. Nos desconecta del propósito, de lo que de verdad nos importa. Nos arrastra hacia una forma de vivir donde el miedo a no ser suficiente manda más que nuestras verdaderas ganas.

Esta presión no nos empuja hacia una vida plena, nos arrastra hacia el agotamiento. Y la consecuencia es clara: perdemos la motivación, las ganas, la alegría de hacer las cosas porque sí. Cuando la voz que escuchas todo el día en tu cabeza no te apoya, sino que te critica, es difícil mantener el entusiasmo.

Por que necesitamos parar de machacarnos

  • En educación emocional lo tenemos claro. El primer paso para cambiar esto es muy sencillo: mirar cómo nos hablamos a nosotros mismos.
  • Si tu mente fuera tu entrenadora personal, ¿te estaría cuidando con respeto o te estaría gritando sin parar?
  • La mayoría de nosotros no necesitamos más exigencia, necesitamos más cuidado. Más equilibrio. Más amabilidad interna.
  • Porque la autoexigencia mal gestionada no te hace avanzar más rápido, te hace avanzar más cansado. Y tarde o temprano, te detiene.

Cuando cambias tu voz interna, cambia tu motivación

La autoexigencia consciente, la que nace del deseo de mejorar y no del miedo a fallar, sí motiva.
No te empuja a toda costa. Te acompaña, te guía, te cuida.

Por eso es fundamental construir una nueva forma de tratarnos:

  • Donde el descanso no sea una recompensa, sino parte necesaria del camino
  • Donde los pequeños avances se reconozcan y se celebren, no se ignoren
  • Donde decir hoy no puedo con todo no sea un fracaso, sino un acto de honestidad emocional

Cuando aprendes a hablarte con más cuidado, recuperas el foco, las ganas y la energía. Y sobre todo, la motivación deja de depender de si lo haces todo perfecto y empieza a construirse sobre el compromiso de cuidarte.

¿Te cuesta hacerlo solo/a? En mis programas de mentoría emocional trabajamos precisamente esto: cómo salir del bucle de la autoexigencia que desgasta y empezar a construir una motivación más equilibrada, más amable y más sostenible. Lo hacemos con herramientas prácticas, apoyo grupal y mucho sentido del humor.

Si quieres saber más, escríbeme. Estás a tiempo de entrenar tu mente con cuidado, no con castigo. Porque no necesitas más fuerza. Necesitas más cuidado.

La motivación no nace de gritarte más fuerte, sino de hablarte con más amor.

PROPUESTA PRÁCTICA: Algunos actividades para entrenar tu mente con amabilidad

Paso 1: Detecta las frases de tu entrenadora exigente

Cuando sientas que te estás desmotivando, detente un momento. Escribe tres frases que sueles repetirte cuando no te sientes a la altura, cuando estás cansada o cuando algo no te sale como esperabas. Algunas frases habituales pueden ser:

  • «Lo he hecho fatal, siempre igual»
  • «Si no lo hago perfecto, no sirve»
  • «Descansar ahora sería rendirse»

Este tipo de mensajes no ayudan. No te motivan, te desgastan. Son como entrenamientos forzosos sin final, sin pausa y sin sentido.

Paso 2: Reescribe esas frases con una voz más amable

Ahora, convierte cada una de esas frases en una versión más cuidadosa, realista y sostenible. Imagina que eres tu propia entrenadora emocional y que tu objetivo no es exigirte más, sino ayudarte a avanzar con equilibrio. Por ejemplo:

  • «Estoy aprendiendo. No tiene que salir perfecto»
  • «Me permito parar sin culpa»
  • «Hoy avanzo poco, pero sigo avanzando»

Escoge una de estas nuevas frases y escríbela en un lugar visible: la pantalla del móvil, una nota en tu escritorio o un post-it. Cada vez que aparezca un pensamiento negativo durante el día, respira y reemplázalo por tu afirmación.

Este gesto sencillo puede ayudarte a reprogramar tu diálogo interno y recuperar una motivación más sana.

Publicado por

Pedrolupi

TRABAJO CON LO EMOCIONAL Ayudo a educadores a crecer y mejorar como personas y como profesionales con herramientas de educación emocional e inteligencia emocional. 31 años como docente en centros públicos y 18 años como formador de formadores. Ahora coach personal y emocional.