ORGANIZA TU DÍA

Continuamos trabajando la inteligencia emocional con una herramienta que nos viene muy bien en estos momentos: PLANIFICAR. En muchos momentos será necesario hacer un horario para que el tiempo esté lo más ajustado a las tareas, pero en lo emocional prefiero hablar de hacer planes, sin hora, simplemente es hacer una lista de las posibles tareas y actividades que podemos hacer en una jornada. Si las hacemos todas, bien, pero si no se logra, no pasa nada, lo importante es tener opciones para no caer en el aburrimiento o la pereza. Es cierto que la improvisación y la aventura son necesarias en muchos momentos de nuestra vida, pero cuando no hay otro remedio, necesitamos un buen plan.

COMENZAMOS: Lo primero y fundamental es que no hagas esta actividad como una tarea, mas bien como una propuesta. Tenemos que tener tiempo para todo, también para estar en el sofá sin hacer nada.

Los pasos para una buena planificación:

Lo primero es preguntarnos:
• ¿Qué tareas o actividades podría hacer hay?
• ¿Cuál podría ser nuestra misión para hoy?
• ¿Necesitamos ayuda de algo o alguien?
• ¿Qué cosas podemos dejar para más adelante?
• ¿Cuántas tareas podemos hacer en un día, en una semana, en un mes…?
► Si trabajamos con otros, enseñar a planificar es imprescindible.
► Debemos tener un método de planificación personalizado y acorde con nuestra forma de ser y trabajar, Eso sí, que la planificación sea una lista de tareas o actividades posibles, pero no obligatorias, porque si lo tomamos como algo obligatorio y no lo hacemos, nos generará mucha frustración y desánimo. Dediquemos unos minutos cada día para organizarnos y tener claro en qué centramos nuestro tiempo y energía.
► Un ejemplo:
• Hagamos una lista de las tareas que podemos que realizar.
• A cada tarea, asignémosle un color según nuestro interés, necesidad, urgencia, etc. Esto lo podemos hacer en una pizarra, un folio, etc. seamos creativos y disfrutemos haciendo esta actividad, si es en grupo mucho mejor.
• Miremos el tiempo que necesitamos para cada actividad. Pensemos cuáles de todas las tareas nos apetece hacer más.
• Por último, hagamos la planificación de las tareas alternando las que son imprescindibles y necesarias, aunque sean poco apetecibles, con las que nos motiven porque nos gustan y las de ocio y juego. Buscaremos también las de descanso y relax. Veremos cómo es mucho mejor trabajar con un plan.

► No olvidemos nunca que debemos ser muy creativos y flexibles y que no siempre podemos controlar todo; tampoco nuestro plan de trabajo.

Al finalizar la jornada es necesario hacer revisión de nuestro plan del día y decidir si queremos repetir alguna de las tareas otro día y cuales no.