LA VIDA ES UNA ELECCIÓN

Cuando somos optimistas no solo cambiamos la mirada focalizándonos en lo positivo y posible, si no que adquirimos ciertas conductas proactivas. Noa ponemos en acción para seguir adelante con más fuerza si es necesario, Se trata de ver lo bueno y positivo de todo en vez de quedarnos en lo que nos hace sufrir. Es entonces cuando nos daremos cuenta de la importancia de ser optimistas porque comprobaremos con alegría que, si miramos lo que nos hace mejores, lo que nos une y nos hace sentir bien, nos abrirá a una nueva perspectiva de lo que somos y tenemos mucho más activa y positiva. Debemos aprender a mirar desde lo positivo siempre. Es mirar lo que ya tenemos en el vaso, ni medio lleno ni medio vacío.

Seamos optimistas en la vida, siempre con actitud realista y sin dejar de buscar lo mejor; de lo contrario, aseguramos el fracaso o seremos unos ilusos. Cuando somos optimistas reforzamos la idea de que siempre se puede hacer algo, y lo hacemos con nuestros propios recursos y habilidades para manejar las situaciones. Y recuerda siempre lo más importante: que siempre tienes elección.

«Mas emociones creativas» (Prácticas 37)

Cuando vemos la vida como una elección sabremos cómo queremos vivirla y actuaremos en consecuencia

PROPUESTA DE TRABAJO: Se trata de algunos ejercicios, rutinas, acciones que tenemos que practicar a diario si pretendemos ser más optimistas y positivos frente a las circunstancias de la vida.

  1. Entrena el optimismo realista para que tu cerebro aprenda a ver oportunidades, retos, aprendizaje en la adversidad o situaciones complicadas. El dolor, el sufrimiento, la tristeza o la ira no desaparecen, además es importante sentirlo para gestionarlo.
  • Comienza todos los días con un pensamiento positivo. Qué oportunidades, qué retos, qué objetivos tengo para hoy.
  • Trabaja la PROACTIVIDAD, es decir, sé positivo en acción buscando soluciones, centrándonos en el paso a paso, anticiparnos a los acontecimientos…preparar y estar preparados. Ocúpate de las cosas que puedes cambiar, asume las que no puedas cambiar y aprende a diferenciar entre unas y otras. La proactividad implica autoconocimiento. Para lograr ser proactivo necesitas preocuparte también por mirar hacia ti mismo y conocer tus limitaciones y capacidades de las que dispones.
  • Crea hábitos – rutinas positivas. Sonríe, celebra, busca espacios y momentos para ti, escribe en el diario de sentimientos, pasea, contempla, descansa, baila…todos los días importan.
  • Rodéate de personas positivas que te transmitan alegría y ganas de vivir, personas que aporten a tu vida luz y esperanza, personas generosas con las que merece la pena estar.

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