Tenemos que entender que rara vez comenzamos algo como si fuera una cosa totalmente desconocida, normalmente lo que hacemos es recomenzar porque partimos de una experiencia previa, de un camino recorrido, de un aprendizaje adquirido…y no siempre somos conscientes de esta realidad en nuestra vida, olvidando que contamos con recursos y habilidades que a lo largo del tiempo hemos ido alcanzando en diversas circunstancias y que lo único que necesitamos es ver cómo nos pueden servir en este momento o actividad concreto con la que comenzamos esta nueva etapa, el ciclo o el curso.
Si hay que recomenzar de nuevo, hagámoslo con fuerzas renovadas y muchas, muchas ganas de emprender el camino con entusiasmo y alegría. Lo importante es continuar creciendo, caminando, avanzando y compartiendo todo lo que somos y tenemos, porque al final lo único verdaderamente importante no es solamente lograr nuestros objetivos ,nuestras metas, es el disfrutar del camino, en lo emocional aún más.
Cuando emprendamos un nuevo curso, camino o etapa, aunque sea retomando el que ya habíamos comenzado, tenemos siempre hacer proyecto, propósito, objetivo…Recordemos que comenzar es siempre algo apasionante, una nueva aventura en la que tenemos que conocer y tener muy clara la meta que perseguimos porque nos marca el rumbo, la dirección, el sentido y el propósito.
Todo comienzo tiene una parte de ilusión y esperanza que nos motiva al logro de nuestros sueños
PROPUESTA DE TRABAJO: La metáfora del camino es muy potente para emprender algo nuevo, o comenzar una nueva etapa. Te propongo trabajar tres momentos que te facilitarán vivir con más serenidad este momento.
1º ¿De dónde parto? Piensa en cómo está tu vida, qué quieres cambiar y a dónde quieres llegar a partir de ahora. Al analizar lo que tienes y lo que quieres en el futuro, tendrás la idea de dónde te encuentras en tu vida. Define lo que quieres lograr y tener en tu vida. Deberás incluir todos los proyectos que tengas, las cosas materiales que quieras obtener, las relaciones personales que desees, etc. En este paso, tendrás que definir qué es lo más importante que quieres en la vida. Si deseas ganar cierta cantidad de dinero, anótalo en tu proyecto de vida. Si deseas un automóvil o un trabajo, anótalos y sé lo más descriptivo posible. Utiliza el diario de sentimientos y escribe toda esta reflexión. Te puede ayudar a ser concreto el siguiente cuadro de texto:
Lo que sé de mi en el pasado y en el presente: lo que me gusta y no me gusta, lo que sé hacer y lo que me cuesta más, lo que mejor se me da y lo que menos, las cosas que tengo como cualidades y los defectos, cuáles son mis valores,… |
|
2º Ahora, para que tengas una visión muy clara de, partiendo de dónde estás, ver hacía dónde quieres ir responde a las preguntas:
¿Qué quiero lograr? META/OBJETIVO | ¿Cómo lo voy a lograr? PROYECTO | ¿Para qué lo quiero lograr? PROPÓSITO |
|
3º Por último, haz una reflexión desde el sentido del camino que vas a comenzar o recomenzar:
- ¿Es esta la meta que crees que te hará feliz?
- ¿Cómo te gustaría verte dentro de cinco o diez años?
- ¿Cómo cambiará tu vida si lo consigues?
- ¿Qué hay detrás de esa meta? Es decir, ¿cuál es el propósito? La finalidad de tu plan de vida puede ser: obtener dinero, amor, libertad, tener más amigos o amigas, mejorar tu imagen personal, tener reconocimiento y fama.
- ¿Crees de verdad que eso te hará feliz a largo plazo?