LO PRIMERO ES SABER Y CONOCER

Cuando comenzamos a trabajar la inteligencia emocional descubrimos que lo primero y principal es conocer y reconocer nuestras emociones y sentimientos.  En «Emociones creaticas», nos preguntamos constantemente: ¿Cómo me siento? ¿Cómo lo siento? ¿En dónde lo noto? ¿Con qué intensidad? ¿Cómo me afecta? ¿Cómo lo expreso? Esto nos facilitará el poder regular las emociones que no nos hagan ser y estar bien o, al menos, no me entorpezcan a mi camino hacía tu meta. Me preguntarás cómo y te ofrezco dos formas: por medio de técnicas corporales (Respiración, relajación, ejercicio físico, alimentación sana, etc) y por medio de cambio de lo pensamientos (Técnica de centrarse en lo positivo, preguntarse si lo que siento me ayuda o perjudica, cómo debería sentirme en este momento, qué pensamiento necesito para cambiar este sentimiento, etc)

Recordemos que lo importante es ser los únicos protagonistas de nuestra vida, de nuestras emociones

Debemos regular nuestras emociones siendo conscientes de lo que sentimos y cómo nos afecta y afecta

¿INTELIGENTE?

Nos han acostumbrado a creer que se es inteligente cuando se tiene un cociente intelectual alto, es decir, que nuestra capacidad para aprender, retener, comprender y resolver problemas es bastante buena, pero sin embargo, a lo largo de las últimas décadas hemos descubierto que no basta con ser «inteligentes» sino que además debemos ser «competentes» y de eso se trata cuando hablamos de inteligencia emocional, de saber usar lo que sabemos desde nuestros recursos emocionales para lograr aquello que deseamos alcanzar para nuestra vida, ver la vida desde lo qué sentimos nos impulsa a ser aquello que realmente deseamos ser.

El coeficiente intelectual nos dice lo que sabemos, la inteligencia emocional si lo estamos llevando a la práctica