Septiembre no es solo el mes de la vuelta al trabajo o a las clases o a la rutina. Es también un momento simbólico: el inicio de un nuevo ciclo. Y cada inicio trae consigo una pregunta silenciosa que pocos se atreven a escuchar:
¿Hacia dónde quiero ir realmente?
Vivimos corriendo, llenos de rutinas, apagando fuegos, tachando listas interminables… pero muchas veces olvidamos algo fundamental: que sin rumbo, todo nuestro esfuerzo pierde todo el sentido. Es como remar fuerte en medio del mar sin una brújula. Te mueves, sí, pero no sabes hacia dónde.
Necesitamos una brújula para nuestra vida. Tu brújula interior no es un plan rígido ni un manual. Es eso que te recuerda quién eres, qué valoras y por qué haces lo que haces. Cuando la pierdes, llegan el cansancio, el vacío y la sensación de estar en piloto automático.
Cuando la encuentras, todo cambia:
- Tus decisiones cuestan menos porque sabes lo que quieres.
- Tu energía no se gasta en exceso, se enfoca y gestiona.
- Tus días dejan de ser una repetición y empiezan a tener propósito más claro.
No lo tienes porque hacer en solitario. Este trabajo no siempre es fácil de llevarlo en solitario. Por eso he creado espacios para acompañarte:
- Mentorías online personalizadas «Con propósito»: para quienes quieren reenfocarse y recuperar motivación.
- Mentoría grupal “Reinicia tu vida”: porque avanzar en comunidad multiplica la fuerza.
- Formaciones y talleres presenciales para instituciones, centros educativos y colectivos: para que equipos enteros recuperen el sentido de lo que hacen.
- Escuela de Comienzo de Curso · RECONÉCTATE: tres sesiones online en septiembre para empezar con energía real, propósito y equilibrio.
Escríbeme hoy mismo y diseñamos el plan que más se adapta a ti o a tu organización. Porque este curso no tiene por qué ser más de lo mismo. Puede ser el inicio de un rumbo con sentido.
La vida, como un barco en el mar, necesita brújula. Y tu brújula son esas pequeñas razones que te mueven cada mañana.
PROPUESTA PRÁCTICA: para esta semana
El comienzo del curso es una oportunidad perfecta para entrenar esa brújula. Te propongo un ejercicio sencillo pero muy poderoso:
- Busca tu Diario de Sentimientos.
- Escribe en una sola frase qué te da sentido al empezar el día.
Ejemplos: “Acompañar a mis hijos con calma”, “cuidar mi salud”, “crecer en mi trabajo”, “vivir con más paz”. - Repite este ejercicio cada mañana durante una semana. Verás cómo poco a poco aparece un mapa más claro de lo que te mueve cada día.
- Estas frases son pequeñas pistas que te señalan la dirección de tu brújula interior. Pero no te quedes solo en ellas: el verdadero viaje es ir más allá, descubrir el sentido profundo que te mueve y conectar con tu propósito de vida. Esa es la brújula que no se pierde y la que realmente transforma cómo vives tu día a día.
- Esta es una de las herramientas que también comparto en mi libro En la Isla de las Emociones. Allí la desarrollé como una brújula emocional práctica para aprender a vivir con más sentido y propósito cada día.
