CUIDAR TU ENERGÍA: TU MAYOR TESORO

¿Alguna vez has sentido que empiezas el día con ilusión y, a mitad de la jornada, ya estás agotado como si hubieras corrido una maratón sin moverte de la silla?
No es falta de fuerza de voluntad, ni que “no sepas organizarte”. La verdadera razón es que no sabemos cuidar ni proteger nuestra energía. Y cuando la dejamos escapar sin darnos cuenta, llegan el cansancio, la frustración y esa sensación de que, por mucho que hagamos, nunca es suficiente.

La vida no se trata de hacer más y más. Se trata de aprender a gestionar dónde y cómo ponemos nuestra energía, porque ese es el recurso más valioso que tenemos.

Piensa en esto: puedes tener todas las ganas del mundo, pero si no sabes hacia dónde te diriges, te vas ahogando en mil tareas pequeñas, en exigencias ajenas, en distracciones constantes… y acabas con la batería vital bajo mínimos.

Cuando logras hacerlo, todo cambia:

  • Tu día deja de estar dominado por el cansancio.
  • Recuperas claridad para elegir lo que de verdad importa.
  • Empiezas a vivir con más calma, equilibrio y propósito.

Si sientes que necesitas acompañamiento para sostener este proceso y no volver a caer en el piloto automático, aquí estoy para ayudarte.

Mis mentorías online, tanto individuales como grupales, y mis talleres presenciales para equipos e instituciones están diseñados para que recuperes tu energía, claridad y motivación desde la experiencia real y herramientas prácticas.

Además, puedes unirte a mi grupo gratuito de WhatsApp “Energía & Equilibrio”, un espacio cercano para compartir estrategias y recordarte que no estás solo en este camino.

Porque cuidarte no es un lujo: es la base para vivir con propósito.

“Tu energía es tu mayor tesoro: cuídala, protégela y decide dónde ponerla.”

PROPUESTA PRÁCTICA: para tu vida cotidiana. Te invito a algo muy sencillo pero transformador:

  1. Haz dos columnas en tu Diario de Sentimientos. Una titulada “Me recarga” y otra “Me desgasta”.
  2. Escribe al menos cinco cosas en cada columna. Sé honesto contigo: no pienses en lo que “debería ser”, sino en lo que realmente sientes.
  3. Marca con un círculo lo que más te recarga y con una cruz lo que más te desgasta.
  4. Toma una decisión consciente:
    • Potencia una acción de las que te recargan.
    • Reduce o elimina una acción de las que te desgastan.
  5. Al final del día, escribe en tu Diario de Sentimientos cómo te has sentido al hacerlo.

Verás que estos pequeños gestos no son banales: son el inicio de un cambio profundo. Son las pistas que te señalan hacia dónde te lleva tu brújula interior. Y si sigues ese camino, poco a poco descubrirás lo que de verdad te mueve: tu propósito de vida.